domingo, 21 de octubre de 2012

Elecciones en Estados Unidos: ¿en qué se diferencian Obama y Romney?

A menos de dos semanas de las elecciones, los candidatos a la presidencia de los EEUU, Mitt Romney por el partido republicano y el presidente Barack Obama por el demócrata, se juegan las últimas cartas. Es indiscutible que el resultado tendrá consecuencias históricas en todos los planos (nacional e internacional) político, económico, social, y política exterior siendo una de las áreas más sensibles por múltiples factores: las tropas ubicadas aún en Afganistán, los continuos atentados en contra de ellas de parte de soldados afganos entrenados por fuerzas de la coalición; el número de los caídos que aumenta en forma abismante todos los días, la deteriorada situación en ese país, en Iraq, en Siria, en el Líbano y en toda la región, junto a las repetidas (y nuevas) advertencias de la agencia internacional de energía atómica (AIEA) que ha denunciado que Irán está a las puertas de la construcción de una bomba nuclear, hacen que el mundo evalúe de forma cautelosa todo lo que ocurre con Israel, con las elecciones presidenciales en Estados Unidos y con el comportamiento de todo el mundo musulmán. Es en este contexto en que se dio la negativa del presidente Obama de reunirse con el primer ministro israelí en su visita al país a fines de mes, cuestión que se dice compensó con una llamada telefónica que duró mas de una hora… Contencioso todo el asunto porque es evidente que la tensión se ha incrementado con las advertencias de la AIEA y con el hecho de que Netanyahu exige de los EEUU una línea más dura en torno a Irán. La conversación sostenida el martes 9/10 por la noche, culminó con una declaración por la Casa Blanca de que ambos líderes acordaron “mantener un proceso de consultación cercana en cuanto a los hechos que se avecinan… relacionados a las ambiciones nucleares de Irán…” Con ello disminuyeron los informes de que había “serias desavenencias” entre ambos. Cualesquiera sean los motivos y/o explicaciones por este no-encuentro, la verdad es que Obama ha tenido una relación bastante tensa con Netanyahu desde el comienzo, pero a pesar de ello se habían reunido en todos los viajes del primer ministro israelí a EEUU, salvo en Noviembre del 2010 cuando el presidente Obama estaba en un viaje en el exterior. Se comenta en círculos políticos, que con ello el candidato demócrata podría alienar a muchos votantes judíos de la elección el 6 de noviembre. De hecho, su rival republicano no cesa de acusar a Obama por ser demasiado duro con Israel y no así con Irán. Personas cercanas al presidente comentan privadamente que Netanyahu favorece al republicano (conservador como él) Romney aunque el líder israelí ha sido cauteloso en evitar comentarios que pudieran considerarse como una interferencia en la campaña electoral. Se dice también, que la Casa Blanca anunció que los dos líderes no se reunirían, el mismo día en que Netanyahu sostuvo que “… los EEUU perdieron el derecho moral de detener a Israel en tomar acción en contra del programa nuclear de Irán porque han rehusado a ser firmes con el régimen de Teherán…” Los comentarios del líder israelí parecieron acercar la posibilidad de un ataque militar a las instalaciones nucleares iraníes y fueron una crítica a la administración en Washington porque no escuchó su llamado a fijar una línea roja (de tiempo presumiblemente y de acuerdo a su intervención en las Naciones Unidas con diagrama de la bomba y todo…) para el programa nuclear del régimen teocrático de ese país que ya sostiene cuatro tandas de sanciones de las Naciones Unidas. Netanyahu sostuve que: “… el mundo le dice a Israel ‘Esperen, todavía hay tiempo…’ y yo digo, ¿Tiempo para qué? ¿Esperar hasta cuándo? … aquéllos que se niegan a poner una línea roja (de advertencia) a Irán, no tienen el derecho moral a ponerle luz roja a Israel…” agregó en una conferencia de presencia junto al primer ministro de Bulgaria. La website del periódico israelí “Haaretz” por su parte, sostuvo que las palabras de Netanyahu eran un ataque verbal sin precedentes al gobierno de los EEEUU. Lo cierto es que al margen de críticas mentirosas, Obama sigue teniendo la preferencia del pueblo estadounidense. Y cierto es también que la mayoría de los judíos americanos (algunos con doble nacionalidad israelí) a quienes les importa muchísimo la existencia y sobrevivencia de Israel y el futuro del pueblo judío, votarán por la reelección de Barack Obama el próximo noviembre del 2012. Las razones por las cuales ocurrirá Lo harán conscientes de que aunque el presidente podría haber hecho un mejor trabajo realzando su amistad por Israel, los hechos contundentes y concretos comprueban que su apoyo al país, a su seguridad y bienestar ha sido sólido, inamovible e indudable. Mitt Romeny sostiene que Obama “ha echado a los leones” a Israel, pero de hecho el presidente ha dado pasos concretos para mantener a Israel más seguro que nunca, un compromiso que ha dicho en diversas formas “no es negociable”. Cuando visitó Israel como candidato a presidente, constató de primera mano lo vulnerable que son los ciudadanos israelíes, sobre todo en las ciudades pequeñas de áreas rurales a los ataques de cohetes que provienen de Gaza. Como presidente, respondió financiando y apoyando técnicamente en su totalidad, la llamada “cúpula de acero” sobre Israel, que es un sofisticado sistema de defensa anti misiles de corto alcance, que ahora protege al país y a sus habitantes. En Julio recién pasado aprobó 70 millones de dólares adicionales para extender dicho sistema de defensa a todo el sur de Israel. Ello agregado a los 3 billones de ayuda militar anual que el presidente Obama ha pedido al Congreso y que se aprueba rutinariamente; el primer ministro Netanyahu ha agradecido y reconocido dichas medidas concretas y precisas de manera profunda y personal. Cuando el presidente Bush (padre) tuvo desacuerdos con Israel en torno a su política de asentamientos, amenazó con retener las garantías de préstamo al país. Obama ha tenido sus propias diferencias acerca del mismo tema con Netanyahu en torno al mismo tema, pero jamás ha amenazado con medidas similares. Muy por el contrario, el presidente ha incrementado la ayuda a Israel y otorgado acceso al equipo militar más sofisticado y avanzado, incluyendo los últimos modelos en aviones de combate. Tan solamente hay que preguntarle a cualquier oficial israelí relacionado a cuestiones de seguridad nacional y la respuesta será contundente “la relación estratégica entre los EEUU e Israel nunca ha sido más firme que bajo el presidente Obama”. El ministro de defensa Ehud Barak sostuvo que “… no recuerdo un momento más óptimo del apoyo y ayuda de los EEUU, de la cooperación y la comprensión similar de los hechos estratégicos que nos rodean día a día, como la que tenemos en estos momentos…” Dicha cooperación ha incluido la coordinación estrecha de las agencias de inteligencia, incluyendo el despliegue de avanzada tecnología cibernética como lo ha revelado un informe reciente, para limitar y detener las ambiciones nucleares de Irán. Romney se olvida de manera muy conveniente, mencionar que el predecesor de Obama, George W. Bush, fue el que desvió la atención del problema iraní- (que él dice a hora es el peligro más grande para los EEUU e Israel)- hacia Irak, incluso ayudando a establecer un líder pro/iraní en Bagdad. Muy por el contrario, Obama ha persuadido a Rusia (¡a quien Romney llamara el peor peligro geopolítico para los EEUU hace dos semanas atrás!…) y a China para apoyar sanciones internacionales estrictas en contra de Irán tanto así que por primera vez en décadas, tienen al régimen de Teherán de rodillas económica y políticamente. Fue Obama también quien convenció a Rusia de cancelar un contrato para la venta de misiles antiaéreos de largo alcance que habrían complicado y comprometido cualquier intento de ataque a las instalaciones nucleares de los iraníes. Fue el presidente Obama quien aseguró el apoyo de las naciones europeas a lo que el mismo presidente de Irán, Mahmoud Admadinejad, llamó “… las más severas y estrictas sanciones impuestas sobre un país…” Por su parte, Romney nunca explicó ni en los debates ni tampoco previamente, como es que impediría que Irán obtuviera armas nucleares; Obama por otro lado, ha sostenido siempre que todas las opciones están sobre la mesa. En el último debate dijo clara e irrevocablemente que ante un posible ataque militar a Israel, los EEUU defenderían a su aliado “histórico”. Para rubricar aquello, ha dado instrucciones de posicionar fuerzas en el Golfo Pérsico que demuestran sin duda alguna su resolución y determinación a apoyar militarmente a Israel si ello fuera necesario. Y suma y sigue, porque a nivel de las UN, el presidente Obama ha detenido todos los intentos por deslegitimizar a Israel y ha bloqueado los intentos palestinos por bypasear las negociaciones y obtener reconocimiento a nivel de esa organización como un estado/miembro; una maniobra que le abriría camino a los enemigos de Israel para sancionar y criminalizar sus políticas. Como una señal del inquebrantable apoyo de Obama, su administración vetó una resolución del Consejo de Seguridad de las UN a los asentamientos israelíes, una resolución que reflejó la posición del presidente y la de cada una de las administraciones americanas desde la guerra árabe-israelí de 1967. Así es como el caso de la derecha estadounidense con su máximo representante de ahora, Mitt Romney, se desmorona completamente. El hecho de que el presidente Obama no haya visitado a Israel desde sus días de candidato a la presidencia en el 2008, no es en nada significativo comparado a este record de constante apoyo y solidaridad concretos. Dijo en el tercer debate “cuando visité Israel en el 2008… no fui a recaudar fondos o a pedir ayuda…(haciendo alusión a un viaje reciente de Romney que tuvo esos propósitos) fui a Yad Vashem… para recordarme que la presencia de la maldad en el mundo no debe nunca olvidarse…” Sus críticos parecen olvidar muchas cosas. Es lo que ahora se llama “Romnesia”de manera jocosa por estos lados. Como solía decir el presidente John Adams muchas décadas atrás en la historia de este país… “los hechos son porfiados”. Los hechos, si, los porfiados y concretos hechos no pueden negar lo que el presidente Obama ha hecho y seguirá haciendo por Israel, por su pueblo y por el mundo. Y por ello creo que la mayoría de los votantes americano/judíos le darán su voto. En doce días más hay que votar. Deberemos preguntarnos entonces ¿que preferimos para Israel y su relación con los EEUU: acciones concretas y significativas, o retórica vacía y sin significado? Para mí la respuesta es clara, preferiré cuatro años mas del presidente Obama y su apoyo inamovible a Israel, a la paz del mundo y a la prosperidad y seguridad del pueblo de los EEUU por sobre la propaganda derechista del candidato republicano Mitt Romney. Al cierre de este artículo, las encuestas de opinión pública le dan a Obama un 48% y a Romney un 46%. Esperemos que no se equivoquen. HORIZONTE.WEB