lunes, 15 de octubre de 2012

Dorit Shavit, la embajadora de Israel en Buenos Aires, sostuvo que espera que Argentina no sea "ingenua ante el régimen de Teherán", en referencia a las conversaciones que se iniciaron sobre el atentado contra la sede de la mutual judía en 1994 El pasado 27 de septiembre, los Gobiernos de Argentina e Irán acordaron en Nueva York, en el marco de la Asamblea de Naciones Unidas, continuar este mes en Ginebra las conversaciones sobre el conflicto que enfrenta a ambos países por el atentado en 1994 contra la sede de la AMIA en Buenos Aires, en el que fueron asesinadas 85 personas. Ambos Gobiernos acordaron explorar un mecanismo legal para esclarecer el atentado que no esté en contradicción con los sistemas legales de los dos países. La embajadora señaló que "hay una intención de dilatar la causa judicial, ya que es muy difícil pensar en la buena voluntad" iraní para esclarecer el atentado, por el que la Justicia argentina reclama la captura de ocho iraníes y un libanés. "Para Israel es muy importante hallar a los criminales y culpables y castigarlos. No sé cómo va a terminar este diálogo con Irán, que para nosotros es un enemigo estratégico. Es muy difícil creer que llegue a este diálogo con manos limpias. Irán continuará con su táctica de dilatar", afirmó la diplomática. Shavit afirmó que "Irán tiene una presencia muy grande en América latina y una influencia muy fuerte en Venezuela, Nicaragua, Bolivia" y "puede trasladar a esta región criminales de Hezbollah". "Irán dijo que quiere borrar del mapa a Israel y ha estado involucrado en muchos atentados. Debemos tomar con cuidado su presencia en la región. Hay que abrir los ojos", advirtió.