La crisis humanitaria y las sangrientas represiones del dictador Bashar Al Assad han provocado que cientos de miles de sirios buscaran asilo en Ankara.
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Siria prohíbe a los aviones turcos sobrevolar su territorio
Hambre, armas, miseria, destrucción, violencia, represión y sangre. Y así podemos seguir enumerando todo el día. La situación en Siria es caótica. Por ese motivo, 100.363 seres humanos han debido abandonar su país y migrar hacia Turquía en búsqueda de mejores condiciones de vida. La cifra surge de los refugiados declarados oficialmente, pero las autoridades de Ankara calculan que otros miles de sirios no se registraron.
Mientras tanto, la tensión entre ambos países aumente día a día. Damasco prohibió el sobrevuelo de aviones turcos, en respuesta a un episodio ocurrido la semana pasada, cuando cuatro aviones militares de Ankara obligaron a aterrizar a una nave que viajaba de Moscú a Siria. Dicho avión sobrevolaba el espacio aéreo turco y, según las autoridades, llevaba material armamentístico. Tanto Rusia como Damasco negaron esta acusación.
Ambos países han reforzado sus fronteras. Siria lanzó proyectiles y mató a cinco civiles turcos. El gobierno de Ankara, por su parte, decidió bombardear algunas regiones del norte del país comandado por Bashir Al Assad.
