1]
(Dedicado a Newt Gingrich)
La OLP fue fundada en 1964, tres años antes de la Guerra de los Seis Días (junio, 1967), cuando Israel recuperó posesión de Judea y Samaria, a las que Jordán llamó “Cisjordania” para borrar la historia judía. Durante los diecinueve años que Jordania gobernó Judea y Samaria (1948-1967), no se escuchó ni una palabra sobre el “pueblo palestino.” De hecho, los árabes comenzaron a llegar a esa área, en grandes números, sólo luego de la Guerra de Seis Días, cuando esta tierra completamente desolada llegó a ser administrada por Israel
Ahora recordemos mis reuniones con Shimon Peres y sus concejales. ¿Qué evito que revelaran la ficción de un pueblo palestino y su derecho facticio a la autodeterminación o condición de estado? Seguramente el Profesor Harkabi, experto en cultura Árabe de Peres, conocía sobre el inminente historiador árabe-americano Philip Hitti quien, en 1946, describió el punto de vista común árabe:
“No existe, en absoluto, Palestina en la historia”
Palestina nunca fue “percibida como una clara entidad que mereciera autodeterminación nacional sino como parte integral de una orden regional árabe unificada….”[2] Ninguna nación árabe cimento sus raíces en esa tierra y jamás fue efectuado un reclamo nacional, por ningún grupo nacional, aparte de los judíos. Es por eso que la Declaración Balfour y el Mandato de la Liga de las Naciones, habiendo afirmado que la tierra es el Hogar Nacional de los judíos, les responsabilizó de garantizar los derechos civiles y religiosos a otros habitantes. No se hizo mención de ningún derecho nacional de otros habitantes, quizá porque se reconoció que, el único reclamo nacional en el área, fue el del pueblo judío.
Pero eso confirma lo que indiqué al inicio de este libro sobre que la Organización de Liberación Palestina es un engaño árabe. Aquí, otra vez, ese ingenuo politólogo americano posa la provocativa pregunta: “¿Por qué no delató el gobierno de Israel ese engaño—lo cual pudo haberse hecho antes que, a la OLP, le fuese dada estatus de observadora en la Asamblea General de la ONU, en 1975?” Una cosa es que la ONU sirva de cubierta para los estafadores; pero ¿por qué, los jurisconsultos israelíes se abstuvieron de exponer un engaño, que hacía peligrar la existencia de su país? ¿Por qué no combatieron esta mentira con la simple verdad: la OLP no es más que una colección de grupos terroristas, provenientes de diversas partes del Medio Oriente y del norte de África?
Déjenme disipar este ambiente político nocivo.
Yasser Arafat, el notorio presidente de la OLP y padrino del terrorismo internacional, era egipcio. Hasta su muerte (2004), Arafat fue presidente de la Autoridad Palestina (AP). Fue sucedido por su segundo, Mahmoud Abbas (conocido como Abu Mazen). Abbas estuvo implicado en la masacre de Múnich, cuando fueron tomados como rehenes 11 miembros del equipo olímpico de Israel durante la Olimpiada de verano de 1972, siendo asesinados por la organización Septiembre Negro, guardia de seguridad personal de Arafat. Abbas estuvo implicado en la masacre Ma’alot (15 de Mayo, 1974), en la cual 22 estudiantes de educación media de Safed, entre 14–16 años, fueron asesinados. Por último, y más recientemente, cuando los disturbios musulmanes surgieron en Jerusalén, durante la fiesta anual de Sucot (fiesta de los Tabernáculos, octubre, 2009), durante una entrevista de televisión yemenita, Abbas hizo un llamado a otra intifada.
Así como Arafat fue considerado como “moderado” para justificar las negociaciones israelíes con ese terrorista, se utilizó el mismo guión con Abbas (incluso cuando engrandeció a los bombas suicidas).
Recuerdo mi reunión con el concejal político de Peres, Asher Ben-Natan que dijo: “no podemos mentir tan bien como hacen los árabes”. Eso implica que la elite política de Israel es bastante capaz de engañar al público. Shimon Peres no sólo etiquetó a Abbas de “moderado” sino que, también lo hizo, Benjamin Netanyahu, ya que al convertirse en Primer Ministro de Israel (10 de febrero, 2009), expresó un ardiente deseo de ¡negociar con ese “moderado”!
Así como la OLP es un consorcio de grupos terroristas provenientes de distintas partes del Medio Oriente y el norte de África, el así llamado pueblo palestino consiste de una suma de clanes y tribus árabes de lugares distantes. Una forma de identificar a estos árabes es por sus apellidos, los cuales se refieren a su lugar de origen: Masri (egipcios), Mugrabi (marroquí), Ajami (irani), Haurani (sirio), Halabi (Alepo), Kurdi (Kurdos) y muchos más. Los muy diversos orígenes de esos “palestinos” involucran rivalidades familiares, de tribus y sectas. Esos datos rara vez se conocen.
En general se les refiere a los palestinos como los habitantes árabes de “Cisjordania” (interpretación fabricada de “Judea” y “Samaria,” ambos nombres judíos). Esos árabes son descritos como una minoría oprimida en busca de autodeterminación nacional. No sólo la mayoría de estos árabes llevan pasaportes jordanos sino que, sus hermanos, los ciudadanos “palestinos” de Jordania, componen una gran mayoría de la población jordana. También se debe mencionar a los “palestinos” que son ciudadanos de Israel. A estos añadamos los “palestinos” en Líbano y Siria.[3] Lejos de ser una minoría oprimida, los así llamados palestinos son parte de la Nación Árabe, de la mayoría suni-árabe-musulmana que, alguna vez, intentaron oprimir a las minorías no-musulmanas y no-árabes de Medio Oriente
¿Quién habla en nombre de esas imitaciones de “palestinos”? Hasta el Acuerdo de Oslo (1993), lo hacía la OLP. Ese acuerdo produjo la Autoridad Palestina, la AP, cuya madre, la OLP no reformada tiene una larga historia de terrorismo, de secuestro de aeronaves civiles, secuestros, tráfico de drogas y asesinato a sangre fría, incluso de dos diplomáticos americanos en Jartum.
La más poderosa facción de la AP es al-Fatah, fundada en 1959. Fatah atravesó fusiones con el surgimiento de Tanzim y la Brigada de los Mártires de al-Aqsa. También compitiendo por el liderazgo de la AP se encuentra el Frente Democrático por la Liberación de Palestina (FDLP), facción vinculada a Siria. A esta confusión se suma el izquierdista Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General (FPLP-CG), con sede en Damasco. Otra facción es el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), responsable del asesinato del Ministro de Turismo de Israel Rehavam Zeevi el 17 de noviembre del 2001
También se debe enfatizar que ninguno de estos ni otros grupos terroristas, existen sin apoyo estatal. Varios países en vía de desarrollo proporcionan espacio para el entrenamiento de terroristas, como lo hizo Afganistán para Al-Qaeda. Esos grupos no sobrevivirían si no fuese por el apoyo de Naciones Unidas, además de la política contemporizadora y suicida del Occidente, incluyendo a los Estados Unidos, que proporciono fondos a los palestinos. Por supuesto, la ignorancia occidental sobre estos árabes ayuda a perpetuar su existencia. Pero es insólito que, el gobierno de Estados Unidos, una superpotencia, se haya doblegado ante los matones de la OLP dirigidos por Fatah.
Pero ¿qué tal el gobierno de Israel? Bien. Sabía que la versión de 1966 de la Carta Fundacional de la OLP llamaba a la destrucción de Israel.
El documento se puede resumirse así:
● Principios:
(1) Palestina es parte del mundo árabe. Los palestinos son parte de la nación árabe y su lucha es parte de la lucha de la nación árabe.
(2) La lucha palestina es parte integral de la lucha mundial contra el sionismo, colonialismo y el imperialismo internacional.
● Metas:
(1) La completa liberación de Palestina y la eliminación económica, política, militar y cultural del sionismo.
(2) El establecimiento de un estado independiente y democrático en toda Palestina, con Jerusalén como capital.
● Método:
(1) La lucha militar es el único método para liberar a Palestina.
(2) Esta lucha no estará completa hasta que el estado sionista sea destruido y Palestina liberada, en su totalidad.
La versión del Estatuto (1989) fue matizada para facilitar el reconocimiento de la OLP por parte de Israel. Hace un llamado por la “sustitución” de Israel de forma pacífica. Más significativo que los documentos oficiales (creados para consumo internacional) es la interminable propaganda en los medios palestinos pidiendo la destrucción de Israel. Aun cuando el líder de la AP Mahmoud Abbas ensalzó a bombardeos suicidas como “mártires,” los primeros ministros de Israel le etiquetaron de “moderado.” Su astucia no perdió el ritmo cuando Abbas seleccionó, como sucesor, a Muhammad Ghaneim, fundador de Fatah que rechazó los Acuerdos de Oslo de 1993 por considerarles ¡demasiado moderados!
Sería realista asumir que, la aniquilación de Israel, aún es parte de la agenda de Autoridad Palestina dirigida por Fatah, en especial en vista del hecho que, los niños árabes, son educados para odiar a los judíos y emular a bombardeos suicidas, amando la muerte más que la vida.
[1] Extracto de mi libro A Political Scientist in Israel o Un politólogo en Israel (Lexington Books, 2010)
CIDIPAL
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