martes, 27 de diciembre de 2011

LO QUE OBAMA DEJO ATRAS EN IRAK

por Fouad Ajami

'La marea de la guerra esta retrocediendo, y el alma de Bagdad permanece, el alma de Irak permanece", dijo el Vicepresidente Joe Biden en Camp Victory, para el Aeropuerto de Bagdad airport, anteriormente este mes, en la cuenta regresiva para el fin oficial de la guerra de Irak. En verdad, la marea que el Sr. Biden observo retrocediendo fue la del poder e influencia americanos en Irak y en el Gran Medio Oriente.
Esto no fue algo por lo que la gente de esa region suspiraba. Estas son tierras que mueren por la proteccion de una potencia extranjera dominante mientras fingen indignacion por su ejercicio. Tampoco fue decretado por los hechos objetivos del poder americano, porque este pais aun posee todos los ingredientes de influencia y prestigio. Fue, mas bien, una decisin tomada en el curso de la presidencia Obama- la caida de nuestro poder se ha convertido en una profecia auto-cumplida.
America nunca quiso permanecer en Irak en forma indefinida. Con toda justicia para el Presidente Obama, el habia montado la decepcion con Irak desde la legislatura estatal en Illinois hasta la Casa Blanca. El no fue un pacifista, dejo que se supiera. El no se oponia a todas las guerras. Eran solo las guerras "tontas" contra las que el estaba. En todas las formas que el pudo, el mantuvo a Irak a la distancia de su brazo. El nunca participo de la opinion que nosotros habiamos asegurado victorias estrategicas en ese pais dignas de ser preservadas. Fue asi incomodo observar al presidente el lunes con el Primer Ministro iraqui Nouri al-Maliki a su lado, explicando mientras nosotros partimos que "Nosotros pensamos que un Irak exitoso y democratico puede ser un modelo para toda la region." Las palabras sonaron huecas.
Un presidente que entendiera lo que estaba en juego no hubiera tenido ninguna dificultad en justificar una presencia americana residual en Irak. Pero no este presidente. En el nucleo de la vision mundial del Sr. Obama reside un pesimismo acerca de America y el poder de sus ideales y alcance en el mundo.
La unica excepcion para esta timidez estrategica es el orgullo que tiene el Sr. Obama en proseguir la guerra contra los terroristas. En un momento evocativo de George W. Bush, el Sr. Obama la semana pasada alejo de un manotazo la acusacion que el habia estado apaciguando a los enemigos de America en el exterior: "Pregunten a Osama bin Laden y los 22 de los 30 altos lideres de Al Qaeda a los que hemos sacado del campo si yo me involucro en apaciguamiento." Suficientemente justo. Pero el mundo exige mas que eso, ruega por una lectura estrategica mayor de las cosas.
Nosotros nunca sabremos con certeza lo que fue posible y abierto para nosotros en Irak. Frente a ellos, los iraquies nos querian fuera, y el Sr. Maliki y su coalicion no estaban dispuestos a dar a nuestras tropas inmunidad legal de enjuiciamiento. Pero como nosotros llegamos alli es menos comprendido. Los comandantes americanos en el terreno pensaron que una presencia residual de 20000 soldados seria suficiente para mantener el orden en Irak y daria a los Estados Unidos un ancla en ese pais. La Casa Blanca habia propuesto una cifra mucho menos, algo entre 3000 y 5000. Ese nivel de fuerza hubiese sido insostenible, un blanco para los descontentos y los conspiradores.
Ningun gobierno iraqui llevaria el guante de un pais dividido, y un parlamento en pugna para ese tipo de acuerdo. El Sr. Maliki puede no ser plenamente instruido en los caminos de la democracia americana, pero el es lo suficientemente sagaz como para reconocer que este lider americano no estaba interesado en los asuntos de Irak.
Seis años atras, cuando esta guerra era aun joven y su cosecha incierta, un brillante diplomatico y escritor iraqui, Hassan al-Alawi, escribio un libro provocativo titulado "al-Iraq al-Amriki" ("Irak Americano"). El observo que era apropiado hablar de un Irak americano como uno lo hace de un Irak sumerio, babilonio, abbasida, otomano y luego britanico. El no pensaba que America permaneceria mucho en Irak, pero el pensaba que el impacto americano seria monumental. Mientras que el Irak britanico dio poder a los sunitas, los americanos inclinarian las balanzas en favor de los chiitas.
Todas las tres comunidades principales en Irak tenian un interes creado en la proteccion americana. Los kurdos, la poblacion mas pro-americana en la region, estaban desesperados porque America permaneciera—un equilibrio para el poder de Turquia, un colchon entre su zona autonoma en el norte y el gobierno de Bagdad. Los sunitas, los amos de antaño del pais, habian llegado en torno: una presencia americana con suficiente autoridad seria su escudo contra un regimen chiita sectario que los quitaria del botin.
Ironicamente, la mayoria chiita, los seguidores del clerigo radical Moqtada al-Sadr aparte, tenian un interes creado en una disuasion americana en el terreno. Con toda su ventaja en la politica de Bagdad, los chiitas aun tienen una saludable medida de paranoia acerca del mundo que los rodea. El Irak parido a traves del poder americano habia sido entregado dentro de un vecindario hostil. Los arabes sunitas aun tenian que aceptar y hacer la paz con el ascenso al poder de un gobierno liderado por los chiitas en Bagdad. Y la rebelion en Siria agrego a la incertidumbre, alimentando la ansiedad del Sr. Maliki y la clase politica chiita sobre un regimen sirio en el occidente gobernado por la mayoria sunita. Esta tambien Turquia, grande y ahora con medios economicos y una vision de si mismo como un protector de los sunitas de la region.
Y quedaba Iran, al oriente, con el trafico de comercio y peregrinaje, con los enredos religiosos nacidos de una fe chiita comun. Para los arabes sunitas—y para los americanos que se habian opuesto a esta guerra—Irak esta destinado a deslizarse, mejor dicho ya se ha deslizado, dentro de la orbita de la teocracia persa. La guerra americana, con todos sus sacrificios, simplemente habia creado una "republica hermana" del estado persa, se dice.
Los que aman organizar un mundo sin mareas han habladod e una "luna creciente chiita" que se extiende desde Iran, a traves de Irak, todo el camino hasta el Mediterraneo y a Siria y Libano. Pero la imagen es falsa. Irak es un pais grande y orgulloso, con un fuerte sentido de nacionalismo, y riqueza petrolera propia. Una clase politica iraqui, con sus vastas reservas petroleras, no tiene interes en ceder su autoridad a los iranies.
El chiismo que se extiende a ambos lados de las fronteras de los dos paises tambien los divide. Las tierras sagradas del chiismo estan en Irak, y el chiismo de los iraquies es arabe de cabo a rabo. El orgullo de Najaf es grande, yo no puedo verlo aplazado ante la autoridad religiosa de extranjeros.
Uno de nuestros mas capaces diplomaticos, Ryan Crocker, entonces embajador en Bagdad, ahora nuestro enviado a Kabul, una vez pronuncio el juicio definitivo sobre estos discutidos temas iraquies: "Al final, lo que nosotros dejamos detras y como partiremos sera mas importante que como llegamos." Sucedio que cuando realmente importaba, el presidente que tenia la ultima palabra sobre Irak tuvo su vista fijada en el pasado y sus disputas.

El Sr. Ajami es un alto miembro de la Institucion Hoover de Stanford y co-presidente del Grupo de Trabajo de Hoover sobre Islamismo y el Orden Internacional.
Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba.


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