lunes, 26 de diciembre de 2011
Mal año para los dictadores
El año que termina ha sido un pésimo año para los que estaban al frente de regímenes autoritarios:
Mubarak, Gadaffi, y Kim Jong-Il eran hombres que se creían tan poderosos e invencibles que nunca pensaron que caerían de sus pedestales. Los dos últimos sacados del poder por la muerte, trágica para uno, en la cama para el otro.
Queda el saldo de otros gobernantes a quienes el futuro se les presenta bastante negativo en el nuevo año.
No es sólo la revista " Foreign Policy" la que vaticina muerte de Castro y Chávez, también lo están haciendo otros analistas internacionales y hasta los tradicionales "babalaos" que tiran los caracoles en las calles de La Habana.
Los analistas indican que la oposición, tanto cubana como venezolana, "conseguirá sus mayores logros en la historia reciente, en el año que está por iniciarse".
El repaso de las posibles noticias que se podrían destacar en el 2012 muestra una y otra vez, "la mala salud" de Hugo Chávez, factor en el cual jamás pensó Fidel Castro cuando plasmó hace más de 30 años sus ilusiones de poder indefinido a través del Delfín de Venezuela.
Con este frente débil es posible que los pueblos de ambas naciones se alcen, motivados por la miseria y la falta de libertades y busquen el Cambio, cansados de los oídos sordos de sus gobernantes a pedidos de apertura y mejoramiento de vida.
Se ha visto esta rebeldía en lo ocurrido en Egipto, Libia y ahora en la actual lucha en Siria, por la permanencia indefinida en el poder de algunos mandatarios que con esa actitud proporcionan la mecha a las protestas.
He dicho en otros artículos que la movilización del pueblo no es nada nuevo.
En 1930, el sociólogo español José Ortega y Gasset ya había documentado este fenómeno social, en su obra "La rebelión de las masas" y su influencia en el cambio de la historia.
Pero, a su vez la historia, ha mostrado una y otra vez como toda Revolución ha tenido su efecto, luego del triunfo, en los hombres que la han conducido, cambiando por completo sus conductas.
Lo hemos visto desde Napoleón Bonaparte pasando por Fidel Castro y llegando a Hugo Chávez.
El desencanto hizo a Ludwig van Beethoven cambiar el nombre de su tercera Sinfonía, "Bonaparte", a "La Heroica", luego que el triunfante corso se consagrara Emperador e impusiera su propia dinastía hereditaria.
Beethoven escribió proféticamente:
¡No es más que un hombre vulgar, solo satisfará su ambición y como tantos otros, hollará los derechos del hombre para ser un tirano!
En 1821, cuando Napoleón murió, Beethoven comentaría: “Hace 17 años que compuse su oración fúnebre”.
Hoy el tiempo está maduro para que se inicien "Nuevas Revoluciones en las Revoluciones", como consecuencia del desencanto de los pueblos con sus antiguos Conductores, engañados con sus falsas promesas para mantenerse indefinidamente en el poder.
Por Angélica Mora DIARIO DE AMERICA
La historia para ellos está por escribirse… y bien podría ser el 2012.
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