Otra vez en la ciudad de Homs, el centro de la rebelión contra el régimen sirio, una multitud salió ayer a las calles para protestar contra la represión del gobierno de Bashar al Assad, que un día antes había provocado la muerte de 34 civiles en esa zona. Esta fue la primera movilización masiva desde que llegaron a esa ciudad los veedores de la Liga Arabe y convocó cerca de 70.000 personas.
Con la tarea de la prensa extranjera prácticamente prohibida, una serie de videos caseros subidos al sitio de internet Youtube mostraron cómo los manifestantes se acercaban a los observadores recién llegados a Siria tras el noveno mes de una sangrienta revuelta.
Los observadores –los primeros aceptados por Al Assad desde el inicio del levantamiento– tienen la tarea de verificar si el gobierno cumple con un plan de pacificación interna cuya implementación acordó días atrás con la Liga.
Después de ese primer contacto con los observadores, unos 70.000 residentes se concentraron en un punto de la ciudad, y desde allí intentaron avanzar hacia la plaza principal de Homs, pero fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad con gases y balas de goma , según explicaron activistas opositores.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en el Reino Unido, informó que “más de 70.000 manifestantes intentaban penetrar en la plaza Al Saa, en el centro de la ciudad, cuando los agentes usaron gases lacrimógenos para dispersarlos”. Las fuerzas de seguridad también dispararon balas en una de las calles que conduce a la plaza, causando cuatro heridos, uno de ellos grave, entre los manifestantes, agregó la OSDH.
El lunes, 44 civiles murieron en todo el país a manos de las fuerzas del orden, entre ellos 34 en la provincia de Homs, según un último balance de los opositores.
Los observadores se entrevistaron ayer con el gobernador de Homs, una ciudad ubicada en el centro de Siria, indicó un canal de televisión privado, mientras el ejército optaba por replegarse parcialmente de este bastión opositor al régimen. Poco después de este encuentro, también ayer, diferentes testimonios indicaban que el ejército sirio había retirado once tanques que estaban en el barrio de Baba Amro, en Homs.
El titular del Observatorio, Abdel Rahman dijo ignorar si todavía quedaban vehículos de transporte de tropas en este barrio. Los últimos disparos de tanques se había escuchado a la madrugada.
A pesar de ese desplazamiento de artillería pesada, soldados y policías se quedaron en la zona para reprimir la protesta.
Cincuenta observadores de la Liga Arabe habían llegado el lunes por la noche a Siria para controlar la situación en el terreno. La misión forma parte de u n plan de salida de crisis que prevé el cese de la violencia, la liberación de los detenidos, el retiro del ejército de todas las ciudades y la libre circulación en el país para los observadores y la prensa.
El régimen afirma que la violencia es responsabilidad de “grupos armados” que buscan sembrar el caos en el país, y que los enfrentamientos ya habrían dejado unos 2.000 soldados muertos. Las cifras extraoficiales hablan de unos 5.000 muertos, en su mayoría, civiles baleados en protestas.Clarin.com
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