jueves, 22 de diciembre de 2011

ISLAM, DEMOCRACIA Y LEGITIMIDAD

por Raphael Israeli


Dos decadas atras, siguiendo la "Primavera Arabe" anterior en Argelia que derroco al regimen de 30 años del revolucionario Frente Nacional de Liberacion—liderado por los ex presidente argelinos Mohamed Ahmed Ben Bella y Houari Boumedienne—fueron declaradas elecciones libres con gran fanfarria, prometiendo el amanecer de una nueva era de "liberalismo" y "democracia."
Se le dijo al mundo que luego de una historia tumultuosa de revoluciones y matanzas, el pueblo argelino finalmente habia liberado su pais del yugo de la manipulacion extranjera y estaba ahora preparado para embarcarse en un nuevo camino de civilidad, moderacion y modernidad.
La suposicion era que la “Primavera” llevaria a un sistema multipartidario mas transparente y abierto con un poder judicial independiente, tanto como estableceria prensa libre e instituciones democraticas. En efecto, los cambios reflejarian el sistema politico del ex gobernante de Argelia, los franceses. Durante mas de un siglo de gobierno colonial, el pais habia obtenido inspiracion del lema de su gobernante de “Liberte, Egalite, Fraternite.”
Todos los que saludaron el amanecer de una nueva era de desarrollo social, politico y economico sostuvieron que las elecciones libres llevaria a una gobernancia civil en la cual los derechos humanos serian respetados, a la corrupcion se le pondria bozal, seria celebrada la democracia y por supuesto seria asegurada la paz interna.
Poco sabian los analistas y optimistas profesionales que cuando la gente es presionada a hacer una eleccion, ellos tienden a ir por la opcion mas conocida y comprendida, o sea, la menos amenazante.
Entonces, como en la actual Primavera Arabe, las preguntas de legitimidad fueron hechas solo por el Occidente, no por las propias fuerzas politicas contendientes. En el 2011, los poderes determinaron que los gobernantes de Libia, Egipto, Siria, Yemen y Tunez habian "perdido su legitimidad de poder", - como si ellos alguna vez hubieran tenido alguna - y por lo tanto debian ser depuestos. El populacho arabe ha llenado paginas de Facebook y plazas publicas, e incluso hoy continua saludando a la "democracia" como la panacea - sin haber experimentado alguna vez la verdadera democracia o haber entendido siquiera los sacrificios requeridos para obtenerla y mantenerla.
Cuando son llevadas a cabo elecciones en Tunez, Marruecos y Egipto, son las organizaciones conservadoras, reaccionarias, tradicionales y anti-democraticas musulmanas, sean ellas la Hermandad Musulmana, los salafistas, los wahabistas, los Hizb ut-Tahrir y otros oscurantistas talibanescos, quienes finalmente salen por encima. La triste paradoja es que aun cuando muchos de esos grupos desprecian la democracia y la rechazan de plano, las mismas multitudes en las plazas publicas que saludan a la democracia terminan en la privacidad de las salas de votacin votando por sus enemigos.
Parece que mientras estan en el ojo publico, los manifestantes cuentan a los medios de comunicacion lo que estos desean escuchar, pero cuando finalmente ellos tienen la oportunidad de tomar una opcion real, invariablemente revierten a los buenos y viejos caminos del Islam.
En Argelia desde 1991-2, y nuevamente en el Medio Oriente del 2011-12, han habido regimenes monarquicos tales como Jordania y Arabia Saudita donde solo escasas poblaciones de nativos pertenecen al Jecato mientras que los trabajadores extranjeros que hacen el trabajo requerido constituyen un polvo de hornear religioso y social cada vez mas peligroso.
Los gobernantes, quienes son apoyados por Occidente, no tienen legitimidad debido a que nadie los eligio y todos se aferran a la magnitud de su importancia religiosa para justificar su gobierno corrupto, muy como el curador de Mecca y Medina en Arabia Saudita o la Casa Hachemita y el curador de la mezquita Al-Aqsa para el rey jordano.
No es sorprendente entonces, que frente al cambio radical, estos gobernantes en peligro se unan y continuen danzando unos con otros.
Otro tipo de regimen en el mundo arabe de hoy dia son las juntas militares que tomaron el poder por la fuerza decadas atras e intentaron legitimizar su gobierno a traves del nepotismo. Este sistema esta aun operando en Siria y podria haberse vuelto realidad en Irak, Libia, Egipto y Yemen si no hubieran sido interrumpidos por la revolucion y guerra.
Ahora esta siendo presentado un tercer tipo de gobierno: Los partidos musulmanes que, a diferencia de los otros dos tipos, afirman la legitimidad indiscutible del Islam - anclada a traves del Coran - el cual proclama la soberania de Allah por sobre la del pueblo.
El resultado es que con apoyo occidental, los gobernadores no monarquicos e ilegitimos estan siendo derribados uno tras otro, y muy para el disgusto de Occidente, prepara el camino para que lleguen al poder gobiernos islamicos alternativos. Las monarquias ilegitimas y corruptas, mientras tanto, aun se aferran a los ultimos vestigios de sus reinos moribundos, y en tanto el hipocrita Occidente los apoye es probable que lo hagan por quien sabe cuanto tiempo.
Veinte años atras, los votantes argelinos tomaron seriamente la democracia y fueron a las urnas para votar libremente. Lo poco que sabian era que eran libres para votar, si votaban por la democracia estilo occidental y su derecho al voto seria revocado si se atrevian a votar por el gobierno islamico.
Y que sucedio? El voto libre permitio a la junta militar recuperar poder, y siguio otra decada de matanza y derramamiento de sangre - con el Occidente solo conciente de lo que habia sucedido como resultado de las elecciones que tolero.
Nosotros somos constantemente invadidos con evidencia apuntando al disgusto islamista con Occidente, y su repulsion hacia cualquier cosa relacionada con democracia o libertad ciertamente no es un secreto.
Pero aun asi, continuamos silenciosos mientras estos islamistas forman partidos que son electos "democraticamente" para el poder.
Occidente tiene que despertar al hecho que tan pronto como estos partidos esten en en el poder en forma segura, su gobierno inspirado en el califato islamico comienza a echar raices, momento para el cual la brecha entre esos paises y el Occidente sera totalmente infranqueable.

El autor es profesor de historia islamica, meso-oriental y china en la Universidad Hebrea de Jerusalem y miembro del comite directivo del Centro Ariel para Investigacion Politica.
Fuente: The Jerusalem Post Magazine- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba

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