por Bruce Maddy-Weitzmann
19/12/11
Nueve meses despues que el presidente Bashar Assad de Siria dijera confiadamente a un periodista occidental que su pais era inmune a los levantamientos politicos de la region, el debe estar preguntandose que lo ataco. Despues de mas de 4000 victimas fatales, junto con lucha sectaria en ciernes, su abandono por parte de Turquia, la suspension de la Liga Arabe, la amenaza de sanciones internacionales e incluso el espectro de intervencion extranjera, la dinastia Assad de 41 años y el regimen asistente Baath pueden estar en sus ultimos pasos.
Alguna perspectiva historica puede ser instructiva. Geopoliticamente, Siria ocupa una posicion central en la region de la Luna Creciente del Fertil Cercano Oriente, instalada entre cinco vecinos. Durante sus primeros veinticinco años de independencia (1945-1970), Siria fue un estado debil que sufria de inestabilidad politica cronica, cismas internos y falta de cohesion. Como tal fue objeto de ambiciones rivales regionales e internacionales, las que a su vez desestabilizaron aun mas la vida politica interna. Esta debilidad contrastaba con el reclamo de liderazgo regional por parte de Siria como "el corazon latente del arabismo," el cual fue utilizado por los dirigentes sirios como una herramienta legitimante frente a rivales internos y regionales.
El resultado de esta mezcla explosiva fue la Guerra de los Seis Dias de 1967 con Israel, el golpe final para el sueño de los pan-arabistas radicales.
El ascenso al poder en 1970 del padre de Assad, Hafez Assad, inauguro una nueva era. Siria se volvio un dawlat mukhabarat (estado de inteligencia y servicios de seguridad) brutal aunque estable, sus lideres mimados y toda la oposicion sofocada. La represion sistematica fue acompañada por alianzas entre el nucleo alauita del regimen con clases de comerciantes sunitas y minorias religiosas en su mayoria cristianas, quienes valoraron la estabilidad que proveia el regimen.
Regionalmente, Siria se convirtio en un actor hecho y derecho, incorporando a Libano dentro de su esfera de influencia, y buscando hacer lo mismo con los palestinos y Jordania, y manteniendo una posicion de linea dura con Israel. Si bien no abandono su declarada adherencia a los principios del nacionalismo arabe, la alianza de Siria con el Iran revolucionario islamico no arabe, que comenzo en 1979, coloco a Damasco en una posicion retrasada y minoritaria en la constelacion de estados arabes.
Durante su vida, Hafez maniobro habilmente frente a presiones de la competencia y necesidades. Bashar, por contraste, ha sido menos cauto y mas caustico, abrazando a Iran y a su cliente chiita libanes Hizballah mas plenamente, iniciando un programa de armas nucleares clandestino, y despreciando abiertamente a los lideres arabes pro-occidentales como "medios hombres."
Su desenfrenado engreimiento lo llevo a malinterpretar la nueva situacion. Aun cuando la fuerza bruta previamente habia sido exitosa al tratar con el disenso, a raiz de la Primavera Arabe ha tenido el efecto opuesto. Ademas sus rivales arabes conservadores, especialmente las monarquias del Consejo de Cooperacion del Golfo (CCG), que estan atentas a la creciente sombra de Iran a traves del Golfo Persico, han decidido afirmar su propia rama de liderazgo, y no solo en Bahrein y Yemen.
En un paso sin precedentes, los seis estados del CCG, junto con el nuevo gobierno egipcio, activaron a la moribunda y muy malignizada Liga Arabe contra el una vez aliado de Siria, el veleidoso lider libio Muammar Gaddafi. Su gobierno fue suspendido de la pertenencia a la Liga, y lo mas importante, la Liga dio legitimidad vital a la intervencion de la OTAN (bajo bases aparentemente humanitarias). Esta intervencion por primera vez por parte de la Liga en los asuntos de un estado miembro recibio la oposicion de Siria y Argelia, pero sin resultado.
Habia sido establecido un precedente y ahora ha sido activado nuevamente, esta vez contra Assad.
Dos factores contrarios han ayudado a traer el mecanismo de la Liga Arabe al centro de la diplomacia regional. El primero es la dinamica de la protesta popular; el segundo es la oportunidad geopolitica. Un tercer factor adicional, es la preferencia de las potencias occidentales de permanecer en el fondo y permitir que los vecinos de Siria tomen la delantera.
El exito de los levantamientos masivos en Tunez, Egipto y Libia ha creado nuevos puntos de referencia para la region, dando aliento y legitimidad a los movimientos de oposicion en otras partes. De hecho, las monarquias conservadoras del Golfo, tanto como Jordania y Marruecos, enfrentando a sus propias poblaciones intranquilas, encuentran util identificarse con la oposicion siria. Incluso mas importante, ellas reconocen que la caida de la Casa de Assad seria de un tipo de magnitud diferente que la de Gaddafi.
Habiendo fracasado durante tres decadas en alejar a Siria del abrazo irani, la perspectiva de un gobierno dominado por los sunitas en Damasco, uno mas en sintonia con las sensibilidades e intereses sauditas, turcos, egipcios (y occidentales) que con los mullahs aspirantes a armas nucleares de Teheran, supera en sus mentes, el riesgo muy real de caos en Siria.
Por lo tanto casi toda la membresia de la Liga Arabe fue movilizada: 18 estados votaron por suspender a Siria, con solo Libano y Yemen oponiendose, e Irak absteniendose. La Liga ha ofrecido una "solucion arabe" a la crisis- un fin a la violencia y matanza, liberacion de prisioneros, retirada del ejercito de las ciudades, y dialogo con la oposicion bajo los auspicios de la Liga Arabe.
Pero el regimen de Damasco no esta comprando. Assad continuo exudando confianza en una reciente entrevista de video rara, pero en privado el debe estar preguntandose por que los metodos suyo y de su padre ya no son suficientes.
Con incluso la Liga Arabe ahora involucrada en los asuntos internos de Siria, y aparentemente preparandose para la era post-Assad, Bashar puede recordar precisamente el comentario del ex vicepresidente americano Spiro Agnew sobre ser forzado a renunciar despues que sus practicas de aceptar coimas y sobornos fueron reveladas: "Los bastardos fueron y cambiaron las reglas."
El autor es el investigador principal Marcia Israel en el Centro Moshe Dayan para Estudios Meso-Orientales y Africanos, Universidad de Tel Aviv.
Fuente: The Jerusalem Report- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
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