miércoles, 19 de septiembre de 2012

La carrera final ya comienza

Los dos grandes partidos políticos de U.S.A. ya han formalizado sus candidatos para las elecciones presidenciales que se celebrarán, como es costumbre, el primer martes del mes de noviembre. El seis de ese mes, millones de norteamericanos elegirán a su presidente para el período 2013-2017. El país estará expectante del resultado que será determinante para el futuro inmediato del universo todo. Las elecciones de la gran nación del norte no solo influyen dentro de sus fronteras. Del resultado de esos comicios prácticamente nadie puede quedar indiferente. Estados Unidos está en franco declive político-económico. Luego de la crisis mundial del 2008 su brillo comienza a opacarse. Pero a pesar de todo y con un prestigio mellado, es la primer potencia del mundo y lo será por mucho tiempo más. En el Partido Demócrata vuelve a postular al actual presidente, Barak Obama, para un segundo mandato. Nadie dentro del partido discute su liderazgo. Hábilmente designó a su ex adversaria interna como Secretario de Estado, con lo cual eliminó a la oposición. Los Republicanos aportan sangre nueva, aunque eso no quiera decir, ideas nuevas. Mitt Romney es una verdadera incógnita para propios y extraños. En estos momentos corresponde realizar la pregunta que normalmente hacía mi Bobe. "¿Qué es mejor para los judíos? Obama no nos quiere. Nunca ha mostrado gran preferencia para con nuestro Estado. Incluso hay oportunidades que en forma imperceptible surgen espontáneamente y sin control alguno, su formación en escuelas musulmanas. Ya lo ha puesto en evidencia en el discurso que pronunció en la Universidad de El Cairo, poniendo en serios aprietos al Gobierno de Israel. Es más, estaba a una hora de vuelo de nuestro país, el tradicional aliado en Medio Oriente y, ni intentó acercarse. Ahora, al confeccionarse la plataforma electoral de su partido, eliminó la frase que siempre ya existía, que uno de los objetivos sería trasladar la Embajada de USA a Jerusalén. Es cierto que ningún presidente anterior, ni siquiera lo intentó. Pero por lo menos lo decían. El error fue subsanado por la fuerte presión del Lobby Judío del partido, que al final logró incluir la frase que en Medio Oriente había lugar para dos estados, uno de ellos Israel, con capital en la milenaria ciudad. También es conocido su aversión con nuestro Primer Ministro. Cuidan su lugar, pero tratan de estar muy apartados uno de otro y si es posible no encontrarse. Como dos buenos políticos de raza que lo son, cuando no les queda más remedio se reúnen, se sonríen, se dan la mano y alguna palmada afectuosa, pero cuidándose bien de no darse la espalda. Por las dudas. De Romnei poco se sabe. Salvo su orientación mormona y que ha sido un exitoso hombre de negocios, no es un político que hasta la fecha haya sobresalido en la política interna. Cuando fue electo candidato, rápidamente organizó un viaje a Israel, se entrevistó con Bibi y con Shimón Peres, repartió sonrisas y se llevó más de un millón de dólares que se recaudó para su campaña. El pueblo de EE.UU. es básicamente conservador con sus votos. Desde el fallecimiento de Franklin D. Roosevelt que gobernó el país desde 1933 hasta 1945 se sucedieron más de una docena de presidentes y todos salvo dos han sido relegidos. Como mencionamos, cuando fallece F.D.R. se modifica la constitución y se prohíbe la relección más de un nuevo período. (Al contrario a lo que pretenden cada vez más en los países sudamericanos). Es más, luego de cumplir esos dos períodos no puede ser presidente el resto de su vida. Desde ese entonces solamente George H.W. Bush (padre) y Jimmy Carter no han sido electos para un segundo mandato.. Conociendo la labor que realizaron estos, se puede sacar como conclusión, que sólo si uno ha sido malo, pero muy mal funcionario, no repite. Obama partió con buenos pronósticos, pero muy pocos pudo materializar. Es cierto que la mayoría republicana del Congreso torpedearon muchos de sus proyectos. Pero así y todo no cumplió con las expectativas esperadas. Es de esperar que con un nuevo mandato a cumplir, el candidato de los demócratas se ubique con mayor detenimiento en los problemas de Medio Oriente. Israel es y ha sido siempre su aliado incondicional. Los grupos de presión de los intereses judíos son poderosos. Sólo deben vencer los parámetros de la inercia. Dentro de las filas republicana es donde Israel ha tenido los principales aliados. Ronald Reegan y George Busch hijo se han puesto en todo momento del lado de las demandas israelíes. No se puede saber que hará el nuevo candidato. Hoy el gran problema mundial es Irán. Todos lo sabemos. Pero EE.UU no está dispuesto a abrir un nuevo frente de conflictos. Con Afganistán e Irak ya tienen lo suficiente. La economía aún no se ha recuperado y deben reducir de alguna forma los gastos militares. Por otro lado la desocupación es de más del ocho porciento, un índice que los americanos no aceptan como lógico. En estas elecciones se votará por prioridades económicas y no por futuros planes de guerra. Las autoridades de Israel deben medir esta realidad. Se puede presionar, insistir, tratar de influir en el los países para que se compenetren del tema, pero aunque nos duela reconocer el tema no es sólo para nosotros. Nos supera. El mundo árabe representa trescientos cincuenta millones de personas. Por suerte, gracias a D. y a Alá no están unidos, pero son muchos. No es tiempo de bravatas. Es la hora de la verdad, de la conducción coherente y responsable y saber aprovechar las oportunidades. Si bien la situación geográfica es complicada, se debe comprender que somos un pigmeo dentro de un gran conflicto mundial. El mejor ejército de la zona no es suficiente. En guerras cortas ha funcionado, pero luego de una semana de combates es necesario aprovisionamiento externo y gran apoyo logístico. Mientras tanto es tiempo de desear un muy feliz año, con salud, y paz. Y si ésta no se logra, por lo menos que no haya guerra. Cr. Víctor Vaisman vaisman4@hotmail.com