viernes, 21 de septiembre de 2012
Vaiélej(Deuteronomio 31)
Vaiélej(Deuteronomio 31)
Descubriendo Nuestra Propia Esencia
El Talmud cuenta que antes de morir, Moshé escribió 13 rollos de Torá, uno para guardar en el Arca Sagrada y el resto para distribuir a cada una de las 12 tribus. Este fue un modo ingenioso para garantizar la integridad del texto de la Torá, para que todas las futuras copias pudieran ser chequeadas con los rollos originales escritos por Moshé.
Es interesante que esta parashá menciona la última de las 613 mitzvot: la obligación de cada uno de escribir su propia copia de la Torá. Aunque haya heredado una, aún debe escribir una por su cuenta.
Los comentaristas explican que hoy en día realizamos esa mitzvá al acumular libros en una biblioteca, creando un ambiente conducente al estudio de la Torá.
Pero hay una idea más profunda aquí. La mitzvá de escribir un rollo de Torá propio significa que debemos internalizar la Torá. Crear una relación emocional con la Torá, para que nuestros pensamientos y acciones sean siempre filtradas por el prisma de la Torá. La Torá siempre ha provisto a los judíos con un enfoque sobre cualquier tema, desde los negocios al matrimonio, desde las tragedias a las celebraciones.
Como Rav Emanuel Feldman escribe:
“Más allá de cualquier buen motivo racional, la Torá es un puente misterioso que conecta al judío con Dios, a través del cual pueden interactuar y comunicarse, y a través del cual Dios cumple Su Pacto con Su Pueblo de mantenerlos y protegerlos”.
“Cuando estudiamos Torá, no estamos estudiando un texto abstracto y arcaico de un mundo antiguo. Estamos estudiando el modo en que Dios quiere que vivamos en la Tierra… de hecho estamos descubriendo la esencia del judaísmo, que es lo mismo que decir, la esencia de nosotros mismos”.