domingo, 14 de octubre de 2012

Cristóbal Colón y el enigma de su origen

Pocos personajes históricos han despertado un interés tan grande entre los historiadores, investigadores y meros aficionados de la aventura romántica como el de Cristóbal Colon, por la magnitud de su obra, por las vicisitudes de su trayectoria, por lo pintoresco y misterioso del proprio personaje, y por el trabajo que amplios círculos se han tomado para dilucidar algunas facetas controvertidas en la existencia del Gran Almirante. Una de estas facetas es, justamente, aquella relacionada con los orígenes y antepasados de Colon, y con la profesión de su fe verdadera. Hoy en día no tendrían dichos antecedentes mayor relevancia, pero debemos recordar que el Almirante vivio y obro en una época en donde la pureza de fe católica la ascendencia cristiana intachable y la adhesión incondicional a las normas y formas prevalencientes, eran pre-requisitos, no solo para adquirir una posición elevada en la sociedad ibérica del siglo XV, sino, a veces para mantenerse en vida. De aquí el gran interés de unos en oscurecer, y de otros, en vislumbrar este enigma particular en la vida del gran Descubridor. Investigación del enigma Muchos fueron los que rastrearon pistas sobre el origen y la personalidad del enigmático navegante. Durante su vida lo hicieron su amigo Fray Bartolomé de las Casas, Pedro Martir de Angleria y Fray Antonio de Aspa. Luego lo hicieron « el cura de los Palacios » Andres Bernaldez, Gonzalo Fernadez de Oviedo, y otros, entre los cuales numerosos cronistas de Indias. En fechas más recientes lo investigaron Ceslo Garcia de la Riega, Salvador de Madariaga, Rafael Pineda Yanez, Ramon Mendendez Pidal, Vicente Blasco Ibanez, José Maria Lacalle, Dr Constantino de Horta Y Pardo y otros. Cabe destacar que el concepto de que Colon fuese judio no tuvo su origen entre judíos afanosos de encontrar una celebridad mas para la glorificacion de su pueblo. No se puede sospechar que fueran semitas De la Riega y Madariaga, Menendez Pidal y Balsco Ibannez, Lacalle y Yanez. La primera referencia impresa sobre la condición judía de Colon aparece en un documento diplomático fechado solamente 58 anos después de su muerte. Burdau, embajador de Francia en Madrid escribe a sus superiores sobre « Colon el judío ». Referencias similares abundan en la extensa literatura colombina durante el transcurso de los siglos. Veamos por que. El marco contextual Tal vez fue el proprio descubridor el primero en disimular y ocultar su ascendencia dada la época inquietante y peligrosa que le toco vivir. Fue el quien se decía : « ...descendiente de Colonius el vencedor de Mitridates, sobrino de dos almirantes, universitario de Pavia, capitán del rey Renato, combatiente contra infieles en el Mediterráneo y contra corsarios en el Atlántico explorador de Thule en el Septentrion... » (1). No debe sorprender el obstinado empeño del Almirante en reafirmar su cristianismo, en proclamarlo a gritos, en querer ser más papista, que el Papa, en auto-titularse « Cristum Ferens » (« el llevador de Cristo »). Colan sabía muy bien que en Castilla, tierra de inquisidores, tenía que moverse con pies de plomo para no correr riesgos innecesarios. De allí su amistad con los padres franciscanos, entonces los más encarnizados enemigos de los « marranos ». De allí su confraternidad con Fray Antonio de Marchena, Prior del convento de la Rábida y antiguo confesor de la reina, con Fray Juan Pérez y otros. Como lo apunta Cesar Lombroso, en un estudio psicológico sobre la personalidad de Colon: « ...con tal de alcanzar sus fines es capaz de las mas estupendas supercherías » Su transito por una nomenclatura de no menos de seis apellidos- desde Colombo, Columbo, Colom, Colomo, Colono y hasta el definitivo Colon – puede ser considerado como un intento más para confundir a sus enemigos. Rafael Pineda Yanez desterró del olvido un vocablo con hondas connotaciones. El hallazgo se refiere al sugestivo apelativo de « genovés » o « ginoves » – un tipo de común denominador acunado para designar peyorativamente a judíos falsos conversos y sospechosos de la fe (2). Dice Yanez que para la opinión generalizada del vulgo en Península Ibérica de los siglos XIV y XV, un « genovés » no solo podía haber nacido en la Liguria sino que en cualquier región de España siempre que tuviera en sus venas sangre hebrea. Esa misma connotación tendría el apelativo « portugués » para los habitantes de la cuenca del Rio de la Plata, en los siglos XVI y XVII. La imagen física del Almirante tampoco ayudada para ocultar sus antecedentes. Hasta hoy se lo recuerda como el hombre de la « capa raída ». Era de cabellos rojos, de tez encendida y pecosa, de rasgos característicamente definidos como semíticos Por lo tanto no deben sorprender sus pretextos de acendrado cristiano, ni la duplicidad entre su conformación interior y su conducta exterior. En España y Portugal del siglo XV no resultaba demasiado difícil ocultar orígenes y disimular religiones. Ese se debía a quien en todos los estratos de la sociedad Peninsular, e incluso en la propia Casa Real, judíos y conversos desempeñaban un papel preponderante, y la sangre judía circulaba hasta en el clero y la corona. Por ejemplo: Alfonso de Aragón, hijo bastardo del rey Juan de Navarra, se había enamorado de la hija de Abistar Hacohen, rico mercader judío de Zaragoza, y la hizo madre de 4 hijos que luego fueron Juan de Aragón, primer Conde de Ribagorza, Alfonso de Aragón, obispo de Tortosa y en tiempo de los Reyes Católicos Arzobispo de Tarragona, Fernando de Aragón Comendador de San Juan y Prior de Catalun, y Leonor de Aragón, esposa del Conde Albaide de Valencia. Casos idénticos abundaban también en el clero. Influido por las predicas de Vicente Ferrer, tomo los sacramentos Salomon Halévi, eminente talmudista y rabino de Burgos , quien fue nombrado obispo de Burgos con el nombre de Pablo de Santa María, llegando luego al cargo de Canciller del Reino y regente del menor Juan II de Castilla. Su hijo, Alonso de Cartagena, convertido al cristianismo en su niñez ocupado también ambos puestos. Otro hijo, Pedro de Cartagena, llego a ser Capitán General de Castilla. Juan de Torquemada, Cardenal en la corte del Papa Nicolás y tío del futuro inquisidor general, fue hijo de judia conversa casada con cristiano. Orígenes de la familia Colon Un laberinto de ciudades y patrias se disputan la cuna de Cristobal Colon. Era realmente genovés de origen ? Pues no hablada ni escribía el italiano, y en cambio si lo hacía en español, con marcado acento portugués Además de Génova hay en Italia solamente once ciudades que pretenden la gloria de ser su lugar de nacimiento (Saoma, Cuccaro, Nervi, Prudello, Oneglia, Finale. Quinto, Palestrella, Albisoli, y Coceria). Sus historiadores Pablo Corbani, y los bades Casanova y Casabianca, ofrecen numerosos argumetos en favor de la ciudad de Calvi, en Córcega. En 1874 el investigador norteamericano A. Goodrich sostuvo que Colon fue un pirata griego cuyo verdadero nombre seria Jorge Paleologo, hijo de un tal Nicolás Griego. El historiador inglés Charles Mullow afirma que Colon nació en Inglaterra, pero que residía en Génova. A lo más absurdo llego el escandinavo Thorwald Brynidse al pretender que Colon había nacido en Estados Unidos de Norteamérica. Hoy en día los eruditos se inclinan por las teorías de Salvador de Madariaga y Ceslo Garcia de la Riega. Esos y numerosos otros historiadores, coinciden en que Colon procedía de una familia judía tanto de parte materna como paterna. El origen del Almirante es indudablemente español, y más precisamente de la provincia de Pontevedra en Galicia, en las cercanías de la frontera con Portugal. De la Riega senla numerosos nombres dados por Colon a lugares por el descubiertos y que recuerdan a Galicia y a la provincia de Pontevedra, tales como Santiago, San Salvador, la Gallega, Porto Santo, la Galera, Punta Lanzada y otros. Los estudios actualizados comprueban que en el año 1435 había en Pontevedra un Abraham y un Eliezer Fonterosa y que la madre del Descubridor, doña Susana Fonterosa, tuvo ascendientes e nombre Jacob y Benjamín. Entre los condenados durante el auto de fe realizado en Tarragona en 1480, figuran un tal Andrés Colon, su mujer y su suegra. Todavía hoy en día se encuentran en la cuenca mediterránea familias judías de apellido Colon : Samuel Colon en Marruecos, Jeremías Colombus en Liora, Italia, Jesuah Colon en Sicilia, Salomón Colon en Zaragoza, España, y otros. De la Riega y Madariaga afirman que los Colon gallegos, convertidos « cristianos nuevos » pero manteniendo en la clandestinidad su religión anterior y ocultando sus orígenes judíos, abandonaron la Península ibérica a fines del siglo XIV, o sea después de los desmanes de 1391, y se instalaron en Génova. Constancias documentadas abonan la presencia en la cuidad ligura – en la tercera década del siglo XV – de los Colombo (Colon) y de los Fontanarossa (Fonterosa), cuyos nombres aparecen como antecesores de Cristóbal. El ambiente en tierras genovesas es por lo general hostil a la grey mosaica, y por lo tanto esta familia hebrea española mantiene su aislamiento. El lenguaje hablando en el nuevo hogar singue siendo el español y los contactos con el exterior son raros. La formación profesional del Almirante Si bien Colon no fue jamás un científico si fue perfeccionando sus conocimientos en cosmografía y en ciencias astronómicas Aquí sobresalen sus lazos muy estrechos con un elenco de estudiosos judíos de reconocida contribución al campo de la física astronomía cartografía y matemáticas Como joven y habla leído el itinerarium y otros libros de aquel viajero medieval que fue Benjamín de Tudela. Siendo marino consumado, frecuento Colon los secretos del instrumental náutico (cuadrantes, agujas, relojes, astrolabios y brújulas que desarrollaron principalmente los dos expertos judíos Isaac Nafuci y Efrain Bellchom. Conociendo las teorías de Davasorda (Bar-Hiya de Barcelona) sobre la forma de la tierra, hizo Colon amistad con Pedro Núñez, cosmógrafo cripto judío de la Corona de Portugal, que fue profesor de matemáticas en Coimbra y cuyo Tratado sobre la esfera inspiro a muchos navegantes. Para entonces ya conocía la compilacion completa de las Tablas astronómicas (El Almanaque perpetuo) de Abraham Zacuto, utilizadas más tarde por las expediciones de Vasco de Gama, Gaspar Alvares Cabral, Joao de Novoa y Albuquerque. Vale recordar la devoción de Colon por « ese maestro de mapas y brújulas » que fue el cartógrafo mallorqui Abraham Cresques, quien trazo el primer mapa con los descubrimientos de Marco Polo y cuyo Mapamundi (hoy conocido como Atlas catalán fue un apoyo insustituible para marinos y navegantes. Otro cartógrafo mallorquín autor de un famoso mapamundi, fue Haim Ben-Rish, convertido al cristianismo con el nombre de Juan de Vallescha. Colon descubrió los trabajos de esos dos ilustres maestros que fueron los hermanos José y Rodrigo Vecinho, constructores de un astrolabio que, utilizado juntamente con tablas sobre la desviación solar, hizo posible navegar mediante la observación del sol. En su proprio Mapa Mundi anoto el futuro almirante: « ...todos los pueblos recibieron al principio la astronomía de los judíos ». No se discute que gran parte de su información científica procedía de aquella prestigiosa Academia de Sagres cuyo primer director, Mestre Jacobo de Mallorca, debió abjurar de su religión Dicha academia, con su observatorio náutico producía los mapas planisferios y cartas de mayor precisión del siglo XV. Colon había heredado también un verdadero arsenal de documentos náuticos de esposa, que había sido soldado y navegante del Infante Enrique de Portugal. El apoyo a los proyectos de Colon Desde un comienzo tropezaron los proyectos de Colon, con numerosas dificultades encontrando oposición en las más altas instancias del reino. Sufrieron varios fracasos, saboteados por algunos « cristianos viejos ». Los que intervinieron en favor del Descubridor, ante la corte de los Reyes Católicos fueron Fray Antonio Marchena, Prior del convento La Rábida los sacerdotes Juan Pérez y Hernando de Talavera, y Diego Deza, tutor del Príncipe de Asturias – todos ellos reconocidos « cristianos nuevos ». Su ancla de salvación fue el Escribano de Racion (canciller) y tesorero de la Santa Hermandad, Luis de Santangel, y el Tesorero Real, Gabriel Sanchez – ambos judíos conversos. Estos impulsaron el primer viaje de Colon y lo financiaron de su patrimonio privado, y no con fondos de la Corona. A ellos dirigió Colon sendas cartas de este viaje, explicándoles las maravillas de las tierras descubiertas. Mucho otros conversos prestaron a Colon apoyo logístico prohijando desde adentro de la Corte la practicidad de sus ideas. Entre ellos encontramos a Juan Cabrero, camarero del Rey, a Alfonso de la Caballería, Vicecanciller de Aragon, al Marques de Moya y a su esposa Beatriz de Bobadilla, y a muchos otros favoritos de Palacio. La extraña conducta del Almirante Seria muy difícil explicar satisfactoriamente mucho de lo hecho, dicho y escrito por Cristobal Colon, si no tiene en cuenta el trasfondo judío de sus antecedentes, de cuya autenticidad subsisten ya pocas dudas. Colon se complacía en bautizar las costas que iba descubriendo con nombres inconfundiblemente judíos: la Ensenada Abraham de la isla Isabela en las Lucavas ; la Punta Isaac de la isla Santa María la antigua en las Pequeñas Antillas : el Cabo Salomón en la isla de Guadalupe : la Caleta David en Jamaica ; la Ensenada San David en la isla de Granada, etc. De Horta y Pardo sostiene (3) que el origen judío de Colon hay que buscarlo no solo en su tipo físico y en su temperamento, sino también en sus escritos e invocaciones al cielo bajo nombres bíblicos , tales como Israel, David, Jerusalem, Judá, el Rey de Israel, etc. Al ser nombrado almirante, Colon dirige una carta al príncipe Juan, donde dice, entre otras cosas: « ...No soy primer Almirante de mi familia. Que me den el nombre que quieran; pues al fin y al cabo David, rey muy prudente, guardaba ovejas y más tarde fue nombrado rey de Jerusalem, y yo soy siervo de aquel mismo Señor que levo a David a tal estado.... ». En su testamento lega Colon »...medio marco de plata a un judío que suele ponerse en la puerta de la judería de Lisboa... ». Pedro Martir de Angleria relata que el gobernador Francisco de Bobadilla había hecho llegar a los Reyes Católicos algunas cartas escritas por el Almirante a su hermano el Adelantado « en caracteres desconocidos ». Lacalle explica (4) que los hermanos Colon non sabían lengua alguna que fuese latina. Parece más natural suponer que conociesen , por tradición familiar, alguna forma cursiva de alfabeto hebreo. Como es sabido, aun hoy escriben algunos judíos sefaradíes en lengua española pero con letras hebreas. La familia Colon pudo muy bien haber conservado el conocimiento y el manejo de la escritura hebrea, después de haber abandonando el uso de la lengua. Según la costumbre de aquella época todo buen cristiano encabezaba sus cartas con una cruz. De las trece cartas que escribo Colon a su hijo Diego, solo une lleva la cruz y precisamente esa estaba destinada a ser mostrada a los Reyes. Bien examinadas, las cruces usadas por Colon resultan compuestas por dos letras del alfabeto hebreo – bet y hey – que son las iniciales de « Bendito sea Dios » (en hebreo Baruj Hashem; aun más enigmático es el criptograma de su firma (es conocida la atracción del Almirante por inclinaciones de tipo cabalístico . Para el catedrático judío portugués, Prof. Amzalak, las siete letras usadas por Colon constituyen la transposición al latín de siete letras hebraicas de una plegaria que expresa la fe en un Dios único (5). De todos los enigmas de Colon el más desconcertante es aquel se refiere a sus compañeros de ruta. Colon inicio su primer viaje de exploración el día 2 de agosto de 1492, zarpando de Palos de Moguer. Antes de partir permanecieron las tripulaciones de los tres barcos a bordo durante 2 días habiendo sido embarcadas el día 31 de julio. Esta fecha del 31 coincidió con el vencimiento del plazo de cuatro meses que habían fijado los Reyes Católicos al firmar, el día 31 de marzo de 1492, el Edicto de Expulsión ordenado a los judíos que abandonasen España. Es completamente falsa la versión tradicional de que los compañeros de Colon fueron en su mayoría a su regreso. Entre los 90 tripulantes del primer viaje no hubo un solo sacerdote, a pesar de su carácter misional ! Si los hubo tales como el converso Luis de Torres (en su Diario escribe Colon de « ...un tal Luis de Torres que había sido judío y sabía dizque hebraico y algo de arábigo », el interprete que fue el primero en pisar tierra americana, como Rodrigo de Triana (Rodrigo Bermejo) que desde el mástil de la nave capitana, fue el primero en ver el nuevo continente, como Mestre Bernal (reconciliado por judaizante en 1490), como Alonso de la Calle, Marco el Cirujano y Rodrigo Sánchez de Segovia (pariente del Tesorero Real Gabriel Sánchez y representante de los financistas). La nómina de los tripulantes del segundo viaje incluye puros judíos tales como Juan de Ocampo, Antonio de Castri, Efrain Benveniste de Calahorra, Alveno de Ledesma, Inigo de Ribas y Garcia de Gerrera. Fray Antonio de Aspa sostiene que Colon, en su primer viaje, había llevado más tripulación que la declarada. A esos los llama « genoveses » y no cristianos. Una conspiración de silencio Si Colon y sus familiares hubieran sido los únicos culpables de todo el misterio alrededor del Almirante, es poco probable que el secreto se hubiera mantenido después de su muerte. Quedaban sus hermanos Bartolomé y Diego que conocían toda la trayectoria familiar, quedaban sus hijos Diego y Fernando herederos de su nombre, quedaban los Arana de Córdoba con su segunda mujer Beatriz, madre de Fernando. Como lo comenta Pineda Yanez con justificación (6) estaban allí los historiadores que lo trataron, con Fray Bartolomé de las Casas a cuyas manos fueron a parar los papeles familiares de los Colon. Y no olvidemos que allí estaban también sus enemigos, tales los hermanos Pinzón y su concuñado, Miguel Muliart, así como sus parientes lusitanos que estuvieron en contacto estrecho con el Hermanos, hijos y nietos, amigos, enemigos y historiadores – nadie dijo una sola palabra de este personaje extraordinario. Alrededor de Colon fue creado el silencio mas absoluto. Todos callaron y no por voluntad propia sino porque los obligaron. Por toda España y aun por el extranjero por donde alcanzaba el poder de los Reyes Católicos paso una inexorable y celosa maquina inquisitorial que destruyo todo aquello que perjudicaba la leyenda maravillosa y la glorificación del Almirante. La verdad fue aplastada y retirada de la circulación. Nadie podía hablar, ni dar detalle o referencia alguna sobre Colon y su familia. Sin embargo, siempre hubo quienes sabían la verdad. Un siglo atrás reclamo el Arzobispo de Burdeos, Cardenal Donnet, al Vaticano la beatificación del Descubridor La Santa Congregación de los Ritos se pronuncio en contra, argumentando que no estaba bien aclarado el segundo matrimonio del Almirante, ni el nacimiento de su hijo Fernando. Lo que no se dijo entonces fue que Beatriz Enriquez de Arana era de sangre judía y que tanto esto como el linaje de Colon – no desconocido por el clero – eran un agravante mucho mas poderoso del que pudiera derivar de su estado civil. Fuente: eSefarad Pocos personajes históricos han despertado un interés tan grande entre los historiadores, investigadores y meros aficionados de la aventura romántica como el de Cristóbal Colon, por la magnitud de su obra, por las vicisitudes de su trayectoria, por lo pintoresco y misterioso del proprio personaje, y por el trabajo que amplios círculos se han tomado para dilucidar algunas facetas controvertidas en la existencia del Gran Almirante. Una de estas facetas es, justamente, aquella relacionada con los orígenes y antepasados de Colon, y con la profesión de su fe verdadera. Hoy en día no tendrían dichos antecedentes mayor relevancia, pero debemos recordar que el Almirante vivio y obro en una época en donde la pureza de fe católica la ascendencia cristiana intachable y la adhesión incondicional a las normas y formas prevalencientes, eran pre-requisitos, no solo para adquirir una posición elevada en la sociedad ibérica del siglo XV, sino, a veces para mantenerse en vida. De aquí el gran interés de unos en oscurecer, y de otros, en vislumbrar este enigma particular en la vida del gran Descubridor. Investigación del enigma Muchos fueron los que rastrearon pistas sobre el origen y la personalidad del enigmático navegante. Durante su vida lo hicieron su amigo Fray Bartolomé de las Casas, Pedro Martir de Angleria y Fray Antonio de Aspa. Luego lo hicieron « el cura de los Palacios » Andres Bernaldez, Gonzalo Fernadez de Oviedo, y otros, entre los cuales numerosos cronistas de Indias. En fechas más recientes lo investigaron Ceslo Garcia de la Riega, Salvador de Madariaga, Rafael Pineda Yanez, Ramon Mendendez Pidal, Vicente Blasco Ibanez, José Maria Lacalle, Dr Constantino de Horta Y Pardo y otros. Cabe destacar que el concepto de que Colon fuese judio no tuvo su origen entre judíos afanosos de encontrar una celebridad mas para la glorificacion de su pueblo. No se puede sospechar que fueran semitas De la Riega y Madariaga, Menendez Pidal y Balsco Ibannez, Lacalle y Yanez. La primera referencia impresa sobre la condición judía de Colon aparece en un documento diplomático fechado solamente 58 anos después de su muerte. Burdau, embajador de Francia en Madrid escribe a sus superiores sobre « Colon el judío ». Referencias similares abundan en la extensa literatura colombina durante el transcurso de los siglos. Veamos por que. El marco contextual Tal vez fue el proprio descubridor el primero en disimular y ocultar su ascendencia dada la época inquietante y peligrosa que le toco vivir. Fue el quien se decía : « ...descendiente de Colonius el vencedor de Mitridates, sobrino de dos almirantes, universitario de Pavia, capitán del rey Renato, combatiente contra infieles en el Mediterráneo y contra corsarios en el Atlántico explorador de Thule en el Septentrion... » (1). No debe sorprender el obstinado empeño del Almirante en reafirmar su cristianismo, en proclamarlo a gritos, en querer ser más papista, que el Papa, en auto-titularse « Cristum Ferens » (« el llevador de Cristo »). Colan sabía muy bien que en Castilla, tierra de inquisidores, tenía que moverse con pies de plomo para no correr riesgos innecesarios. De allí su amistad con los padres franciscanos, entonces los más encarnizados enemigos de los « marranos ». De allí su confraternidad con Fray Antonio de Marchena, Prior del convento de la Rábida y antiguo confesor de la reina, con Fray Juan Pérez y otros. Como lo apunta Cesar Lombroso, en un estudio psicológico sobre la personalidad de Colon: « ...con tal de alcanzar sus fines es capaz de las mas estupendas supercherías » Su transito por una nomenclatura de no menos de seis apellidos- desde Colombo, Columbo, Colom, Colomo, Colono y hasta el definitivo Colon – puede ser considerado como un intento más para confundir a sus enemigos. Rafael Pineda Yanez desterró del olvido un vocablo con hondas connotaciones. El hallazgo se refiere al sugestivo apelativo de « genovés » o « ginoves » – un tipo de común denominador acunado para designar peyorativamente a judíos falsos conversos y sospechosos de la fe (2). Dice Yanez que para la opinión generalizada del vulgo en Península Ibérica de los siglos XIV y XV, un « genovés » no solo podía haber nacido en la Liguria sino que en cualquier región de España siempre que tuviera en sus venas sangre hebrea. Esa misma connotación tendría el apelativo « portugués » para los habitantes de la cuenca del Rio de la Plata, en los siglos XVI y XVII. La imagen física del Almirante tampoco ayudada para ocultar sus antecedentes. Hasta hoy se lo recuerda como el hombre de la « capa raída ». Era de cabellos rojos, de tez encendida y pecosa, de rasgos característicamente definidos como semíticos Por lo tanto no deben sorprender sus pretextos de acendrado cristiano, ni la duplicidad entre su conformación interior y su conducta exterior. En España y Portugal del siglo XV no resultaba demasiado difícil ocultar orígenes y disimular religiones. Ese se debía a quien en todos los estratos de la sociedad Peninsular, e incluso en la propia Casa Real, judíos y conversos desempeñaban un papel preponderante, y la sangre judía circulaba hasta en el clero y la corona. Por ejemplo: Alfonso de Aragón, hijo bastardo del rey Juan de Navarra, se había enamorado de la hija de Abistar Hacohen, rico mercader judío de Zaragoza, y la hizo madre de 4 hijos que luego fueron Juan de Aragón, primer Conde de Ribagorza, Alfonso de Aragón, obispo de Tortosa y en tiempo de los Reyes Católicos Arzobispo de Tarragona, Fernando de Aragón Comendador de San Juan y Prior de Catalun, y Leonor de Aragón, esposa del Conde Albaide de Valencia. Casos idénticos abundaban también en el clero. Influido por las predicas de Vicente Ferrer, tomo los sacramentos Salomon Halévi, eminente talmudista y rabino de Burgos , quien fue nombrado obispo de Burgos con el nombre de Pablo de Santa María, llegando luego al cargo de Canciller del Reino y regente del menor Juan II de Castilla. Su hijo, Alonso de Cartagena, convertido al cristianismo en su niñez ocupado también ambos puestos. Otro hijo, Pedro de Cartagena, llego a ser Capitán General de Castilla. Juan de Torquemada, Cardenal en la corte del Papa Nicolás y tío del futuro inquisidor general, fue hijo de judia conversa casada con cristiano. Orígenes de la familia Colon Un laberinto de ciudades y patrias se disputan la cuna de Cristobal Colon. Era realmente genovés de origen ? Pues no hablada ni escribía el italiano, y en cambio si lo hacía en español, con marcado acento portugués Además de Génova hay en Italia solamente once ciudades que pretenden la gloria de ser su lugar de nacimiento (Saoma, Cuccaro, Nervi, Prudello, Oneglia, Finale. Quinto, Palestrella, Albisoli, y Coceria). Sus historiadores Pablo Corbani, y los bades Casanova y Casabianca, ofrecen numerosos argumetos en favor de la ciudad de Calvi, en Córcega. En 1874 el investigador norteamericano A. Goodrich sostuvo que Colon fue un pirata griego cuyo verdadero nombre seria Jorge Paleologo, hijo de un tal Nicolás Griego. El historiador inglés Charles Mullow afirma que Colon nació en Inglaterra, pero que residía en Génova. A lo más absurdo llego el escandinavo Thorwald Brynidse al pretender que Colon había nacido en Estados Unidos de Norteamérica. Hoy en día los eruditos se inclinan por las teorías de Salvador de Madariaga y Ceslo Garcia de la Riega. Esos y numerosos otros historiadores, coinciden en que Colon procedía de una familia judía tanto de parte materna como paterna. El origen del Almirante es indudablemente español, y más precisamente de la provincia de Pontevedra en Galicia, en las cercanías de la frontera con Portugal. De la Riega senla numerosos nombres dados por Colon a lugares por el descubiertos y que recuerdan a Galicia y a la provincia de Pontevedra, tales como Santiago, San Salvador, la Gallega, Porto Santo, la Galera, Punta Lanzada y otros. Los estudios actualizados comprueban que en el año 1435 había en Pontevedra un Abraham y un Eliezer Fonterosa y que la madre del Descubridor, doña Susana Fonterosa, tuvo ascendientes e nombre Jacob y Benjamín. Entre los condenados durante el auto de fe realizado en Tarragona en 1480, figuran un tal Andrés Colon, su mujer y su suegra. Todavía hoy en día se encuentran en la cuenca mediterránea familias judías de apellido Colon : Samuel Colon en Marruecos, Jeremías Colombus en Liora, Italia, Jesuah Colon en Sicilia, Salomón Colon en Zaragoza, España, y otros. De la Riega y Madariaga afirman que los Colon gallegos, convertidos « cristianos nuevos » pero manteniendo en la clandestinidad su religión anterior y ocultando sus orígenes judíos, abandonaron la Península ibérica a fines del siglo XIV, o sea después de los desmanes de 1391, y se instalaron en Génova. Constancias documentadas abonan la presencia en la cuidad ligura – en la tercera década del siglo XV – de los Colombo (Colon) y de los Fontanarossa (Fonterosa), cuyos nombres aparecen como antecesores de Cristóbal. El ambiente en tierras genovesas es por lo general hostil a la grey mosaica, y por lo tanto esta familia hebrea española mantiene su aislamiento. El lenguaje hablando en el nuevo hogar singue siendo el español y los contactos con el exterior son raros. La formación profesional del Almirante Si bien Colon no fue jamás un científico si fue perfeccionando sus conocimientos en cosmografía y en ciencias astronómicas Aquí sobresalen sus lazos muy estrechos con un elenco de estudiosos judíos de reconocida contribución al campo de la física astronomía cartografía y matemáticas Como joven y habla leído el itinerarium y otros libros de aquel viajero medieval que fue Benjamín de Tudela. Siendo marino consumado, frecuento Colon los secretos del instrumental náutico (cuadrantes, agujas, relojes, astrolabios y brújulas que desarrollaron principalmente los dos expertos judíos Isaac Nafuci y Efrain Bellchom. Conociendo las teorías de Davasorda (Bar-Hiya de Barcelona) sobre la forma de la tierra, hizo Colon amistad con Pedro Núñez, cosmógrafo cripto judío de la Corona de Portugal, que fue profesor de matemáticas en Coimbra y cuyo Tratado sobre la esfera inspiro a muchos navegantes. Para entonces ya conocía la compilacion completa de las Tablas astronómicas (El Almanaque perpetuo) de Abraham Zacuto, utilizadas más tarde por las expediciones de Vasco de Gama, Gaspar Alvares Cabral, Joao de Novoa y Albuquerque. Vale recordar la devoción de Colon por « ese maestro de mapas y brújulas » que fue el cartógrafo mallorqui Abraham Cresques, quien trazo el primer mapa con los descubrimientos de Marco Polo y cuyo Mapamundi (hoy conocido como Atlas catalán fue un apoyo insustituible para marinos y navegantes. Otro cartógrafo mallorquín autor de un famoso mapamundi, fue Haim Ben-Rish, convertido al cristianismo con el nombre de Juan de Vallescha. Colon descubrió los trabajos de esos dos ilustres maestros que fueron los hermanos José y Rodrigo Vecinho, constructores de un astrolabio que, utilizado juntamente con tablas sobre la desviación solar, hizo posible navegar mediante la observación del sol. En su proprio Mapa Mundi anoto el futuro almirante: « ...todos los pueblos recibieron al principio la astronomía de los judíos ». No se discute que gran parte de su información científica procedía de aquella prestigiosa Academia de Sagres cuyo primer director, Mestre Jacobo de Mallorca, debió abjurar de su religión Dicha academia, con su observatorio náutico producía los mapas planisferios y cartas de mayor precisión del siglo XV. Colon había heredado también un verdadero arsenal de documentos náuticos de esposa, que había sido soldado y navegante del Infante Enrique de Portugal. El apoyo a los proyectos de Colon Desde un comienzo tropezaron los proyectos de Colon, con numerosas dificultades encontrando oposición en las más altas instancias del reino. Sufrieron varios fracasos, saboteados por algunos « cristianos viejos ». Los que intervinieron en favor del Descubridor, ante la corte de los Reyes Católicos fueron Fray Antonio Marchena, Prior del convento La Rábida los sacerdotes Juan Pérez y Hernando de Talavera, y Diego Deza, tutor del Príncipe de Asturias – todos ellos reconocidos « cristianos nuevos ». Su ancla de salvación fue el Escribano de Racion (canciller) y tesorero de la Santa Hermandad, Luis de Santangel, y el Tesorero Real, Gabriel Sanchez – ambos judíos conversos. Estos impulsaron el primer viaje de Colon y lo financiaron de su patrimonio privado, y no con fondos de la Corona. A ellos dirigió Colon sendas cartas de este viaje, explicándoles las maravillas de las tierras descubiertas. Mucho otros conversos prestaron a Colon apoyo logístico prohijando desde adentro de la Corte la practicidad de sus ideas. Entre ellos encontramos a Juan Cabrero, camarero del Rey, a Alfonso de la Caballería, Vicecanciller de Aragon, al Marques de Moya y a su esposa Beatriz de Bobadilla, y a muchos otros favoritos de Palacio. La extraña conducta del Almirante Seria muy difícil explicar satisfactoriamente mucho de lo hecho, dicho y escrito por Cristobal Colon, si no tiene en cuenta el trasfondo judío de sus antecedentes, de cuya autenticidad subsisten ya pocas dudas. Colon se complacía en bautizar las costas que iba descubriendo con nombres inconfundiblemente judíos: la Ensenada Abraham de la isla Isabela en las Lucavas ; la Punta Isaac de la isla Santa María la antigua en las Pequeñas Antillas : el Cabo Salomón en la isla de Guadalupe : la Caleta David en Jamaica ; la Ensenada San David en la isla de Granada, etc. De Horta y Pardo sostiene (3) que el origen judío de Colon hay que buscarlo no solo en su tipo físico y en su temperamento, sino también en sus escritos e invocaciones al cielo bajo nombres bíblicos , tales como Israel, David, Jerusalem, Judá, el Rey de Israel, etc. Al ser nombrado almirante, Colon dirige una carta al príncipe Juan, donde dice, entre otras cosas: « ...No soy primer Almirante de mi familia. Que me den el nombre que quieran; pues al fin y al cabo David, rey muy prudente, guardaba ovejas y más tarde fue nombrado rey de Jerusalem, y yo soy siervo de aquel mismo Señor que levo a David a tal estado.... ». En su testamento lega Colon »...medio marco de plata a un judío que suele ponerse en la puerta de la judería de Lisboa... ». Pedro Martir de Angleria relata que el gobernador Francisco de Bobadilla había hecho llegar a los Reyes Católicos algunas cartas escritas por el Almirante a su hermano el Adelantado « en caracteres desconocidos ». Lacalle explica (4) que los hermanos Colon non sabían lengua alguna que fuese latina. Parece más natural suponer que conociesen , por tradición familiar, alguna forma cursiva de alfabeto hebreo. Como es sabido, aun hoy escriben algunos judíos sefaradíes en lengua española pero con letras hebreas. La familia Colon pudo muy bien haber conservado el conocimiento y el manejo de la escritura hebrea, después de haber abandonando el uso de la lengua. Según la costumbre de aquella época todo buen cristiano encabezaba sus cartas con una cruz. De las trece cartas que escribo Colon a su hijo Diego, solo une lleva la cruz y precisamente esa estaba destinada a ser mostrada a los Reyes. Bien examinadas, las cruces usadas por Colon resultan compuestas por dos letras del alfabeto hebreo – bet y hey – que son las iniciales de « Bendito sea Dios » (en hebreo Baruj Hashem; aun más enigmático es el criptograma de su firma (es conocida la atracción del Almirante por inclinaciones de tipo cabalístico . Para el catedrático judío portugués, Prof. Amzalak, las siete letras usadas por Colon constituyen la transposición al latín de siete letras hebraicas de una plegaria que expresa la fe en un Dios único (5). De todos los enigmas de Colon el más desconcertante es aquel se refiere a sus compañeros de ruta. Colon inicio su primer viaje de exploración el día 2 de agosto de 1492, zarpando de Palos de Moguer. Antes de partir permanecieron las tripulaciones de los tres barcos a bordo durante 2 días habiendo sido embarcadas el día 31 de julio. Esta fecha del 31 coincidió con el vencimiento del plazo de cuatro meses que habían fijado los Reyes Católicos al firmar, el día 31 de marzo de 1492, el Edicto de Expulsión ordenado a los judíos que abandonasen España. Es completamente falsa la versión tradicional de que los compañeros de Colon fueron en su mayoría a su regreso. Entre los 90 tripulantes del primer viaje no hubo un solo sacerdote, a pesar de su carácter misional ! Si los hubo tales como el converso Luis de Torres (en su Diario escribe Colon de « ...un tal Luis de Torres que había sido judío y sabía dizque hebraico y algo de arábigo », el interprete que fue el primero en pisar tierra americana, como Rodrigo de Triana (Rodrigo Bermejo) que desde el mástil de la nave capitana, fue el primero en ver el nuevo continente, como Mestre Bernal (reconciliado por judaizante en 1490), como Alonso de la Calle, Marco el Cirujano y Rodrigo Sánchez de Segovia (pariente del Tesorero Real Gabriel Sánchez y representante de los financistas). La nómina de los tripulantes del segundo viaje incluye puros judíos tales como Juan de Ocampo, Antonio de Castri, Efrain Benveniste de Calahorra, Alveno de Ledesma, Inigo de Ribas y Garcia de Gerrera. Fray Antonio de Aspa sostiene que Colon, en su primer viaje, había llevado más tripulación que la declarada. A esos los llama « genoveses » y no cristianos. Una conspiración de silencio Si Colon y sus familiares hubieran sido los únicos culpables de todo el misterio alrededor del Almirante, es poco probable que el secreto se hubiera mantenido después de su muerte. Quedaban sus hermanos Bartolomé y Diego que conocían toda la trayectoria familiar, quedaban sus hijos Diego y Fernando herederos de su nombre, quedaban los Arana de Córdoba con su segunda mujer Beatriz, madre de Fernando. Como lo comenta Pineda Yanez con justificación (6) estaban allí los historiadores que lo trataron, con Fray Bartolomé de las Casas a cuyas manos fueron a parar los papeles familiares de los Colon. Y no olvidemos que allí estaban también sus enemigos, tales los hermanos Pinzón y su concuñado, Miguel Muliart, así como sus parientes lusitanos que estuvieron en contacto estrecho con el Hermanos, hijos y nietos, amigos, enemigos y historiadores – nadie dijo una sola palabra de este personaje extraordinario. Alrededor de Colon fue creado el silencio mas absoluto. Todos callaron y no por voluntad propia sino porque los obligaron. Por toda España y aun por el extranjero por donde alcanzaba el poder de los Reyes Católicos paso una inexorable y celosa maquina inquisitorial que destruyo todo aquello que perjudicaba la leyenda maravillosa y la glorificación del Almirante. La verdad fue aplastada y retirada de la circulación. Nadie podía hablar, ni dar detalle o referencia alguna sobre Colon y su familia. Sin embargo, siempre hubo quienes sabían la verdad. Un siglo atrás reclamo el Arzobispo de Burdeos, Cardenal Donnet, al Vaticano la beatificación del Descubridor La Santa Congregación de los Ritos se pronuncio en contra, argumentando que no estaba bien aclarado el segundo matrimonio del Almirante, ni el nacimiento de su hijo Fernando. Lo que no se dijo entonces fue que Beatriz Enriquez de Arana era de sangre judía y que tanto esto como el linaje de Colon – no desconocido por el clero – eran un agravante mucho mas poderoso del que pudiera derivar de su estado civil. Fuente: eSefarad ESCRITO POR NISSIM FARIJ PARA ANAJNU (EL PORTAL JUDÍO DE CHILE)
http://www.anajnu.cl/colonenigmaorigen.htm