jueves, 7 de marzo de 2013

El futuro de los judíos venezolanos

MUERTE DE CHÁVEZ El futuro de los judíos venezolanos NJ/ - Durante los 14 años de gestión de Hugo Chávez, Venezuela se convirtió en uno de los países más antiisraelíes del mundo. La embajada del Estado judío fue cerrada y varias instituciones fueron atacadas. La colectividad de ese país, cada vez más hostigada, se pregunta por su futuro tras la muerte del líder caribeño. La preocupación de la comunidad judía de Venezuela es fácil de entender: de los casi 30.000 judíos que había en 1998 antes de la asunción de Chávez, en la actualidad quedan apenas alrededor de 8.000. La mayoría de los que se fueron emigraron hacia Israel, Estados Unidos y algunos países hispano-parlantes. La política exterior de Chávez se basó en una contundente retórica anti-estadounidense. A partir de allí, Venezuela empezó a conseguir aliados como Irán, Siria y Cuba. Dado el fuerte lazo que existe entre Washington e Israel, el pensamiento antiisraelí empezó a crecer cada vez más en las tierras del país caribeño. Poco a poco y teniendo en cuenta que los países anteriormente mencionados son gobernados por personajes como Mahmoud Ahmadinejad y Bashar al-Assad, las hostilidades contra la colectividad judía venezolana se fueron incrementando. Nicolás Maduro, quien está actualmente al mando de Venezuela y que es uno de los mayores candidatos para suceder a Hugo Chávez en los próximos comicios, denunció que al líder socialista le habían inoculado el cáncer (pese a que ningún médico especialista dio por válida esta teoría). Si bien no hizo acusaciones directas, no sería extraño que en algún momento apunte contra la comunidad judía. También existen los ataques contra el candidato opositor, Henrique Capriles, a quien se lo hostigó por los orígenes judíos de su familia. Para Daniel Duquenal, autor de un blog disidente, "es difícil predecir el futuro del antisemitismo en Venezuela", aunque ve con mejores ojos que el sucesor de Chávez sea Diosdado Cabello ya quizás así se “pueda ver el final del antisemitismo”. Lamentablemente, insiste el escritor, en caso de que sea Maduro quien continúe con el legado del líder caribeño, “hay pocas razones para creer que el antijudaísmo se disipará”. Sammy Eppel, un reconocido luchador de los derechos humanos, tiene una postura similar a la del Blogger. Sostiene que los medios de comunicación de Venezuela controlados por el Estado que han promovido un discurso antiisraelí lo continuarán haciendo “a menos que les den una directiva clara en sentido contrario”. Para León Amiras, vicepresidente de la OLEI-ISRAEL, "Chávez era un dictador de libro de texto, y a pesar de que él se ha ido, su partido todavía tiene el poder, ya que controlan todas las autoridades y los militares, lo que hace que las posibilidades de cambio sean escasas". Todavía no hay luz al final del túnel.