jueves, 21 de marzo de 2013

Los conflictos tras las sonrisas

Ron Ben Yishai Los hombres del entorno más íntimo de Barack Obama se esfuerzan por minimizar las expectativas en el público israelí y norteamericano. El valor de la visita es, de hecho, su concreción (eso es lo que dicen para evitar, incluso, una mirada de fracaso). Pero también saben que es buen momento para hacer negocios con el gobierno de Israel. Netanyahu ya no es el “Rey Bibi” tras la derrota en las elecciones y la negociación por la coalición, mientras Obama es libre y está relativamente suelto de presiones en el segundo (y, también, ultimo) período de su presidencia. Por eso es bastante claro que, Netanyahu, hará grandes esfuerzos por borrar los errores del pasado y otorgar un nuevo motor a la coordinación estratégica. Ya escribimos sobre lo que Estados Unidos intentará conseguir en Medio Oriente en el corto plazo: garantizar el suministro de energía regular al mercado mundial, frenar la carga sobre los ciudadanos, impedir una carrera armamentista nuclear regional y la caída del tratado de no proliferación de armas nucleares en el mundo, como consecuencia del éxito del proyecto nuclear militar iraní; evitar el rearme y expansión del islam radical para que no constituya una amenaza real para los regímenes islámicos moderados pro-occidentales en la región y una amenaza para Israel. Un objetivo, no menos importante, es proteger la influencia de Estados Unidos en la región frente a los internos de Rusia por derribarlos. En Washington saben que, Estados Unidos, no puede levantar solo semejante carga en el período de “La Edad Media” sangrienta que atraviesa la región. La solución: conformación de un eje de países sunitas moderados estables contrapeso al eje radical chiita, conducido por Irán, que intenta alcanzar la hegemonía en Medio Oriente. Las candidatas principales del eje pro-occidental son: el Golfo Pérsico, Turquía, Jordania y Egipto y, quizás, Marruecos y Argelia que colaborarán, entre sí, en momentos de crisis, destruirán a los grupos de la Jihad Mundial asesina, cooperarán y coordinarán, entre sí y con Estados Unidos, sus pasos. Eso, de hecho, ya ocurre en Siria. Washington se halla interesado en que Israel sea socio silencioso de ese eje para que sea posible dirigir algún tipo de cooperación, sobre tablas, con sus vecinos y, en especial, por debajo de la mesa. Eso puede ser útil si, por ejemplo, Estados Unidos o Israel o juntos atacan a Irán. A los fines de esa cooperación, es posible suponer que Obama pedirá a Netanyahu contenerse y calmar al ámbito palestino y, a Abu Mazen, le pedirá abstenerse de provocaciones políticas vacías que enojarán a Israel y encenderán la escalada en los territorios. Estados Unidos también quiere que, Israel, promueva gestos hacia los árabes y la Autoridad Palestina para aliviarlo sumándose, en la práctica, al eje musulmán pro-occidental como, por ejemplo, una declaración sobre la aceptación de la iniciativa de paz árabe. Por el mismo motivo, Obama pedirá a sus interlocutores israelíes, poner fin al conflicto con Turquía. Para ese paso estratégico norteamericano hay un comienzo en el terreno. Existe una estrecha colaboración entre Estados Unidos y otros elementos de la región en el tema de impedir la filtración de armas químicas sirias hacia factores indeseados. En el tema sirio existe acuerdo israelí y norteamericano con respecto a la necesidad de impedirle a al-Qaeda el control de Siria. Mover la línea roja Hasta aquí, la “gran estrategia” que Obama intentará promover en su visita a Israel. En el plano práctico habrá tres temas sobre la mesa: Irán nuclear, reanudación de los esfuerzos por alcanzar un acuerdo al conflicto israelí-palestino y un enfrentamiento con las amenazas del norte (Siria y Líbano). En el tema de Irán se redujo un poco la diferencia entre Israel y el gobierno. Ya no hay una discusión sobre los datos de inteligencia que señalan que, el proyecto nuclear militar, se encuentra en etapa avanzada. Existe un acuerdo de principios para ir antes por los esfuerzos no militares y que Occidente debe contar con una opción creíble que funcione si Irán atraviesa la línea roja. ¿Por dónde pasa, con exactitud, la línea roja? Sobre el tema existe una brecha grande entre la concepción norteamericana y la israelí. Los norteamericanos hablan de “evitar armas nucleares de Irán” e Israel afirma que debe impedirse a Irán “la capacidad” que le permita producir armas nucleares. En palabras simples: Estados Unidos habla de frenar a Irán en el momento anterior a que empiece a producir, en la práctica, ojivas nucleares. Si no hay opción, incluso a través de un ataque militar. Israel exige frenar, mucho antes, a Irán. Antes que Irán acumule 240 kg de uranio enriquecido a un nivel del 20% y antes que sus científicos tengan capacidad de instalar un prototipo confiable de planta explosiva nuclear (aún sin ser armas), es decir antes que Irán se vuelva un país de umbral nuclear. En Israel sostienen que, si Irán se vuelve país umbral, el efecto sobre la región será precisamente como si ya tuviera la bomba. Los norteamericanos no aceptan esa tesis, si bien redujeron su línea roja y la acercaron a la israelí. En entrevista a Yonit Levy el Canal 2, Obama insinuó que no dejaría a Irán adquirir capacidad para producir armas nucleares y que si Khaminei ordena a sus hombres producir armas de ese tipo, Estados Unidos actuará, de inmediato. Pero hay una diferencia enorme entre el ritmo en el que corre el reloj norteamericano y el israelí. Los norteamericanos están convencidos que pasará más de un año hasta que Irán llegue a la situación en que alcance la capacidad de producir armas nucleares desde el momento en que Khaminei de la orden. El sentido es que hay tiempo para derivar la presión a los ayatolas a través de sanciones, alrededor de negociaciones políticas y, quizás, también operativos de eliminación y secretos. Si esos recursos no provocan el freno del programa nuclear iraní hasta el verano del 2014, Estados Unidos deberá evaluar y disponerse en el terreno al operativo militar. En Israel dicen que el punto de la decisión debe ser no en un año sino en el verano o, a más tardar, en el próximo otoño cuando Irán ya cuente con un depósito fluido de uranio enriquecido a un nivel del 20% que alcance para la instalación de una ojiva nuclear. Poner fin al bleff Otro punto de disputa es el tema de la credibilidad sobre la opción militar norteamericana. Netanyahu y sus hombres argumentarán que si los iraníes no están convencidos que Estados Unidos cuenta con un programa, y verdadera intención de atacar los depósitos nucleares, no postergarán el enriquecimiento de uranio y, el desarrollo de armas, no estarán dispuestos a flexibilizar sus posiciones en las negociaciones con las potencias (5 miembros del Consejo de Seguridad y Alemania). Contra ello, Obama y sus hombres sostendrán, con justicia, que en el Pentágono ya están dispuestos los programas de ataque detallados y útiles contra Irán y que el Ministro de Seguridad saliente, tal como el Jefe Mayor Benny Gantz, los conocen más o menos. Pero, dirán los israelíes, los iraníes no les creen y piensan que los dichos sobre la opción militar son un bleff. Lo piensan tras la designación de John Kerry como Canciller y Chuck Haguel como Ministro de Defensa. Ambas personalidades son conocidas como opositores al ataque contra Irán. Los iraníes prestan atención a la partida de uno de los porta-aviones del Golfo Pérsico y a que reducen el presupuesto de seguridad. Es un hecho, agregarán los israelíes, nuestra inteligencia sabe, con certeza, que los iraníes no temen, por ahora, un ataque a pesar de sus y nuestros reiterados dichos que todas las opciones están sobre la mesa. Hagan algo que les demuestre que ustedes son serios. De otro modo no hay probabilidad que se flexibilicen, antes o después, de las elecciones iraníes en junio. Es probable que sobre ese tema, los norteamericanos hagan algo tras la visita. Sobre el tema iraní, los norteamericanos tendrán una clara exigencia hacia Israel: no nos sorprendan con acciones militares independientes. Continúen manteniendo la contención en los medios. Cada vez que un político o militar israelí amenaza con atacar a Irán o a las plantas nucleares, los iraníes no se emocionan pero, en el mercado del petróleo mundial, los precios vuelan. Los iraníes ganan y las economías de Europa sufren un fuerte golpe. Sin opción, es preferible sin negociación Sobre las posiciones norteamericanas en el tema palestino es imposible renovarse mucho. A la luz de su experiencia pasada, es posible creerle a Obama que no está apurado en saltar al agua fría de la mediación, entre Abu Mazen y Netanyahu. Cabe suponer que, Obama, intentará aclarar, al principio, no solo si hay opción de reanudar la negociación sino, en particular, si hay opción a que eso conduzca a algún resultado. De otro modo, es preferible no entrar en la negociación para no crear, en los territorios, decepción y fracaso adicional al existente. Netanyahu y Ya´alon propondrán a Obama que Estados Unidos intente mediar un acuerdo transitorio que permita el avance, más tarde, hacia un acuerdo estable; cuando ambas partes estén dispuestas a hacer concesiones firmes. Son muchas las probabilidades que, Abu Mazen, continúe obstinado con el congelamiento de los asentamientos como condición al ingreso a la sala de debates. Cabe suponer, de acuerdo a la conformación del nuevo gobierno, que Netanyahu y sus ministros no responderán. Sin embargo, existe la propuesta de Dan Meridor: solo el congelamiento por fuera del bloque de la colonización. Yair Lapid y Tzipi Livni, querrán promover esa propuesta y no solo como gesto hacia el presidente de nuestra potencia protectora. Es interesante lo que sucederá si así lo hacen. Ese será el primer examen político del gobierno cuya mayoría es entusiasta seguidor de los asentamientos. En todo caso, si Obama prueba que no hay opción a mover efectivamente la negociación, pedirá a Israel un gesto y pasos tranquilizadores (en el tema de los presos, por ejemplo) y se abstendrá de medidas que enciendan el terreno. También intentará resolver la pobreza de dinero de Abu Mazen para que vuelva a casa a pensar junto a Kerry. Mientras tanto, no habrá frotación de manos pero, en el futuro ( supongamos que en medio año), es probable que, Estados Unidos, venga con una propuesta marco para un acuerdo que tratará de forzar a las partes. No es el Tío Sam En todo lo referido al ámbito norte, Siria, Hezbollah y Líbano, no hay discusión entre Israel y Estados Unidos. No tiene lugar el informe británico de que Israel pidió a los norteamericanos intervenir en Siria si, el régimen de Assad, intenta pasarle a Hezbollah en Líbano las armas modernas que eliminen la libertad de acción de las FDI. Tal como ya fuera publicado, las FDI (en especial el brazo aéreo) sabe concretar esas acciones con rapidez y eficacia y cabe suponer, en base a varios sucesos del pasado no lejano, que entre Israel y Estados Unidos existe un entendimiento silencioso; que Israel cuenta con libertad de acción en el tema. Así también sobre la filtración de armas químicas a manos irresponsables. Israel es el factor principal que cuenta con la inteligencia necesaria y la capacidad operativa para actuar con rapidez, incluso si Occidente se sorprende. Existe también un acuerdo, entre Estados Unidos e Israel, sobre el derecho de Israel a frustrar el terror limítrofe en las Alturas del Golan y Líbano y reprimir, con rapidez y firmeza, un ataque de disparos de largo alcance de Hezbollah contra una concentración de civiles en Israel. Cabe suponer, de antemano, que la visita del presidente norteamericano a la Tierra Santa será inscripto en los medios como gran triunfo; simplemente porque Obama, Netanyahu y en cierta medida también Abu Mazen, tienen interés en ayudarse entre sí para salvarse de los fracasos y las humillaciones políticas que sufrieron recientemente en el ámbito doméstico. Pero, esa visita, tendrá un rol práctico de importancia en el que el presidente norteamericano no jugará el rol del Tío Sam que reparte los regalos y los chupetines a los niños, sino que exigirá - a Israel y a los palestinos- que ayuden a concretar la nueva estrategia medio oriental de su gobierno. http://www.ynet.co.il/articles/0,7340,L-4358105,00.html-cidipal #tema#