jueves, 21 de marzo de 2013

Obama en hebreo: "Nuestro Pacto es Eterno"

cidipal El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no ahorró cálidas palabras en hebreo a su arribo de visita a Israel. “Gracias por ésta cálida bienvenida. Es mi tercera visita a Israel y entonces permítanme decir que es bueno estar nuevamente en Israel”, dijo Obama en hebreo. “Es, para mi, un honor estar aquí cuando ustedes inician los preparativos para el 65° aniversario de la independencia. Cuando camino aquí piso el suelo histórico de la tierra judía. Hace más de 3000 años, el pueblo judío vivió aquí y oró aquí a su D- os y tras cientos de años de expulsión y persecuciones sin igual en la historia de la humanidad, el surgimiento del Estado de Israel fue un re-nacimiento. “Hoy, hijos e hijas de Abraham y Sara, materializan el sueño de generaciones: ser dueños de su destino en su estado soberano; en sus 65 años y, también ahora, Estados Unidos permanece orgulloso a vuestro lado como el aliado más fuerte y como el mejor amigo. Es mi primera estación como presidente en mi segundo mandato. En ésta región los vientos de cambio portan consigo esperanza y riesgos. Veo en ésta visita una oportunidad de reforzar la relación estable entre los países. A Barack Obama lo recibió en primera línea el presidente Shimon Peres: Presidente Barack Obama Querido amigo: ¡Bienvenido a Israel! Lo recibimos como el enorme presidente de Estados Unidos de América, como al líder excepcional, como al amigo histórico de Israel y del pueblo judío. Su visita representa un ejemplo maravilloso de la amistad entre nuestras dos naciones. El pueblo de Israel lo recibe con su corazón abierto. Desde lo profundo de nuestro corazón, desde la profundidad de nuestra historia, muchas gracias, Señor Presidente. Muchas gracias, América. Gracias por lo que representa- Gracias por sus actos. Gracias por la esperanza que porta consigo. En pocos minutos iniciará su ruta hacia Jerusalem, nuestra antigua capital. Verá las colinas y las montañas desde donde predicaron nuestros profetas; el lugar donde nació el espíritu del pueblo judío, sobre el cual fue creado el Estado de Israel. América e Israel son algo diferentes en su tamaño; en el tamaño pero no en el destino. El sueño americano surge del Tanaj. El espíritu israelí se inspira en la singularidad norteamericana. Nos separa un océano pero nos une el compromiso por la libertad y la justicia, la lucha permanente por la paz. Estamos frente a los mismos riesgos. Compartimos las mismas esperanzas. Señor Presidente; Estados Unidos se hizo grande por dar, no por quitar. Vuestra generosidad permitió la libertad al mundo; un mundo sin la conducción norteamericana, sin su voz moral, sería un mundo más pobre. Un mundo sin vuestra amistad traerá agresividad hacia Israel. Señor presidente, Vuestra historia pone al descubierto la historia del mundo, tal como es. Vuestra visión revela el futuro tal como debe ser. Usted propuso al pueblo norteamericano y a los pueblos del mundo una conducción de visión, de valores; un liderazgo comprometido con un mañana mejor. En días de guerra y días de paz, vuestro apoyo a Israel no es objetable. Usted nos permitió manifestar fuerza de forma excepcional y aspirar a la paz. El fortalecimiento de la seguridad es el mejor camino para reforzar la paz. Deseamos ver un final para el conflicto con los palestinos; ver a los palestinos gozar de la libertad y del progreso en su estado. Extendemos la mano a la paz para todos los estados del Medio Oriente. América permaneció, desde el principio, a nuestro lado. Nos apoyaron en el momento en que reconstruimos nuestro antiguo suelo y defendemos nuestra tierra. Señor Presidente; En nuestra tierra encontrará nuestra amistad y la calidez del pueblo de Israel. Señor Presidente; El pueblo de Israel quiere hacerlo sentir en casa, entonces: Bienvenido a casa, señor Presidente”.