miércoles, 20 de noviembre de 2013

EN DEFENSA DEL SER JUDIO (En espíritu y acción)

número 333 del NotiOlei hemos publicado un artículo del Profesor. Marcos Peckel titulado “En defensa del judaísmo laico” El Sr. Alter B. Himelfarw nos ha enviado su respuesta al mismo y publicamos a continuación (N de R.) http://www.olei.org.il/index.php/opinion-sobre-israel/item/1259-en-defensa-del-juda%C3%ADsmo-laico “¡Atención! ¡Atención ¡ Nos permitimos confirmar la llegada de los 12 espías. De ellos, sólo 2 espías Joshua Bin Nun y Kalev Ben Yefunnes, hablaron positivamente de la tierra de Israel. Sin embargo, el resto de los espías, ha alebrestado a la gran mayoría de Nuestro pueblo a través de difundir “Lashón Hará”, despotricando de la Tierra que Les He prometido, lo cual no Me ha gustado para nada, creando incertidumbre entre la población, desconociendo las proezas que Yo he hecho por y para Uds., como: a) Las 10 plagas de Egipto b) La apertura del Mar Rojo, para que Uds. pudieran pasar, c) La entrega de la Toráh, d) La repartición del maná diario de Domingo a Jueves, con la doble porción del viernes, etc… etc… Por lo tanto, en vista de lo anterior, Decreto: Todo el pueblo de Israel, será castigado a permanecer 40 años más en el desierto. Un año por cada día de los que estuvieron en la exploración. Todos Uds. morirán en el desierto, a excepción de aquellos dos espías mencionados. Ello, con el propósito de que a Israel, nuestra tierra prometida, sólo entren los verdaderos Sionistas que sí quieren cumplir los mandamientos que Yo os he dado. Se los digo de viva voz y debe cumplirse”. Utilizando la estrategia y la técnica del Profesor Marcos Peckel, traigo a colación el episodio del párrafo anterior, conocido como “de los espías”, que se encuentra en nuestra Toráh, en el libro de Números XIII, 1 al 33; Números XIV, 1 al 45. Dios genera ese castigo a Su Pueblo, en vista de la incredulidad de la gente. Dios fue muy claro: Los Judíos que quieran cumplir con mis Mandamientos pueden entrar a Israel. Los que no quieran cumplir mis Mandamientos, a que vienen a Israel? Si van a vivir con las costumbres de otros pueblos, mejor quédense en la diáspora. Es decir, dicho de otra manera, como en efecto ocurrió, “muéranse por fuera de la Tierra Prometida”. La Toráh, fue entregada por Dios a Moshé. Moshé un ser humano especial, seleccionado por Dios, la escribió, siguiendo las pautas que Dios le daba. Lo queramos creer o no, es cuestión de Emunáh, de “Fe”. No podemos “sesgar” a la opinión pública, bajo el soporte de que “posiblemente” Ezra y Nehemia, la escribieron. Y aquí no estamos hablando de la llamada Toráh Oral. que sí fue escrita por otros (seres humanos). La Toráh no es, al decir del Profesor Marcos Peckel, “…posiblemente el primer gran libro de leyes en la historia de la humanidad…”. La Toráh, son los Mandamientos de Dios, entregados a los seres humanos, hechos a *su imagen y semejanza* , para mejorar la relación entre ellos. A base de Justicia y Bondad. Equilibrio y Paz. Es la palabra de Dios. No fue hecha por “genios”, como lo quiere inducir el Profesor Peckel, puesto que “matemáticamente”, estaríamos “creyendo” en un dios de cartón”, “craneado” por seres humanos. Según el Profesor Peckel, tendríamos que concluir que Dios es invento humano. Entonces ahí sí, tendríamos que cerrar el libro, apagar la luz y olvidarnos de Dios (Dios nos libre). La Toráh, no es un Manual de Medicina, ni de Agricultura, ni de Zoología. Es en términos generales un Compendio de Normas y leyes de Comportamiento dadas por Dios, a través de Moshé, para que nosotros seamos cada día mejores seres humanos. Y cuando digo Leyes de Comportamiento, me refiero al comportamiento del SER HUMANO, con sus padres, consigo mismo, con su esposa, con sus hijos, con el prójimo, con su forma de comerciar, con sus subalternos, etc…La Toráh, habló a la humanidad por primera vez de “Amar a tu prójimo” como a ti mismo”. Esa, como dijo uno de nuestros ERUDITOS, Hillel, es la esencia del judaísmo. Dice el Profesor Pekel, que “….las leyes conocidas como Mitzvot, son leyes terrenales apartadas completamente de lo divino, exceptuando las pocas relacionadas con ese Dios…”. A éste respecto, Dios nos ordena (algunos ejemplos de los 613 mandamientos): a) No engañarás al extranjero y b) No le impondrás usura (EXODO, XXII, 20 Y 24, respectivamente; c) No recibirás soborno EXODO, XXIII, 8; d) El salario del jornalero no ha de quedar en tu poder hasta la mañana; e) Ni pondrás tropiezo delante del ciego (al ignorante, al ingenuo). LEVÍTICO XIX, 13, 14. f) Amarás a tu prójimo como a ti mismo, Yo soy el Eterno. LEVÍTICO XIX, 18. y g) No especularás con los alimentos, DEUTERONOMIO XXIII, 20., etc…etc…¿Cómo puede decir el Profesor Peckel, que son terrenales?. Dios manifiesta que Sus Mandamientos van dirigidos a los Seres Humanos. Cuando el Profesor Peckel habla de que: “…en esos tiempos de politeísmo, los judíos siguieron la creencia en una sola deidad cuya existencia *no podrá nunca ser probada ni negada...” o cuando agrega que “...otras culturas que convertían en dioses lo que no podían entonces explicar…”, está declarando tácitamente, que los judíos seríamos los ganadores del premio Nobel de la “Magna Invención”, como si hubiera sido un “cabezazo” de los judíos el haber “inventado” a Dios. Dios mismo, alerta al pueblo judío de que recibirá BENDICIONES o MALDICIONES, según cumpla o no sus mandamientos. (DEUTERONOMIO XXVIII, 1 al 62). Igualmente los Profetas alertan al pueblo judío, que de no cumplir con los mandamientos y además transgredirlos, seríamos destruidos y expulsados de nuestra Tierra…Eso demuestra, que dados los Mandamientos al Ser Humano, éste tenía, tiene y tendrá la libre elección de cumplirlos o no. Eso es una manifestación Divina de lo que comúnmente se conoce como el “Libre Albedrío”. No es como dice el profesor Peckel que “…el judío tiene la libertad de vivir su judaísmo a su buen saber y entender….” El judío puede cumplir o no, lo cual es diferente… Pero lo que no puede es reinventar su propio judaísmo. Cuando se estudia, así sea un poco de Toráh, se observa que el Pueblo judío va acomodando su vida moderna, dentro de los Mandamientos y planteamientos de la Toráh. Yo te doy los Mandamientos y tu “Ser Humano”, verás si los cumples o no. Y eso, de ninguna manera quiere decir, que “ello” demuestra la “temporalidad” de esas leyes y su carácter terrenal”. Eso demuestra que el hombre es libre de cumplirlos o no. Cabe aclarar que de los 613 Mandamientos que el judío debía cumplir, algunos eran obligantes mientras existió el Templo. Al destruirse el Templo por nuestra culpa, éstos mandamientos u obligaciones caducaron. Además, también estaban referidas por ejemplo a la “esclavitud”, palabra cuya traducción no coincide ni es comparable con el conocimiento que tenemos de la esclavitud de 20 millones de negros, sacados de su hábitat en África. Por otra parte, algunos mandamientos estaban referidos a determinados grupos de personas o actividades. Quien no era comerciante, no tenía por qué cumplir Mandamientos referidos al Comercio. Quien no tenía “esclavos” no tenía que cumplir los mandamientos alusivos a ésta capacidad. Los varones no tenían que cumplir, Mandamientos referidos a las mujeres y viceversa, de manera que no todos debían cumplir todos los 613 mandamientos. De ahí que, los judíos no hemos legado en ese sentido, nada a la humanidad. Los mandamientos son de Dios. El Pueblo judío sigue vivo, los grandes Imperios, como el Romano, el Griego, el Persa, el Babilónico y otros, desaparecieron por completo. Sus dioses, desaparecieron también por completo. El pueblo judío, no ha legado nada. La Toráh la dio Dios a la humanidad. El que quiera saber y tenga temor de Dios, que venga y aprenda, nos enseña el Pirkei Avot. Los Profetas, tuvieron la iluminación Divina, precisamente para hablar como voceros de Dios. La Toráh ya estaba. Los profetas aparecieron después, de manera que ellos no “forjaron” la esencia de la Toráh ni revelaron el “secreto” de su supervivencia. A pesar de que el pueblo judío ha abandonado a Dios, a pesar de todas las maldiciones que nos han caído, (Destrucción del Primer Templo y de la población, por los Babilonios; La atroz destrucción del 2° Templo y de la población, por el Imperio Romano; La Inquisición, Las Cruzadas, El Nazismo), Dios no nos ha abandonado. EL SIONISMO, es el retorno a Tzyón. Es el retorno a la Tierra Prometida de Dios. Tierra que Dios nos entregó, cumpliendo Su Promesa. Nosotros somos los que no le hemos cumplido a Dios y por eso perdimos esa Tierra que penetraba lo que hoy en días es Líbano, Siria y Jordania. Al expulsarnos los Romanos, nosotros los judíos, lo perdimos todo. ¿Pero por qué ha insistido el pueblo judío, volver a ésa Tierra? Perdimos la Tierra y unos 1947 años después de estar reproduciéndonos por tierras lejanas de Israel, en Asia, África, Europa y América, salimos “con el cuento” de que ésa Tierra es nuestra. Pues sí, ésa Tierra es nuestra y así está establecido en la Toráh. Entrar a Israel es un Mandamiento de Dios. De manera que quien quiera que sea Sionista, no puede salir con “la historieta” de ser “Laico”, cuando el Sionismo precisamente se origina en la Toráh. O sea, no hay judíos laicos. Lo que hay son judíos perezosos, que basados en ese cuento del “laicismo”, dejan a un lado sus obligaciones espirituales, como si ser “Laico” tuviera “patente de corzo” para no cumplir. La propuesta del Profesor Peckel, está como el cuento de Pedrito que va a la tienda a comprar “raspao” (Una bebida a base de hielo) y como Doña Juana la tendera, le contesta que no hay hielo, Pedrito le contesta que se lo venda sin hielo….O como el profesor marxista de la Universidad, que pide la licencia del año “Sabático”, inspirado precisamente en el mandamiento Divino de descansar el Sábado, el Séptimo día…el Séptimo año… Obviamente, cumplida la partición de la Liga de las Naciones, -lo cual favoreció al Pueblo Judío, cuando recibimos parte de la Tierra que Dios nos había entregado y que habíamos perdido por casi 2000 años-, quienes comenzaron a manejar el nuevo Estado, con toda su muy buena fe y voluntad, cometieron algunos errores, que hoy por hoy se están pagando bastante caros, hasta el punto de que el dogmatismo reflejado en la Ultraortodoxia y el Laicismo por la otra, (¡ojo! No el Sionismo), terminarán por acabar, no con la esencia de Israel, sino con el Estado de Israel. Todo lo contrario a lo que dice el profesor Peckel, de que “…el judaísmo laico y pluralista es la clave para la preservación de la identidad judía y del pueblo judío...”. Eso, es un exabrupto. En la época previa a la Inquisición, en España había bastante asimilación. Por ello, cuando el Laico va “dejando de lado” sus acciones como judío, tanto espirituales -con Dios-, como con su semejante, va perdiendo el Mandamiento de “Educar a tus hijos, para que ellos le expliquen a los suyos y éstos a los suyos”. Y es ahí cuando ese judío “Laico”, va aislándose de la Comunidad. Israel a pesar de sus contradictores “Laicos”, es el único país del Mundo que “pierde” casi 2 meses de no trabajo, para cumplir el descanso de Shabat. (54 días sobre 365). Ni un solo país en el Mundo lo hace. Ni las Naciones Unidas le reconocen al Estado de Israel, que ésa celebración del Shabat, es lo más ecológico y equilibrado que pueda haber. Eso está en la Toráh. Igualmente cumple con Pesaj, Shavuot y Succoth, que están en la Toráh. También Rosh Hashanáh (día del Año Nuevo) y Yom Kipur (día de expiación y ayuno). Sus meses se rigen por los meses lunares. Ese camino del pueblo judío dentro de la humanidad, no es un “desafío que el destino le ha impuesto al pueblo judío”, sino que ese desafío se lo ha impuesto Dios al pueblo judío, al haber escogido a Abraham para tal propósito. No estoy pues defendiendo la Ultraortodoxia, ya que al igual que el “Laicismo”, alejan al judío de su fe. El tema es extenso, con “mucha tela de dónde cortar”, pero estos comentarios del Profesor Peckel se encuentran viciados de error. Remito al Profesor Peckel al cuadro comparativo, parte del simposio “The Future of the American Jewry”, en la Universidad de Harvard, en Febrero del 2006, donde a partir de un 100 judíos laicos, a la cuarta generación sólo llegan 7 a identificarse como judíos, mientras que al menos la centro-ortodoxia arroja a la cuarta generación 434 identificados como judíos. También, con el debido respeto, lo remito a un excelente artículo que aparece en el “KOL AIM” (de la A.I.M/Bogotá.), semana del 13 al 19 de Oct. del 2013, proveniente del Jerusalem Post, titulado: “¿Por qué molestarse con ser Judío?”. Para finalizar, ya que menciona con honores a Maimónides, también lo remito a éste comentario de él, (Rambam): “ La intención de la Toráh es la de corregir y perfeccionar el cuerpo y el alma. La Toráh proviene del cielo y fue entregada toda a Moshé Rabeinu, directo del Eterno . Es perfecta, Pura, sagrada y Verídica…” ( Jok L’Israel/Yaacov Yosef/Mesilot Ha-Torah/Prólogo). *A.I.E.L.C (Asociación Israelí de Escritores en Lengua Castellana)