domingo, 1 de noviembre de 2015

Clinton insta a completar el legado de Rabin en el 20 aniversario del asesinato
Cien mil personas se congregaron en Tel Aviv para conmemorar el 20 aniversario del asesinato del primer ministro Itzhak Rabin, acto durante el que el ex presidente estadounidense Bil Clinton aseguró que si Rabin estuviera allí diría: "pongámonos a acabar aquello por lo que di mi vida". Los reunidos en la plaza de Rabin recordaron al que fuera primer ministro y uno de los artífices de los acuerdos de paz de Oslo.

En la ceremonia participaron, entre otros, el presidente, Reuvén Rivlin, y el ex presidente de EE.UU. Bill Clinton, que recordaron el legado de Rabín y apostaron por seguir buscando fórmulas para traer la paz a la región, que vive en el último mes una nueva oleada de violencia.

"Los que le amábamos y amamos vuestro país rezamos para que ustedes tomen la decisión correcta", dijo Clinton, que advirtió que "los riesgos de la paz no son tan graves como los riesgos de alejarse de ella".

El ex presidente estadounidense instó a los asistentes a "pensar en cómo hacer para acabar su legado" y trabajar por los valores fundamentales que él hizo avanzar: la libertad y la paz, la democracia y la aceptación de aquellos que son diferentes.

"Siempre rechazó tomar el camino fácil, que era negar los hechos evidentes", dijo Clinton, quien recordó que "cuando firmó los acuerdos de paz en septiembre de 1993 dijo a los palestinos: 'Estamos destinados a vivir juntos en el mismo suelo, en la misma tierra'".

Rabin no creía que mantener el control de Cisjordania traería seguridad y tampoco quería ver a Israel ante el dilema de tener que decidir si ser un estado judío pero no democrático o un estado democrático pero no judío, agregó.

"Si Rabín estuviera aquí hoy, diría: dejemos estos halagos y pongámonos a acabar aquello por lo que di mi vida", aseguró Clinton.

El presidente Rivlin, por su parte, declaró que Israel nunca cederá ante los extremistas religiosos: "No nos asustan", dijo, y aseguró que los ciudadanos están unidos "contra el racismo y el extremismo".

"Hoy estamos aquí, juntos, enfrentándonos al punto de mira de aquel asesinato, al odio de los violentos, los márgenes extremos, para decir: No nos vencerán", apuntó Rivlin, quien aseguró que el país no será víctima de la violencia y la intimidación. "Nunca".

"Han pasado veinte años y todavía estamos demasiado ocupados con nosotros mismos recolectando las heridas del pasado en vez de construyendo el futuro", dijo el jefe del Estado, que apostó por dedicar más esfuerzo a entender y escuchar a la otra parte que a ver la justicia y el daño en cada lado.

"No debemos tener miedo. La democracia israelí es suficientemente fuerte", dijo, y señaló que los israelíes "sueñan juntos con un Israel donde todos puedan sentirse parte, que sea judío y democrático al mismo tiempo".

En la ceremonia también se proyectó un mensaje grabado del presidente estadounidense, Barack Obama, en el que aseguraba que Rabin "entendió los retos a que se enfrenta Israel" y alabó a los presentes porque, con su asistencia "demuestran que quieren la paz y se oponen a la violencia".

"Sigo creyendo lo que dije hace dos años en Israel: la paz es necesaria, justa y posible", señaló, y agregó que "los israelíes tienen derecho a vivir en su patria y los palestinos tienen derecho a vivir libremente en la suya", agregó.

La concentración está convocada cada año por la organización "Recordando el asesinato, luchando por la democracia" y apoyada por movimientos sociales, especialmente juveniles y pacifistas.

Entre el público abundaban banderas israelíes, globos blancos y azules (colores de la bandera) y pancartas con las fotos del dirigente, que recibió el premio nobel de la paz y con mensajes de paz. EFE y Aurora

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