‘Licencia para disfrazarse’ en Israel
Los agentes Mistaravin actúan camuflados como el enemigo |’Hoy un cuchillo es más importante que 100 fusiles contra Israel’.
“Por mi experiencia, te puedo decir que colaboramos con otros países. En la lucha antiterrorista es importante intercambiar información y aprender de otros“, nos dice Ofer, ex agente de una unidad de élite israelí que se niega a dar su apellido.
De esta forma se refiere a las palabras desde París del comandante Jean Michel Fauverge reconociendo cambios en los métodos de intervención de la Policía francesa. “Nos servimos de la experiencia de nuestros amigos en el extranjero principalmente de las técnicas usadas por Israel pero también en otros países. Son técnicas para tener el menor daño posible ante un kamikaze”, afirmó a ‘Le Figaro’ tras el asalto de Saint Denis.
“Antes de cada operación, repasamos todos los detalles por muy pequeños e insignificantes que parezcan, recurrimos a lasimágenes aéreas y agentes paraanalizar todos los rinconesdel lugar al que debemos penetrar, las vías de entrada y salida, la localización exacta del objetivo, si está solo o acompañado,qué ropa viste, etcétera”, indica este ex miembro de Mistaravim. Una palabra que provocaadmiración y gratitud entre los israelíes y temor y repulsa entre los palestinos.
Esta unidad de élite, cuyo ingreso requiere entrenamientos muy rigurosos, es una de las armas de Israel para romper la actual ola de ataques palestinos. Aunque el envoltorio tecnológico es muy sofisticado, el concepto es simple: disfrazarse y pasar desapercibido entre los palestinos. “El objetivo es detener al terroristaporque puede ser una buena fuente de información. Si se resiste y nos ataca, no tenemos más remedio que matarle“, apunta Ofer a EL MUNDO en Jerusalén.
Ser miembro de Mistaravim no se reduce a pasear con una barba postiza en Hebrón o maquillarse como una mujer de Ramala. “Nos comportamos como un palestino más y para eso nos fijamos en cómo andan, miran, comen, hablan o aguantan el cigarro“, especifica.
Deben dominar el árabe a la perfección y con la entonación del lugar para no levantar sospechas. Exhibir naturalidad para sorprender y no ser sorprendido. Conocer los clanes familiares, las costumbres sociales o los últimos chistesdel pueblo. Esigual o más importante que saber disparar. Como el actor que estudia su papel antes del rodaje.
Mistaravim nació como unidad policial de asalto y rescate tras el atentado en Maalot en 1974. Un comando palestino se infiltró en el norte de Israel y asesinó a una árabe israelí y a un matrimonio y su hijo, de 4 años antes de penetrar en un colegio. El rescate de rehenes fracasó ya que los atacantes, antes de ser abatidos,mataron a 17 alumnas, 4 alumnos y 3 adultos. 41 años después, Mistaravim ha multiplicado sus misiones estando también presente en el ejército.
“Es gratificante participar en misiones para evitar atentados o detener a los que cometieron como en este caso”, asegura un oficial al programa ‘Uvda’ del Canal 2 de televisión, dedicado a reconstruir la operación en el Hospital de Nablús en la que él detuvo a uno de los cinco miembros del comando que había matado a un matrimonio judío en Cisjordania el 1 de octubre. Ese día, el palestino resultó herido por un compañero suyo durante el ataque armado. “Llegó con una fractura de la mano. No somos la Policía sino un centro que debe atender a todos los heridos”, explica el director del hospital palestino, Samir Jayyat, que pregunta indignado:“¿Irrumpir en un hospital donde hay gente desarmada es heroísmo?”.
Tres agentes disfrazados de palestinos entraron por la puerta principal del hospital con un “enfermo” en sus brazos. “En ese momento, ya sabemos si el terrorista lleva o no barba y en qué cuarto y cama se encuentra”, cuenta el soldado.
La operación, desde su avance en las calles de Nablús hasta el momento de sacarle de la cama del hospital, es grabada por minicámaras instaladas en sus cascos. Cuatro minutos después,salen por la misma puerta con el sospechoso en su poder.
Un mes después, irrumpieron en el hospital Al Ahli de Hebrónen una operación saldada con la muerte de un palestino. 20 efectivos participaron en el dispositivo para detener a Azzam Ezzat Shalaldah, ingresado supuestamente por el disparo de un israelí al que había apuñalado y herido de gravedad en el bloque de colonias de Gush Etsion.
Pasadas las tres de la mañana, llegaron al hospital siguiendo el guión: una “embarazada”-interpretada por el agente con la cara más femenina- entró acompañada por sus “familiares”, tan preocupados como armados. El primo de Shalaldah, Abdulá, estaba en el cuarto. Según los palestinos “fue asesinado en el acto”.Según Israel, “fue eliminado tras atacar a los agentes”.
“El mensaje es que ningún terrorista debe sentirse seguro en ningún lugar ni en ningún momento”, asegura Ofer mientras la Autoridad Nacional Palestina denuncia “la violación de los derechos humanos y el Derecho Internacional”.
“Actuar en un hospital es muy poco frecuente entre nuestras numerosas operaciones”, aclara Ofer. El oficial recuerda la operación contra los dos palestinos que secuestraron y asesinaron a tres adolescentes judíos en el 2014. “Cuando les encontramos, los terroristas abrieron fuego. Al verles caer, sentí alivio. Se hizo justicia“, sentencia.
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