viernes, 21 de septiembre de 2012

Una película estúpida y una brutal reacción

ESCRITO POR GEORGE CHAYA |: EL DIARIO EXTERIOR 0 COMENTARIOS Ataque a la embajada de EE.UU Nadie que adhiera a los valores de la libertad, la democracia y la vida puede estar de acuerdo con las sangrientas manifestaciones desarrolladas en Libia, Egipto y otros países en respuesta a una muy mala película que se burla del profeta Mohamad. La película, 'La Inocencia de los musulmanes', fue dirigida y producida por un inversor de bienes raíces americano quien dijo que la financio para llamar la atención sobre la hipocresía del Islam. Y fue promocionada por Terry Jones, un lunático pastor de Florida que no representa a los cristianos mayoritariamente, pero conocido por su desquicio en la quema del Coran provocando en su momento disturbios y muertes. La película es una estúpida e innecesaria provocación. Si la intención era mostrar y resolver un problema, lo que genero fue un nefasto disparador de odio y divisiones existentes. La reacción del pueblo libio fue desmesurada, sangrienta y mostró su ingratitud a EE.UU. que ayudo en su tiempo, militar y económicamente, a liberarlos de Gaddafi. Esta reacción salvaje se llevo cuatro vidas inocentes en la embajada estadounidense y ello no beneficia al pueblo libio, que luego de años de opresión disfruta de cierta libertad por ayuda americana-occidental. Lo grave es que la reacción irracional en Libia y Egipto hará que el mundo Occidental evite ayudar al pueblo sirio para liberarse del dictador Assad. Debido a esta respuesta brutal, el pueblo sirio sufrirá más represión y no tendrá ayuda occidental para poner fin a sus problemas. Esta no es la primera vez que ofensas y reacciones religiosas generan desastres sangrientos, tampoco será la última a menos que el problema se identifique con respeto y se lo discuta en el marco que debe ser debatido, es decir en el contexto de la educación para evitarlo de cara al futuro. La solución, en gran parte, se encuentra en manos de los propios musulmanes, ellos deben comprender que en los países occidentales libres, laicos y democráticos, rigen conceptos diferentes a los suyos en cuanto a libertad, democracia, religión y figuras religiosas. Estas diferencias no son aceptadas por muchos países musulmanes que se rigen por leyes distintas. En Occidente, si funcionarios, religiosos o ciudadanos violan una ley son sometidos al sistema judicial, pero nunca amenazados atacados o asesinados por extremistas. Otra realidad a tener presente son los criterios idiosincrásicos del mundo árabe-islámico que son distintos al mundo Occidental. En consecuencia, la forma eficaz para los países musulmanes y los musulmanes es denunciar cualquier acto que consideren anti-islámico, sean películas, libros o fotografías a través del sistema judicial Occidental haciendo uso del proceso legal en el país donde se ha producido la ofensa. No es atacando embajadas, asesinando cristianos o judíos, quemando iglesias o secuestrando aviones por el mundo que resolverán la retórica anti-islámica de radicales de otras religiones. Por el contrario, estos actos destrozan la imagen de quienes los ejecutan retratándolos como bárbaros y delincuentes. Hay que condenar enérgicamente tanto la película como cualquier manifestación xenófoba y extremista provenga de donde provenga. Al mismo tiempo repudiar y condenar los disturbios y crímenes de inocentes. Ambos actos fomentan el odio y profundizan divisiones. Para resolver estos conflictos es necesario más educación, honestidad, valentía y confianza. De nada sirve el fanatismo fantasioso desde ambos sectores. http://www.georgechaya.info/2012/09/15/una-pelicula-estupida-y-una-brutal-reaccion/