lunes, 15 de octubre de 2012

EL EXODO CRISTIANO DE EGIPTO

Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba Para los coptos, un dictador perseguidor era preferible a la turba islamista 11/10/12 por Samuel Tadros Visiten cualquier iglesia copta en los Estados Unidos y ustedes reconoceran inmediatamente a los recien llegados. Ustedes lo ven en sus ojos, lo escuchan en su Ingles quebrado, lo sienten en como ellos se apegan a la iglesia en busca de lo familiar. Ellos han venido aqui escapando de un lugar al que solian llamar casa, donde sus ancestros habian vivido durante siglos. Olas de coptos han venido aqui desde Egipto antes, para escapar de las nacionalizaciones de Gamal Abdel Nasser o la creciente ola islamista. La transformacion de su pais no fue repentina, pero cada año trajo mas islamizacion publica. Mientras se difundia el velo, las mujeres coptas se sentian cada vez mas diferentes, extrañas y marcadas. El abuso verbal llego desde los maestros de escuela, transeuntes en la estacion de autobus que advertian la cruz en una muñeca, o los comentaristas en la television estatal. Pero la vida era generalmente soportable. Hosni Mubarak sofoco la insurgencia islamista de las decadas de 1980 y 1990. El no era amigo de los coptos, pero tampoco era el enemigo. Su policia a menudo hacia la vista gorda cuando las casas y negocios coptos eran atacados por las multitudes, y los tribunales nunca castigaron a los perpetradores—pero el presidente no era un islamista. El incluso interfirio a veces dando permiso para construir una iglesia, o hacer de la Navidad una fiesta nacional. Debe ser dicho, los coptos fueron excluidos de las altas posiciones gubernamentales. No habia gobernadores, funcionarios de inteligencia, decanos de escuelas, o CEOs de compañias gubernamentales coptos. Hasta el año 2005, los coptos necesitaban aprobacion presidencial para construir una nueva iglesia o siquiera para construir un baño en una existente. Incluso con aprobacion, la seguridad estatal a menudo bloqueaba la construccion, citando preocupaciones de seguridad. Esas preocupaciones a menudo eran verdaderas. Las multitudes podian movilizarse contra los coptos a la incitacion mas ligera—el rumor de una relacion romantica entre un cristiano y una musulmana, una iglesia que esta siendo levantada, informes de un cristiano que insulto al Islam. Los detalles variaban pero los resultados no: casas quemadas, negocios destruidos, cristianos abandonando pueblos, a veces cadaveres. La policia llegaria tarde y obligaria a una sesion de reconciliacion entre perpetradores y victimas durante la cual todo seria olvidado y nadie castigado. Lo que dolio mas a los coptos era que los atacantes eran vecinos, colegas de trabajo y amigos de la infancia. Luego llego la revolucion del año pasado. Los coptos nunca fueron tan entusiastas sobre ella, quizas debido a que siglos de persecucion enseñaron que el dictador perseguidor era preferible a la multitud. El podia ser comprado, persuadido de contenerse o presionado a traves de fuerzas exteriores. Con la multitud no tienes posibilidades. Algunos coptos mas jovenes fueron embaucados por la promesa de un Egipto liberal, pero la generacion mas grande lo sabia mejor. El colapso de la policia libero a los islamistas, quienes rapidamente dominaron la politica nacional pero fueron aun mas poderosos en las calles y pueblos. Aqui es donde la "vida de islamizacion" (como pidio el lider de la Hermandad Musulmana Khairat Al Shater) se estuvo convirtiendo en una realidad. La Hermandad Musulmana tenia por objetivo calmar los temores coptos mientras hablaba en Ingles a publicos americanos. La realidad fue diferente. Cuando las casas y negocios coptos fueron saqueados en un pueblo cerca de Alejandria en enero, parlamentarios de la Hermandad y salafistas organizaron una sesion de reconciliacion que no castigo a los atacantes sino que ordeno a los coptos evacuar el pòblado. Enseguida despues, Sayed Askar de la Hermandad nego que los coptos enfrenten problemas al construir iglesias, diciendo que ellos tienen mas iglesias que las que necesitan. Las elecciones mostraron acusaciones que los coptos respaldaban al viejo regimen. Cuando los intentos por crear una coalicion no islamista fueron liderados por el empresario Naguib Sawiris, copto, el sitio web de la Hermandad lo acuso a el y sus correligionarios de traicion. Los occidentales pueden debatir cuan moderados son los islamistas de Egipto, pero para los coptos el cuestionamiento es inutil. Sus opciones son limitadas. Aun cuando los coptos son la mayor comunidad cristiana en el Medio Oriente, ellos son muy pequeños como para desempeñar un rol en decidir el destino del pais. Ellos no estan concentrados geograficamente en una zona que pudiera convertirse en una zona segura. La unica opcion es partir, poniendo fin a 2000 años de Cristiandad en Egipto. La triste verdad es que no todos podran partir. Aquellos con dinero, habilidades en Ingles y cosas por el estilo saldran. Sus hermanos mas pobres seran dejados atras. Que puede hacerse para salvarlos? Egipto recibe $1,5 mil millones en ayuda americana cada año, y Washington tiene distintos medios para hacer que los nuevos lideres de Egipto presten atencion. Los intentos islamistas por consagrar el status de segunda para los coptos en la nueva constitucion de Egipto deben ser detenidos. Los de afuera deben vigilar a los politicos de la Hermandad Musulmana que estan planeando tomar el control de las finanzas de la Iglesia Copta. Como minimo, los donantes deben exigir que los ataques contra los coptos encuentren castigo tanto como condena. Pero viendo las caras de los nuevos inmigrantes en mi iglesia de Fairfax, Va., yo no puedo escapar al sentimiento que es muy tarde. Quizas la suerte de los coptos fue sellada hace mucho tiempo, en el medio del siglo pasado, cuando los judios fueron expulsados de Egipto. A fines de la decada de 1940, manifestantes de la Hermandad cantaban, en referencia a los dias de Shabat de los judios y otros: "Hoy es Sabado, mañana sera Domingo, oh Cristianos." Y asi es. El Sr. Tadros es un miembro investigador en el Centro para Libertad Religiosa del Instituto Hudson. El actualmente esta escribiendo un libro sobre los coptos para la Institucion Hoove