jueves, 16 de mayo de 2013

Conocer y reconocer como enemigo al islamismo de Irán-PRIMERA PARTE

Conocer y reconocer como enemigo al islamismo de Irán Ezequiel Eiben 16/05/2013 7 de Sivan 5773 ¿Qué le sugiere la siguiente declaración?: “Repudiamos el campo de concentración, y exhortamos a que se averigüe y se condene a los responsables locales de el” . ¿Puede identificar concretamente al victimario en el asunto? ¿Puede conocerlo en su totalidad? Piense por un momento qué hubiera dicho usted si viviendo en la época de la Shoa o en los inmediatos tiempos post Shoa, escuchaba a algún dirigente comunitario judío hablar en esos términos. Seguramente usted como mandante le hubiese requerido al mandatario que dijera toda la verdad, o por lo menos, algo más concreto, más tangible, que permitiera saber y entender específicamente de quienes se hablaba. Un reclamo justo al dirigente hubiese sido que mencionara en su repudio a los nazis como victimarios en vez de limitarse a describir la metodología del agresor (en este caso el campo de concentración), y que pidiera condena a todos ellos (cúpula máxima incluida), no solo a los nazis o colaboracionistas locales que trabajaban en el campo de concentración. Lamentablemente expresiones ambiguas, ambivalencias, comunicados poco claros y frases envueltas en nebulosa como la arriba mencionada, han sido moneda corriente en nuestra realidad, por parte de la dirigencia judía de Argentina en lo concerniente al atentado terrorista a la AMIA. Hemos escuchado hasta el hartazgo pedidos de justicia insuficientes e ineficientes, que pecan por vacuidad, ocultamiento y/o desconocimiento de la información relevante disponible. De esta forma, por más que el dictamen elaborado por el fiscal de la causa Alberto Nisman, producto de una exhaustiva investigación sobre los hechos y protagonistas, arrojara los datos necesarios para saber quién cometió el atentado, trabajando para quién, y en nombre de qué lo cometió; y estuviera ahí a disposición para aprovecharlo y difundir su contenido; durante años tuvimos que escuchar declaraciones oficiales de parte de la dirigencia judía tales como: “Repudiamos el atentado terrorista, y exhortamos a que después de tantos años sin justicia y sin conocer los culpables se condene a los responsables de la conexión local” . Esta parte de la dirigencia condenaba la metodología del crimen (el atentado terrorista) sin condenar explícitamente, ni siquiera mencionar por su nombre, al agresor: el islamismo de la teocracia de Irán. Esta parte de la dirigencia seguía hablando de años sin justicia como si se estuviera en la misma situación que en los comienzos de la causa (cuando hubo encubrimientos, engaños y sobornos), sin dar cuenta de la corrección y avance en la causa que significó el trabajo de Nisman y la UFI (Unidad Fiscal de Investigación del caso AMIA, compuesta por 40 profesionales), gracias al cual podemos conocer los culpables del atentado. Esta parte de la dirigencia seguía concentrada en la conexión local del atentado como si fuese la clave del asunto, o como si arrastrara la responsabilidad exclusiva del crimen, dejando de lado al agresor principal sin el cual no podría existir siquiera una “conexión”.