miércoles, 22 de mayo de 2013
¿Sabias que Mahatma Gandhi fue un gran enemigo del sionismo y simpatizaba con el fascismo y el Nazismo?
¿Sabias que Mahatma Gandhi fue un gran enemigo del sionismo y simpatizaba
con el fascismo y el Nazismo?
Gandhi y su auténtico pensamiento político:
El líder hindú propagó por todo el mundo su doctrina de la no-violencia,
pero tenía muy claro que ya en el mundo de entonces, los opresores de los
pueblos eran los ingleses y sus aliados. De esta manera, Gandhi decidió
tomar contacto con los enemigos del imperio británico en Europa. Y lo hizo
con varios, aunque sentía particular admiración por uno de ellos: Benito
Mussolini. En lo que representa uno de los capítulos menos divulgados de su
vida, Gandhi visitó a Mussolini en Roma en 1931. A diferencia de Churchill,
que sentía desprecio por el pacifista y lo tildaba como "ese fakir desnudo",
el Duce le tenía un profundo respeto.
Gandhi fue recibido en la residencia personal de Mussolini, y fue el invitado de honor de un gran desfile de la
Juventud Fascista, que lo recibió con el tradicional saludo romano.
Posteriormente, Italia no dudó en ayudar económicamente al movimiento
patriota indio, una ayuda que fue vital para continuar la resistencia
Gandhi dijo luego de Mussolini: "Él es un verdadero superhombre, alguien
inalcanzable. Es el nuevo Mazzini de Europa".
En 1938, poco antes de la Segunda Guerra Mundial, el dirigente hindú ya
observaba con alarma los movimientos ingleses y sionistas , que preparaban
el camino a la creación de Israel, y advertía: "Palestina pertenece a los
árabes, exactamente como Inglaterra pertenece a los ingleses. Los judíos
sionistas erran el camino".
Ya iniciada la guerra, todas las colonias inglesas vieron con natural
esperanza al Eje, que prometía derrotar al país que los mantenía
esclavizados. En aquel conflicto, era común que las naciones árabes
recibieran como salvadores a los soldados alemanes, y el general Rommel
pronto se convirtió en héroe por comandar a los Afrika Korps. Asimismo, en
la India todos los patriotas contemplaban y seguían en forma entusiasta el
curso inicial del conflicto.
Gandhi era amigo de Mussolini, y a su vez, no había que olvidar que el Reich utilizaba como emblema oficial la Esvástica, símbolo sagrado del hinduísmo. Sobraban motivos para que las
simpatías hacia Roma y Berlín fueran cada vez más fuertes, y como corolario,
se terminó conformando una división especial de las Waffen SS con miles de
voluntarios hindúes.
En este contexto, cuando Alemania ataca a Inglaterra en 1940, Gandhi no dudó
en pronunciar un mensaje al pueblo británico que durante mucho tiempo fue
censurado por las autoridades inglesas:
"Dejen las armas, por cuanto éstas no van a servir para salvarles a ustedes
ni a la humanidad. Deben invitar a Hitler y Mussolini a que tomen todo lo
que quieran. Si quieren ocupar sus casas, vayánse de ellas. Si no les
permiten salir, sacrifíquense a ellos, pero siempre rehúsen rendirles
obediencia".
La verdadera intención de las palabras de Mahatma, un hombre instruído e
inteligente, era clara: deseaba que los ingleses se rindieran lo más pronto
posible, buscaba desalentarlos, convencerlos de que no tenían oportunidades.
De lograrlo, la independiencia de su patria era un hecho. Por eso, empleó un
discurso alineado a su prédica de no-violencia, pero que leído entre líneas
guardaba un significado diferente.
En 1941, en una de las tantas detenciones que Gandhi tuvo que padecer por
orden de Churchill, los ingleses lo obligaron a escribir una carta a Hitler
en la que le tenía que pedir que terminara con la guerra. Gandhi escribió la
carta, pero luego Churchill decidió que no fuera publicada, porque durante
ese período de tiempo el hindú había hecho otras declaraciones que la hacían
inverosímil. Por ejemplo, el haber criticado duramente a los judíos alemanes
pocos meses antes, diciendo:
"Los judíos alemanes traicionan a Alemania. Ellos tratan de convencer a
Estados Unidos de que entre en guerra con su país, cometiendo un acto de
deslealtad".
Tiempo después, también dirigió un mensaje a los judíos europeos en general,
en el que les pidió:
"Ustedes deben cometer el suicidio colectivo, y así obtendrán el visto bueno
de la Providencia.
De hacerlo, el mundo se levantará, compadeciéndose de su final, y le pedirá
a Hitler el fin de la violencia".