lunes, 11 de noviembre de 2013

El doble discurso de Abu Mazen

El 26 de marzo de 1935 nacía en Safed, hoy territorio de Israel, Mahmud Ridha Abbas. Fue uno de los fundadores de Fatah; donde recibió su nombre en la clandestinidad, Abu Mazen. Durante la década del 70 fue un miembro activo del FDLP y orquestó la masacre de Ma'alot, así como proporcionó los fondos necesarios para los secuestradores que llevaron a cabo la masacre de Múnich. Entra en el Consejo Nacional Palestino en 1968. En 1980 es elegido miembro de la OLP. Ha participado en las conversaciones de paz de Madrid y Oslo en 1991 y 1993, respectivamente. En 1996 accede al puesto de Secretario General del Comité Ejecutivo de la OLP y más adelante, en 2003, es nombrado primer ministro, pero dimite poco después por discrepancias con las facciones radicales y con Arafat. Mahmud Abbas advirtió a la organización Hamás el 8 de octubre de 2006 que él llamará a nuevas elecciones legislativas si Hamás no acepta un gobierno de coalición. Este gobierno debería condicionar su funcionamiento al reconocimiento del Estado de Israel. Pero no es claro si Abbas tiene el poder de llamar a nuevas elecciones. Su mandato expiró oficialmente el día 9 de enero de 2009, por lo que Hamás considera ilegítima su permanencia en el poder. Por otro lado, su partido Fatah respalda su permanencia alegando que, al no realizarse elecciones a Presidente de la ANP, lo que corresponde es realizar éstas simultáneamente con las elecciones legislativas. En mayo de 2011 firmó un acuerdo de pacificación con las 11 fracciones palestinas, entre las que se encontraban Fatah y Hamás, con el que ponía fin al largo período de enfrentamientos fratricidas. Según dicho acuerdo, se instauraría un gobierno provisional y se convocarían elecciones en menos de un año. Como puede verse en esta oportunidad tampoco ha cumplido y en estos momentos ejerce el poder casi absoluto en Cisjordania, dentro de lo que se llama Autonomía Palestina. Se mantiene aferrado al poder y en función a estas atribuciones se pasea por el mundo entrevistándose con las más importantes autoridades legalmente constituidas, habla en las Naciones Unidas y hasta consigue que el Papa Francisco le regale una lapicera para que firme la paz con Israel. En estos momentos, el gobierno de Netanyahu ha puesto en libertad a otros 26 terroristas y asesinos, legalmente juzgados que cumplían condenas a cadena perpetua. El Primer Ministro reconoció que estaba tomando una medida impopular y que muy a su pesar debía tomar la misma presionado por el delegado del gobierno de Estados Unidos de América como "muestra de buena voluntad" en un intento de reanudar conversaciones durante mucho tiempo suspendidas. La meta es liberar a 104 de estos delincuentes, con las manos manchadas con sangre, para que el líder palestino tenga algo que mostrar a su pueblo como logro propio. La posición de Israel respecto a USA es de un delicado equilibrio y no queda ninguna duda que este tipo de imposiciones provienen de la administración central del gobierno que representa Obama y que ya ha demostrado con bastante frecuencia que no entiende los problemas de Oriente Medio. Para ellos, la forma de razonar de los árabes es similar a la de los países occidentales y de ahí proviene su error. El raciocinio de un musulmán no es igual al de un ciudadano del llamado mundo libre y los errores son frecuentes. Para recibir a los liberados en Ramalha Mahmud Abbas volvió a vestirse de Abu Mazen y entre vítores de triunfo y rodeados de los reos, dijo claramente en árabe, "no habrá conversaciones de paz hasta que no se liberen a todos los prisioneros". Ese no era el principio pactado, pero era lo que el pueblo palestino quería oír. Al día siguiente, entrevistado por la C.N.N., dijo en perfecto inglés que está dispuesto a sentarse en derredor de la mesa de negociaciones sin exigencias previas. Nuevamente aparece Mahmud Abbas. En inglés una versión, en árabe otra. O hay un cambio de versión y pensamiento, o un problema de traducción. Apostamos seriamente por la primera opción. Abbas dice lo que el interlocutor desea escuchar y lo que a él, le conviene. No se puede predecir el futuro, y mucho menos en política, pero es altamente probable que Israel libere los 104 asesinos y no se adelante nada en las conversaciones de paz. Lamentablemente un nuevo triunfo del terrorismo internacional sobre la ceguera del mundo occidental. Cont. Víctor Vaisman