lunes, 4 de noviembre de 2013

Los islamistas que "traicionaron" a Mursi

Yunes Majyun, líder del partido salafista Al Nur, durante la entrevista con ELMUNDO.es | Fotografías: F.CARRIÓN Ni apocalípticos ni integrados. Los salafistas de Al Nur, el segundo partido islamista de Egipto, renegaron de los Hermanos Musulmanes cuando las huestes de Mohamed Mursi emprendieron una desesperada huida hacia delante. Luego, firmaron el golpe de Estado que le destronó pero rehusaron participar en el gobierno nombrado por los militares. Casi cuatro meses y miles de barbudos encarcelados después, tratan de mantenerse a flote entre dos aguas y con una Constitución que cuestionará incluso la legalidad de los partidos religiosos. "Somos la tercera vía. Ni militares ni Hermanos. En Egipto existe la manía de dividir al pueblo entre Ahli y Zamalek (los dos clubes de fútbol de la capital). Nosotros somos el Ismaili (de la ciudad de Ismailia)", asegura el líder de Al Nur Yunes Majyun en una entrevista exclusiva con ELMUNDO.es desde su finca de Beheira, su provincia natal y un feudo islamista en el delta del Nilo. Su formación, nacida unos meses después del ocaso de Hosni Mubarak y representante del islam más conservador, se convirtió en la segunda fuerza del parlamento en los comicios de finales de 2011. Durante algún tiempo colaboró con la Hermandad. Juntos formaron el rodillo islamista que aprobó la Carta Magna el pasado diciembre con el boicot de seculares y cristianos. Pero el matrimonio acabó tirándose los trastos a la cabeza. En el fondo, Al Nur -minado por la deserciones- nunca aceptó actuar a la sombra del movimiento islamista más influyente del siglo XX. "La Hermandad cometió el error de intentar dominar todas las instituciones", opina Majyun, un clérigo y dentista de 58 años que asumió las riendas a principios de este año. "Los Hermanos fueron soberbios y tercos" "Nosotros opinábamos que durante la transición los islamistas no debíamos controlar parlamento y Presidencia porque sería nuestro suicidio político. El jefe de Estado no tenía que ser islamista para reunir a todo el pueblo en torno a él. Recomendamos a Mursi en innumerables ocasiones que formara un Ejecutivo de coalición pero no escuchó nuestros consejos. Si lo hubiera hecho habría evitado lo que le sucedió", agrega el líder salafista, consciente de que sus antiguos camaradas le acusan de felonía. "Creen que todo aquel que se posiciona en contra es un traidor", replica. Para Al Nur -ajeno, de momento, a los arrestos que han descabezado a la Hermandad y sus aliados- la responsabilidad de haber hundido a Egipto en el período más sangriento de su historia moderna es compartida. "Hay varios responsables del baño de sangre", confirma Majyun. Y enumera: "Los primeros son los Hermanos. Fueron tercos y soberbios. Los segundos son el ejército y la policía, que provocaron una matanza al desalojar los campamentos. Y los terceros son los empresarios del antiguo partido de Mubarak, que gastaron grandes sumas de dinero para contratar "baltagueya" (matones)". "Empezamos a sentir el regreso del régimen de Mubarak" Y, a estas alturas del enroque, ¿Hacía donde camina Egipto? El político atisba nubarrones y pronostica "una largo periodo de inestabilidad". En su partido las dudas comienzan a concomer. "Empezamos a sentir que estamos de regreso al régimen de Mubarak. Las televisiones islamistas fueron clausuradas ilegalmente y el gobierno está permitiendo que el resto de emisoras, en manos de los "felul" (antiguos miembros del partido de Mubarak), lancen ataques feroces contra los islamistas", reconoce antes de admitir que algunos miembros de su partido han sido atacados por lucir luengas barbas. La justicia, además, revisará en diciembre una demanda que reclama la disolución de la formación. La figura del general Abdelfatah al Sisi, glorificado en la calle y a quien varios movimientos tratan de aupar a la presidencia del país, o el comité constitucional que prepara una Carta Magna sin rastro de los avances logrados por los islamistas en la aplicación de la "sharia" (ley islámica) solo sirve para aumentar el comezón. "Mucha de la gente que respaldó el 3 de julio (el golpe de Estado) ha empezado a temer a Al Sisi, las masacres de su régimen y la vuelta del estado policial. Los logros de la revolución del 25 de enero de 2011, la libertad y el respeto a los derechos humanos, se hallan en peligro", resuelve. El futuro del islam político La defensa de la identidad islámica del país y de artículos de la anterior constitución como el 219, que abría la puerta a una interpretación islamista de la legislación, son una línea roja difícil de mantener. "En una reunión Al Sisi nos prometió que no se tocarían los artículos relativos a la identidad de Egipto o a la legitimidad del islam pero la transición ha empezado a no cumplir las promesas, lo que será nefasto para el pueblo egipcio", advierte. De hecho, en los pasillos de la Shura (la Cámara Alta) los miembros del comité constitucional citan a los salafistas cuando se interroga por la voz discordante de las sesiones. "Las próximas elecciones provocarán una recomposición del mapa político" Y, entonces, ¿por qué no cambiar de bando? Tal vez por cálculo electoral. "Los islamistas hemos perdido mucho apoyo popular por los errores de la Hermandad. El pueblo no confía en nosotros porque no sabe distinguir entre Hermanos y salafistas. Nuestra tarea ahora es explicar y aclarar que no hemos apoyado a Mursi", cuenta. Un desafío titánico porque en su propia localidad, a unos metros de su vivienda, vecinos como Adel Naim despotrican contra él. "Son todos iguales. Unos asesinos y unos mentirosos. Majyun y los de Al Nur, si tienen ocasión de gobernar, harán exactamente lo mismo", asevera el tendero mientras su clientes asienten. Majyun sabe que "las próximas elecciones provocarán una recomposición del mapa político". "Los Hermanos Musulmanes, con su comportamiento, no tendrán un papel destacado en la vida política. Ni los partidos islamistas ni los seculares reúnen a masas en estos momentos. Los grandes beneficiados serán los "felul" y su dinero", argumenta. "Es difícil decir cuándo nos recuperaremos del golpe pero necesitaremos tiempo", concluye. http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/blogoterraqueo/2013/10/24/los-islamistas-que-traicionaron-a-mursi.html