SABIA UD?

Por primera vez, una mujer siria da a luz en un hospital israelí" No siento que esté en un país enemigo", dice la nodriza de 20 años de edad, quien llegó solo a través de las fronteras Cuando la mujer sintió el bebé en camino, ella estaba atrapada en su casa cerca de Quneitra, sin acceso a un hospital sirio y sin atención médica en la ciudad. Así que decidió tomar un riesgo enorme para el bien de su hijo por nacer, y se dirigió a la frontera. "Temí por el bienestar del bebé por las complicaciones en el país", dijo. "Para mi alegría, el ejército israelí vio que yo sufría de terribles dolores, y me auxilió y me trasladó al hospital." Cuando el ejército israelí la encontró en la noche del sábado en la frontera, ya estaba en trabajo de parto. La llevaron al Centro Médico Ziv de Safed, donde han entrado muchas de las decenas de heridos sirios que han entrado a Israel para tratamiento médico. Desde que llegó a través de la frontera sin familia fue atendida en el hospital y luego del alumbramiento, la madre agradeció a todos y abrazó a todos con alegría", dijo una de las enfermeras. "El equipo de parteras y médicos israelíes me trataron con sensibilidad y respeto", señaló la madre. "Ella recibió atención cálida y abrazó a todo el personal de parto", dijo Mira Eli, una enfermera de la sala de partos. Después de sobrevivir con una dieta de arroz durante los últimos dos meses, la madre recibió carne y verduras en el hospital. "Realmente no me siento como que estoy en un país enemigo, todo el mundo me está ayudando y cuidando de mí", dijo al Canal 2. (Siria e Israel están oficialmente en guerra, y se han enfrentado en tres grandes conflictos -. En 1948, 1967 y 1973) Desde febrero, más de 250 civiles sirios han sido ingresados en hospitales israelíes para recibir tratamiento. Muchos de los casos menos graves han sido tratados por los equipos médicos israelíes en un hospital de campaña de las FDI en los Altos del Golán. Israel ha dicho que ofrece el cuidado como un acto de ayuda humanitaria, al tiempo que trata de mantenerse fuera de la guerra siria, en la que unas 100.000 personas han muerto desde marzo de 2011.