Sobreviviente del Holocausto tiende la mano al "tesorero" de Auschwitz
Histórico juicio en Alemania."He perdonado a los nazis", dijo en el segundo día del proceso contra el ex oficial de la SS, Oskar Gröning. A los 81 años, la mujer recordó los horrores sufridos en el campo de exterminio.
La sobrerviviente del campo de concentración de Auschwitz Eva Kortendió hoy la mano al ex miembro de las SS nazis Oskar Gröning acusado de complicidad en la muerte de 300.000 personas: "He perdonado a los nazis", dijo.
La anciana de 81 años acaparó hoy la atención en el segundo día del juicio contra Gröning, de 93 años, al dar un paso hacia la reconciliación a pesar del horror vivido en el campo de exterminio nazi donde fue sometida a experimentos médicos junto a su hermana gemela.
"Mi perdón no significa dejar libre a los que cometieron los crímenes", aseguró la mujer, que perdió a todos los miembros de su familia en Auschwitz, a excepción de su hermana. Asimismo, apeló a Gröning -acusado de colaborar con los crímenes nazis- a prestar una declaración amplia y contar también la verdad sobre Auschwitz a los neonazis.
El anciano, que ya admitió en el primer día de juicio su culpa moral, trabajó en la plataforma ferroviaria a la que llegaban trenes cargados de presos a Auschwitz, contribuyendo con sus tareas al funcionamiento de la maquinaria de exterminio nazi.
Su papel era eliminar el equipaje que dejaban los presos, registrar su contenido, separar el dinero y enviarlo a la central de las SS en Berlín, según la acusación, lo que le valió el apodo de el contador de Auschwitz en la prensa.
"Espero que usted y yo, antiguos enemigos, podamos volver a encontrarnos como personas " afirmó Kor que resaltó que su testimonio lo realiza sólo en su nombre.
Eva Kor. /EFE
Para ella, el perdón es un acto de autocuración y autoliberación. Kor llegó con su familia en mayo de 1944 acompañada de sus padres y sus tres hermanas, entre ellas su gemela Miriam.
"Sólo 30 minutos después de la llegada a la rampa, Miriam y yo fuimos separadas para siempre de nuestra familia", indicó.
Sólo ellas lograron sobrevivir al horror nazi, a pesar de haber sido sometidas a los terribles experimentos del temido médico del campo de concentración Josef Mengele.
"Gateaba por el suelo porque no podía andar", recordó hoy sobre los experimentos en los que le inyectaban un contenido desconocido hasta hoy en día. "Setenta años después estoy aquí porque no me rendí", dice.
Gröning podría ser condenado a entre tres y 15 años de prisión en un juicio que se extenderá hasta finales de julio. La fiscalía limitó la acusación por motivos legales a la llamada Acción Hungría ocurrida en 1944: la llegada a Auschwitz de 137 trenes desde Hungría con unas 425.000 personas, de las que al menos 300.000 fueron asesinadas en cámaras de gas.
Oskar Gröning. /EFE
El anciano continuó hoy con su testimonio y negó haber participado regularmente en la selección de los judíos que llegaban al campo de concentración y aseguró haber estado de servicio en la rampa de Auschwitz-Birkenau sólo tres veces durante ese periodo en cuestión.
"Yo era un simple pobre suboficial", afirmó el voluntario de las SS, al mismo tiempo que recordó que los nazis se enorgullecían de poder eliminar 5.000 cadáveres en 24 horas. Gröning no está acusado de perpetrar personalmente ningún crimen, pero desde 2011 la Justicia ya no exige pruebas de una implicación directa para iniciar procesos de este tipo: basta con que el acusado haya trabajado en un campo para que se considere que colaboró con los crímenes nazis.
(Fuente: agencias)
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