Un grupo de empresarios israelíes y extranjeros confirmaron que están dispuestos a contribuir con 3 mil millones de dólares para la construcción de un canal entre el Mar Rojo y el Mar Muerto, que permitirá desalinizar el agua y producir energía hidroeléctrica, así como también impulsar la cooperación en la región.
El proyecto promete generar miles de millones de metros cúbicos de agua desalinizada y solucionar así el problema de escasez de líquido potable que enfrenta Israel, como también impulsar el turismo y crear empleos para millones de israelíes, palestinos y jordanos, informó el diario The Jerusalem Post.
El rey de Jordania, Abdullah, y el príncipe saudita Salid bin-Talal, ya dieron su apoyo para el proyecto, según informaron sus impulsores.
La iniciativa fue revelada por el multimillonario Yitzhak Tshuva, dueño del Grupo El-Ad el día del 60 aniversario de la Independencia de Israel.
Sólo resta que el proyecto cuente con la aprobación del gobierno israelí, pero no se necesitarán fondos públicos porque, según Tshuva, magnates tales como Shari Arison, Nohi Dankner y Stef Wertheimer se comprometieron a invertir.
“La paz no sólo se logrará mediante acuerdos de paz, sino generando cooperación y buena voluntad entre los pueblos de la región. El Valle de Paz (como se denominó al proyecto) ofrecerá una solución para las próximas generaciones”, expresó Tshuva en el discurso que dio en la conferencia presidencial que se lleva a cabo en Jerusalem.
Y concluyó que la prosperidad y el trabajo son "la única manera de salir del círculo de violencia y muerte en la región".
Fuente: AJN
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