Por: Guillermo Illuminati
La ética, la geopolítica, y la técnica en las anunciadas operaciones bélicas del cercano oriente
Por Guillermo Illuminati para el Informador Público
Vuelven a oírse rumores de guerra entre Irán e Israel y, nuevamente, siguiendo un ritmo cíclico y reiterado que nos hace recordar el viejo cuento infantil de ”el lobo, las ovejas y el pastor mentiroso” por lo que siempre terminamos pensando si esta vez será cierto que venga el lobo. No hay dudas que esta guerra de nervios es parte de una geopolítica israelí con la cual obtiene tres efectos positivos: Primero, mantener sino real, una virtual iniciativa; segundo, logra que Irán fije su mayor actividad y preocupación más en su propia defensa que en preparar un supuesto y dudoso ataque, y finalmente, obtiene mayor margen de tiempo y seguridad para el desarrollo de sus propios planes.
En la geopolítica defensiva de Israel, estos medios psicológicos son tradicionales, lo que no quita su gran capacidad bélica y técnica de ser agresora en el momento que elija. Es que es muy difícil vivir rodeado de alacranes ponzoñosos, que nos odian y desean vernos muertos, ¿quién dormiría tranquilo en esta condición?, y ante la imposibilidad de alargar el alerta temprano durante posibles ataques aéreos, un importante elemento geopolítico negativo para Israel.
Y, no obstante el apoyo de las principales potencias de occidente, saben que ellos tendrán que soportar la contundencia del primer golpe. Y es por esto mismo que sus fines de supervivencia justificarán cualquier medio conveniente; tenga un contenido ético y moral, o no. Supongo que el razonamiento que cabe es “el derecho a la supervivencia” derivado del Derecho Natural y se ubica por sobre cualquier convención humana. Todo lo cual no debe hacernos extrañar que Israel defienda su derecho a la vida con cualquier método, incluso un falso o erróneo informe de LA AGENCIA INTERNACIONAL DE ENERGÍA ATÓMICA a fin de justificar un eventual ataque a Irán. Muchos podrán decir que ya lo hizo EEUU con Irak y le fue bien; derrocó y colgó de una soga a Hussein, un dictadorzuelo que le molestaba y se quedó con el asqueroso petróleo.
Ahora bien, si Israel usara el mismo pretexto, éticamente perdería mucho prestigio internacional y aumentaría el número de adversarios ya que su guerra no tendría ni siquiera, olor a hidrocarburos. Por todo ello, sí creo que un ataque a Irán no tendría un fin totalmente destructivo o de aniquilamiento de iraníes sino la paralización del aparato estatal y económico del adversario, para lo cual le queda una importantísima herramienta a su disposición; su avanzado desarrollo científico y tecnológico que, para esta situación, tendría la forma de ciertos sistemas de armas requetesofisticados y que podrían dejar a Irán cataléptico y paralizado con muy pocos efectos colaterales no deseados.
Pero, ¿hasta cuándo podrá Israel hacer equilibrio sobre el filo de la navaja? Antes de llegar a una contienda de aniquilamiento o al legendario Armagedón, ¿no sería más inteligente, humano y racional buscar, por el camino del diálogo y la comprensión una solución duradera que permita vivir y convivir armoniosamente con todas las comunidades de esa conflictiva zona que alguien denominó “El ombligo del mundo”? En orden a este deseo mayoritario de toda la parte civilizada de la humanidad, creo que la grandes potencias (EEUU, Reino Unido, Rusia, China, Francia, Alemania y Brasil), más las tres máximas cabezas de los credos monoteístas, podrían, si lo desearan, desempeñar un fundamental papel en una búsqueda sincera de la PAZ.
Claro que antes hay que terminar con la provisión de armamentos y apoyos logísticos como prenda de que real y fuertemente se quiere lograr un sostenido período de buenas relaciones mientras estas potencias fijen un statu quo que permita la elaboración de un convenio que garantice una relación civilizada de las partes en litigio. Amén.
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