martes, 6 de diciembre de 2011

Primer Ministro musulmán de Albania: Irán y Ahmadinejad son los nuevos nazis

Primer Ministro musulmán de Albania: Irán y Ahmadinejad son los nuevos nazis


Temerario y lúcido, animándose a decir lo que salvo Israel y pocos gobiernos occidentales y aún menos islámicos se atreven a reconocer públicamente, Sali Berisha, el Primer Ministro de Albania y de religión musulmana, en una sorprendente entrevista que le hizo el diario israelí Iediot Ajaronot, dijo que “la República Islámica de Irán es la mayor amenaza a la paz mundial y que ese país y su líder Mahmoud Ahmadinejad, son los nuevos nazis y el mundo debe aprender del Holocausto y detenerlos antes que sea demasiado tarde”. “El Holocausto enseña a la conciencia del mundo libre no permitir que tal situación se repita.”
Sali Ram Berisha, nació en una familia de campesinos pobres el 15 de octubre de 1944 en el montañoso territorio de Tropojë, uno de los 36 distritos albaneses, situado al norte del país y que está pegado a la frontera con Yugoslavia. Berisha es además de político, un prominente médico cardiólogo egresado con honores de la Universidad de Tirana, la capital de Albania. En 1986 fue seleccionado como miembro del Comité Europeo para la Investigación en las Ciencias Médicas, con sede en Copenhague. Mientras que su reputación internacional iba creciendo fue invitado a compartir los resultados de sus investigaciones en revistas médicas europeas. La dilatada trayectoria política de Sali Barisha no fue tan esplendorosa ni grata como la que obtuvo en su carrera médica en 1979 cuando regresó de París y puso en marcha un programa de investigación en la hemodinámica que atrajo una considerable atención entre sus colegas de Europa.
En el año 1969 Berisha se integró al Partido Comunista de Ever Hoxha que estaba en el poder y continuó militando allí hasta el año 1989, cuando coincidiendo con la caída del Socialismo en la Europa del bloque soviético, comenzó a manifestarse a favor de la liberalización política y las reformas económicas. En 1990 participa en la fundación, tras la aceptación del multipartidismo, del Partido Democrático de Albania, que pasa a liderar junto a Gramoz Pashko y lo convierten rápidamente en la canalización de la oposición al régimen. A principios de ese año, Berisha se había convertido en uno de los portavoces más respetados del movimiento de reforma en Albania. En una entrevista publicada en el periódico Drita el 20 de mayo de 1990, Berisha exigió que las barreras aún existentes a la libertad de pensamiento y de expresión se terminaran, que a los albaneses se les concediera el derecho a viajar libremente dentro y fuera del país, y que Albania abandonara su aislamiento en la política exterior. En las primeras elecciones pluralistas, Berisha fue elegido diputado de su partido, que se convirtió en la segunda fuerza del parlamento, detrás de los comunistas y exigió al régimen la abolición del monopolio del partido y la adopción del capitalismo. Pronto se erigió en el único líder del partido, encabezó una durísima oposición al nuevo gobierno comunista y tras lograr la convocatoria de comicios, fue elegido presidente de la república en 1992 y gobernó como tal hasta su renuncia el 24 de julio de 1997, tras el triunfo de Partido Socialista en las elecciones del 29 de junio de ese año. La derrota de Berisha fue provocada por la ruinosa crisis de los “fondos piramidales”, que habían contado con el estímulo de su Gobierno bajo el pretexto de la expansión del sistema crediticio. Muchos albaneses de la ciudad y el campo confiaron sus escasas propiedades a esos fondos -el más notorio de los cuales era conocido como la estafa piramidal Gjallica- que ofrecían elevadas tasas de interés y tras meses de euforia y optimismo por el sistema, lo perdieron todo. Ello desencadenó un descontento explosivo, que se concretó en el saqueo de los cuarteles militares y depósitos de armas. En marzo de 1997 se desencadenó un levantamiento armado en el sur del país. La ONU envió el 14 de abril una “Fuerza de Protección Multinacional” de 7.000 soldados. Una relativa calma sólo volvió tras la dimisión de Berisha.
Después de transcurrido un período turbulento, signado por un deterioro general de la política, que tuvo a Albania al borde de la guerra civil, en 2005 Berisha se convirtió en Primer Ministro, luego de ser modificado el sistema político para dar más peso a la jefatura de gobierno frente a la del Estado. Su retorno al poder en Albania, suscitó reacciones diversas en los gobiernos e instituciones de la Unión Europea, que no olvidaban lo acontecido en los años precedentes. Desde entonces ha insistido en su deseo de que Albania se una a la Unión Europea. Para posibilitarlo, Berisha ha prometido “erradicar la corrupción que está destruyendo el país”. “Asumo la responsabilidad de esta lucha ante los albaneses y ante el mundo entero, porque Albania no puede ser un exportador del crimen organizado a Europa, sino un miembro digno de la gran familia europea”.
La República de Albania, que según datos de El Banco Mundial en 2010 tenía una población total de 3.204.284 2010 de habitantes de mayoría musulmana, es desde 2009 miembro de pleno derecho de la Organización del Atlántico Norte (OTAN). Cuando fue reporteado por Itamar Eichner para el Iedihot Aajaronot, el periodista le preguntó a Sali Berisha si Albania como integrante de la OTAN, se uniría a un ataque militar contra Irán, siempre y cuando tal decisión se tomara. Inmediatamente, aquél respondió: “Vamos a apoyar esta medida y unirnos a ella, al igual que apoyamos la operación en Libia. No va a ser contra el pueblo iraní, sino contra las instalaciones nucleares”. Cabe consignar que durante su reciente visita a Israel, la tercera que realiza, Berisha, se reunió con el Presidente, Primer Ministro, Presidente del Knesset y Ministro de Relaciones Exteriores, y fue elogiado por sus opiniones valientes. El Canciller Avigdor Lieberman, incluso le informó su decisión de abrir una embajada de Israel en la capital albanesa de Tirana. Berisha no conforme con esas reuniones, concurrió al Muro de los Lamentos- donde recibió la bendición del rabino del lugar santo, Shmuel Rabinovitch- y no visitó las mezquitas del Monte del Templo.
Inquirido Berisha sobre ¿Por qué se oponen al pedido en la ONU de un Estado de Palestina? , éste contestó: “La decisión unilateral palestina no permite avanzar en una solución política, pero sabotea el proceso de paz. El intento de eludir a Israel y los EE.UU. es un error. Israel y los palestinos deben conducirse a través de negociaciones directas y para garantizar la seguridad de ambos Estados. Accesos directos no servirán de nada”.
A la pregunta de si fue presionado por los países árabes e Irán por su postura, la misma que sostuvo en la ONU, Berisha replicó: “Nosotros de ninguna manera estamos contra los palestinos. Quienquiera que diga eso, es completamente erróneo. Pero tenemos nuestra propia opinión, y creemos que es la manera correcta. Algunos países, que han llevado a los palestinos a tomar medidas radicales, han adoptado una postura inaceptable en contra de Israel. La solución debe traer la plena seguridad de ambos Estados, pero no he visto ningún tipo de apoyo para la aceptación y el reconocimiento del Estado de Israel”.
En la jugosa entrevista Berisha opinó que “Un Irán nuclear es la mayor amenaza para la paz en el Oriente Medio y en todo el mundo. No es sólo en contra de Israel. El último informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) mostró que Irán está trabajando para adquirir un arma nuclear y no permitirá que sus instalaciones sean supervisadas. El Consejo de Seguridad debe tomar todas las medidas necesarias para evitar un Irán nuclear”. A la pregunta sobre si los esfuerzos diplomáticos fracasaran e Irán pudiera adquirir una bomba nuclear, si apoyaría un ataque militar contra Irán por parte de la OTAN, escueta y firmemente respondió: “Vamos a apoyar cualquier decisión de la OTAN”.
El epítome del pensamiento secular de Sali Ram Berisha que lo aleja de las posiciones radicales del Islam, queda reflejado en lo que éste respondió a Iediot Ajaronot, acerca de si Albania es un buen ejemplo de país musulmán moderado. “Albania es un país de tolerancia religiosa. Somos un país de múltiples religiones. La mayoría de la población es musulmana, pero nunca en nuestra larga historia hemos tenido incidentes interreligiosos. La religión no tiene influencia en la política.”
Rubén Kaplan
http://www.rkpress.com.ar/

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