Itongadol/AJN.- Un estudio reciente llevado a cabo en el Centro Médico Hadassah de Israel permitió descubrir un mecanismo clave en la capacidad regenerativa del corazón.
Los investigadores estaban examinando la orejuela izquierda, una parte del corazón cuya función es relativamente desconocida y que se retira a veces cuando el órgano es sometido a una cirugía, cuando se dieron cuenta de algo sorprendente.
Cuando una parte diferente del corazón se colocó en el apéndice auricular izquierdo, el tejido comenzó a crecer, lo que indica que las células de la función apéndice no se diferencian de las células madre embrionarias.
"De repente, el tejido se ve cada vez más en el interior del stent", explicó el profesor Ronen Beeri, director del Centro de Investigación Cardiovascular de Hadassah y uno de los socios del estudio.
"El tejido tenía un parecido estructural con el tejido que se sabe que crece en el interior del apéndice auricular", dijo.
Después de documentar este fenómeno en el ganado ovino, los investigadores se trasladaron a los ratones, para examinar más el proceso de regeneración. Ellos encontraron que el apéndice auricular en realidad contiene células madre para la regeneración del corazón.
Hasta ahora, el cardiólogo trabajó bajo el supuesto de que el corazón no puede curarse a sí mismo. Este estudio desafía esa noción y abre un enfoque totalmente diferente para la regeneración del corazón.
jueves, 16 de mayo de 2013
Un estudio del Centro Médico Hadassah de Israel reveló las funciones regenerativas del corazón
Itongadol/AJN.- Un estudio reciente llevado a cabo en el Centro Médico Hadassah de Israel permitió descubrir un mecanismo clave en la capacidad regenerativa del corazón.
Los investigadores estaban examinando la orejuela izquierda, una parte del corazón cuya función es relativamente desconocida y que se retira a veces cuando el órgano es sometido a una cirugía, cuando se dieron cuenta de algo sorprendente.
Cuando una parte diferente del corazón se colocó en el apéndice auricular izquierdo, el tejido comenzó a crecer, lo que indica que las células de la función apéndice no se diferencian de las células madre embrionarias.
"De repente, el tejido se ve cada vez más en el interior del stent", explicó el profesor Ronen Beeri, director del Centro de Investigación Cardiovascular de Hadassah y uno de los socios del estudio.
"El tejido tenía un parecido estructural con el tejido que se sabe que crece en el interior del apéndice auricular", dijo.
Después de documentar este fenómeno en el ganado ovino, los investigadores se trasladaron a los ratones, para examinar más el proceso de regeneración. Ellos encontraron que el apéndice auricular en realidad contiene células madre para la regeneración del corazón.
Hasta ahora, el cardiólogo trabajó bajo el supuesto de que el corazón no puede curarse a sí mismo. Este estudio desafía esa noción y abre un enfoque totalmente diferente para la regeneración del corazón.
