lunes, 4 de noviembre de 2013
Presos que festejan, víctimas olvidadas
El País: Palestina, BDS, y otros matices
por Masha Gabriel
29 de Octubre de 2013
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El diario español El País dedicaba recientemente un par de artículos de Carmen Rengel a las campañas de boicot contra Israel. Hay sin embargo algunos matices respecto a la información y al tratamiento que merecen ser destacados.
BDS (Boicot, Sanciones y Desinversión)
El artículo Rihanna, entre israelíes y palestinos, sin querer describe al movimiento BDS como una iniciativa exitosa, al menos en su vertiente cultural, pero falta una puesta en contexto que permita comprender más ampliamente qué significa el BDS.
El movimiento BDS es la evolución globalizada del boicot de los países árabes iniciado en 1922 contra los productos y negocios judíos en el Mandato Británico. Un llamamiento palestino al boicot cultural y académico integral de Israel se emitió en agosto de 2002, ínternacionalizando y formalizando así la causa.
El movimiento BDS, al que el artículo de El País pone caras tan respetadas y célebres como Kenneth Branagh o Susan Sarandon, ha sido denunciado por muchos otros igual de respetados y célebres como los hermanos Coen, quienes lo consideran un “error”, o Umberto Eco, para quien es un movimiento “racista”.
Otros han querido dejar constancia de que si han cedido a las presiones ha sido debido, no a la convicción, sino a la violencia de las campañas del BDS contra ellos, que han incluído amenazas, acoso e intimidación en las redes sociales.
El País también menciona una serie de nombres de artistas como supuestos apoyos del movimiento BDS, pero algunos se han destacado por lo contrario. Así, Suzanne Vega sí actuó en Israel, a pesar de las presiones. Y no sólo lo hizo una, sino dos veces. Una en Cesárea y otra en Tel Aviv. Deep Purple no solo actuó, sino que declaró que “sólo los “peleles” cancelan sus conciertos en Israel”. Bon Jovi, por su parte, anuló su concierto en Israel pero ha manifestado abiertamente que el país en que tiene más ganas de actuar es precisamente Israel.
Por otra parte, la crónica en El País asegura que:
“más de 200 actores (varios de ellos destacados como Kenneth Branagh o Susan Sarandon) escribieron un comunicado contra el festival de teatro de Ariel, una de las mayores colonias”
La carta en cuestión no fue contra un festival de teatro sino contra la inauguración de un teatro en Ariel, e irónicamente entre los 220 firmantes que presentan los patrocinadores Jewish Voices for Peace, no aparecen ni Kenneth Branagh ni Susan Sarandon.
Tal vez la afirmación que hace la periodista de que “la vertiente cultural del boicot palestino es cada día más potente” es un error movido por la propaganda que se da a sí mismo el movimiento BDS, q ue suele “exagerar” su número de seguidores.
PALESTINA
Otro artículo: Palestina protesta por la inversión de una empresa de Almería en colonias israelíes, asegura que “el Gobierno de Palestina acaba de lanzar una nueva campaña de presión contra Israel”.
El problema es que Palestina como estado aún no existe fuera del marco de la ONU. Pero la ONU no tiene capacidad para otorgar estadidad. Para ser Estado se debe satisfacer un criterio legal especificado por la Convención de Montevideo de 1933, como poseer un territorio definido o ejercer un control gubernamental independiente y efectivo sobre una población permanente, algo de lo que carece Palestina.
Por otra parte, cuando se presenta al “gobierno de Palestina” como protagonista de la noticia, se están dando por hecho cuestiones nada evidentes: ¿de qué “Palestina” se nos está hablando? ¿De Gaza o de Cisjordania? ¿De Hamas o de la Autoridad Palestina?
Al fin y al cabo, tan legítimos son unos como otros, ya que Hamas tomó el poder total en Gaza tras un golpe de estado y en Cisjordania las elecciones tenían que haberse celebrado a principios de 2009.
Presentar un gobierno palestino como si éste fuera una unidad es una equivocación ya que uno de los grandes problemas que tiene Palestina es precisamente un “gobierno bicéfalo” y con facciones enfrentadas.
OTROS DETALLES
Hay otros aspecto de estos dos artículos que habría que matizar:
1- Respecto al diario Haaretz que inició la noticia:
“el Haaretz se escribe en inglés, es el rotativo local más seguido fuera de Israel”
Haaretz se escribe en hebreo. Los artículos en inglés son traducciones. De hecho, tal y como destacó Presspectiva, la rama en hebreo de CAMERA en la versión original en hebreo Haaretz no incluyó la información del supuesto cambio de letra en la canción.
2- La periodista se pregunta en el artículo: "¿Es o no es Israel el Mar Muerto?”
No existe ninguna duda respecto que la mayor parte del Mar Muerto está en Israel.
3- Samaria no es “como denominan en Israel a una parte de la Cisjordania ocupada” sino el nombre histórico de la región, que así se llamó hasta 1948 en que Jordania invadió Judea y Samaria, cambiándoles el nombre por Cisjordania.
4- En el artículo acerca de las empresas objeto de la campaña de presión, la autora menciona a la francesa Veolia. Es importante poner en contexto lo sucedido con esta empresa a la que la justicia francesa dio la razón en los tribunales al dictaminar que la ocupacióin es legal según el derecho internacional.
Hay muchos rumores respecto a quienes firman y a quienes apoyan los movimientos BDS, al igual que muchas opiniones basadas en hechos falsificados. Las campañas de boicot y de deslegitimización contra Israel se nutren de ello.
Es de esperar que un medio de información serio tenga otras fuentes más fidedignas.