martes, 25 de febrero de 2014

EL DESAFIO ANTI-SIONISTA PARA EL ESTABLISHMENT JUDIO





Fuente: The Jerusalem Post- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
por Caroline B. Glick
17/2/14

Hay una diferencia entre discurso y guerra. Ambas son formas de expresion, sin dudas. Pero la esencia del primero es el compromiso, y la esencia de la ultima es la destruccion.
Esta distincion es aparentemente muy sutil para muchos de los jueces de la Corte Suprema de Israel. El domingo, la Corte escucho argumentos contra la constitucionalidad de las leyes anti-boicots del 2011. La ley permite a los blancos de boicot demandar a los boicoteadores por daños en tribunales civiles, y empodera al ministro de finanzas a revocar el status de sin fines de lucro de ONGs que participan en boicots. Esta siendo desafiada por un consorcio de ONGs financiadas desde el exterior, radicales y anti-sionistas.
La esencia de los boicots es la destruccion, no compromiso.
Cierto, los boicoteadores expresan una opinion cuando boicotean a sus blancos. Pero precisamente asi, los ejercitos expresan una opinion cuando bombardean objetivos enemigos.
La cuestion no es si al hacer boicots los boicoteadores estan expresando una posicion. Es si el proposito principal de un boicot es expresar una opinion o aniquilar a su objetivo.
Como una forma de guerra economica, los boicots se proponen dañar la rentabilidad de entidades atacadas y u obligarlas a seguir la linea de los boicoteadores, u obligarlas a salirse del negocio. O sea, el objetivo es o coercitivo o eliminacionista.
Como una forma de guerra cultural, el objetivo de los boicots a instituciones culturales o academicas es colocar a sus objetivos fuera de la sociedad educada, y aniquilarlas asi culturalmente, profesionalmente y socialmente.
En otras palabras, a diferencia de otras formas de expresion, el principal objetivo de los boicots no es el compromiso, o incluso la incitacion. Es la destruccion. Por lo tanto, la pregunta de si los boicots son o no tambien una forma de discurso es completamente irrelevante.
Pero no para los jueces de la Corte Suprema de Israel. En su audiencia el domingo, los jueces insistieron en que los boicots son principalmente una fuerza de compromiso y como tal, discurso protegido.
O al menos algunos boicots lo son.
Como ellos lo argumentaron, hay una distincion entre boicots a entidades israelies dentro y mas alla de las lineas de armisticio de 1949.
Al mantener la fe en la afirmacion absurda que los boicots son indistinguibles de las columnas de los diarios, y luego hacer una distincion entre boicots dentro de las lineas de armisticio y boicots a entidades israelies operando mas alla de ellas, la Corte hizo mas que mostrar su mano. Expuso una incapacidad del establishment izquierdista para lidiar con la Izquierda anti-sionista.
Durante los ultimos 25 años, el establishment izquierdista se ha coalicionado en torno a la vision que hay una distincion entre Israel dentro de las lineas de armisticio de 1949 e Israel mas alla de esas lineas. La primera es completamente legitima.
La ultima es la perdicion de la existencia de Israel.
Los jueces trataron de convencer a los abogados para los peticionantes que acepten su opinion. Pero los peticionantes anti-sionistas no tendrian nada de ello. Como ellos lo ven, como Israel es una democracia, y la vasta mayoria de los israelies no concuerdan con sus opiniones, el pais entero es ilegitimo.
Como explico Dan Yakir de la Asociacion para Derechos Civiles en Israel, todo Israel esta ligado a la llamada ocupacion.
Entonces si los jueces piensan que esta bien boicotear las areas del pais de las que les gustaria desprenderse, tienen que aceptar un boicot a areas del pais que desean mantener.
Construyendo sobre esta opinion, Hassan Jabareen de Adalah insistio en que toda Israel es disputada politicamente. Y como consecuencia, toda ella es el objetivo legitimo del boicot.
El rechazo de los peticionantes a todo Israel, en vez de solo partes de ella, pone a los jueces y al establishment izquierdista como un todo en una posicion dificil.
Ellos tienen que elegir entre el publico, el cual no ve distincion entre Ariel y Tel Aviv, y los anti-sionistas que tampoco ven distincion entre Ariel y Tel Aviv. O sea, ellos tienen que decidir que es mas importante para ellos – ser sionistas, cuando ese manto es llevado por el tipo de judios de los que ellos han pasado toda su vida tratando de distinguirse, y ser anti-sionistas, y negar asi su derecho a existir.
El dilema del establishment izquierdista israeli no es unico. El establishment judio americano enfrenta la misma eleccion brutal. El establishment judio americano siguio al establishment izquierdista israeli cuando este abrazo a la OLP en 1993. Desde entonces, el establishment judio americano ha trazado una distincion entre la Israel de consenso, dentro de las lineas de armisticio de 1949, la cual ellos apoyaban, y la Israel controvertida, fuera de esas lineas, a la cual ellos marginalizaban, o degradaban.
Y asi como la Izquierda israeli activista se ha unido a la campaña para destruir al estado judio y esta ahora obligando al establishment izquierdista a ponerse del lado del publico al que desprecia o del lado de la Izquierda anti-sionista que rechaza por completo a Israel, asi la Izquierda judia americana activista se ha vuelto una voz protagonica en la campaña para criminalizar a Israel. Hoy esta obligando al establishment judio a elegir entre ponerse del lado de todos los israelies, incluyendo la Derecha israeli, o ponerse del lado de tipos como JStreet cuyo objetivo es deslegitimizar el derecho de la comunidad judia americana organizada de defender a Israel.
El lunes se estreno en Miami un nuevo documental sobre J Street llamado el Desafio de J Street. La pelicula, producida por el grupo de accion social "Americanos para la Paz y Tolerancia", muestra como J Street, el cual afirma ser pro-paz y pro-Israel, busca eliminar a grupos judios americanos en la Derecha y debilitar el apoyo judio americano general por Israel deslegitimizando a la estructura organizacional judia americana.
En julio del 2010, cuando el IRS estuvo involucrado en retrasar y negar las solicitudes para el status de sin fines de lucro de grupos que hacian campaña por el gobierno limitado, J Street pidio al IRS que cancele el status de sin fines de lucro de organizaciones de caridad americanas que apoyan a entidades israelies localizadas en u operando mas alla de las lineas de armisticio de 1949.
Desde entonces, una docena de organizaciones de caridad completamente legitimas y respetuosas de la ley han sido embrolladas en demandas legales o auditorias y han sido obligadas a luchar por sus vidas institucionales.
El Desafio de JStreet proporciona imagenes de discursos por parte de lideres y fundadores de JStreet que cuestionan el derecho de Israel a existir y difaman a la comunidad judia americana por apoyar a Israel. En uno de tales discursos, el presidente de J Street, Jeremy Ben-Ami, uso la imagen antisemita clasica de una hidra judia sofocando al mundo en su descripcion del establishment judio americano.
Como el lo dijo, "Pienso que estamos asumiento mucho mas que el AIPAC. Pienso que es la Conferencia de Presidentes. Es el Comite Judio Americano. Son las estructuras de presion de las Federaciones. Es la red de JCRC, los consejos de relaciones comunitarias. Es una hidra de muchas capas y muchas cabezas."
Los criticos mas abiertos de las ONGs anti-sionistas israelies y JStreet estan en la Derecha. Y eso tiene sentido. No es dificil para los derechistas hacer la distincion entre discursos y extorsion.
Pero el objetivo principal de estos grupos no es la Derecha.
Es el establishment judio izquierdista, en Israel y en los Estados Unidos. Y como indican el ascenso casi indiscutido de JStreet en los Estados Unidos, y la auto-derrotista incoherencia de la Corte con respecto a la campaña de boicot, con las decadas, el establishment de la Izquierda se ha vuelto tan dependiente de rechazar a la Derecha por su propio sentido de identidad, que ya no esta mas claro si sus miembros son capaces de ponerse del lado de la odiada Derecha contra sus enemigos en comun.