Abbas, durante su intervención en la reunión de la OLP
"Lucharemos por la unidad nacional palestina", promete el presidente palestino y líder de Al Fatah, Abu Mazen, ante la oposición israelí y crítica norteamericana al pacto sellado- aún lejos de aplicarse- con el grupo islamista Hamas.
En el discurso inaugural del Consejo Central de la OLP en Ramala (Cisjordania), Abu Mazen ha anunciado que seguirá el camino de la reconciliación interna asegurando-en un intento de tranquilizar a Estados Unidos, mediador e importante donante de la Autoridad Nacional Palestina (ANP)- que el nuevo Gobierno de transición hasta los comicios seguirá sólo su línea. Es decir, no la de Hamas como acusa el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
"Que nadie diga que será un Gobierno terrorista o extremista. Como yo, el Gobierno reconocerá el Estado de Israel, aceptará los acuerdos firmados y renunciará al terrorismo y violencia". Tres requisitos del Cuarteto Internacional que Hamas se niega a cumplir lo que ha provocado, entre otros motivos, la reacción del Gobierno israelí de suspender las negociaciones con los palestinos.
Abu Mazen ha expresado su deseo a seguir el proceso de paz cuya fecha de caducidad es el 29 de abril según la fórmula dada este verano por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry.
El rais palestino ha apuntado las dos condiciones para la vuelta a la negociación. Por un lado, la congelación de la construcción en las colonias en los territorios ocupados en la guerra del 67 durante tres meses en los que deberán negociar las fronteras definitivas. Por otro, la liberación de la cuarta tanda de presos palestinos. Se trata de los últimos 26 de los 104 presos detenidos por delitos cometidos antes de los Acuerdos de Oslo (93). Netanyahu-que ya liberó a 78 en los últimos meses- rechaza la exigencia de Abu Mazen de incluir a 14 árabes con nacionalidad israelí.
El presidente palestino reitera su rechazo a reconocer el carácter judío del Estado de Israel. "Los palestinos jamás reconocerán a Israel como un Estado judío", afirmó con rotundidad en la Mukata ante una exigencia que Netanyahu considera vital para firmar el acuerdo de paz.
Mientras Abu Mazen afirma que Israel no lo exigió cuando firmó la paz con Jordania y Egipto y que es un "asunto interno israelí", Netanyahu destaca que "es la raíz del conflicto. Los palestinos se niegan a reconocer el derecho del pueblo judío a tener su Estado y su relación histórica con esta tierra mientras yo sí reconozco el suyo a tener su propio Estado".
"No negociaremos con un Gobierno que se base en Hamas, un grupo terrorista que pide la destrucción de Israel", afirmó Netanyahu el pasado jueves. Posteriormente, dijo que mantiene la puerta abierta al diálogo: "Queremos seguir las negociaciones con los palestinos pero en las últimas semanas cada vez que hemos estado a punto de cerrar el acuerdo para seguir el proceso de paz, Abu Mazen ha huido. Primero de forma unilateral al pedir la adhesión a los tratados de la ONU y ahora uniéndose a un grupo asesino que es considerado terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea".
Abu Mazen ha destacado que la unidad palestina beneficiará las posibilidades de la paz con Israel recordando que en cualquier caso las llaves de la negociación son suyas y no de Hamas. Por si acaso, ha recordado que Netanyahu negoció con el grupo islamista en alusión al acuerdo de tregua de Gaza (noviembre 2012).
El presidente palestino ha revelado que Kerry le dijo que "Netanyahu no confía en él y le considera un mentiroso" por lo que quiso hacer la liberación de los presos en varias tandas.
"Nuestro objetivo es la creación de un Estado palestino en las fronteras del 67 con Jerusalén Este como capital. Y lo queremos conseguir a través de la negociación", ha resumido Abu Mazen.
La reacción del Gobierno israelí a su discurso no se ha hecho esperar: "Recicla viejas condiciones sabiendo que Israel no las aceptará. Abu Mazen ha dado hoy el golpe de gracia al proceso de paz".
Al Fatah preveía la respuesta negativa israelí al pacto con Hamas. Así sucedió en los cuatro acuerdos anunciados desde que en el 2007 se produjera la traumática fractura (Gaza bajo control de Hamas frente a Cisjordania de Al Fatah). El temor palestino se centra más en la posibilidad de que EE.UU recorte la ayuda económica a la ANP si al frente hay un Ejecutivo apoyado por Hamas.
El grupo islamista-bajo grave situación económica y política, entre otros motivos por su duro enfrentamiento con Egipto- es el gran triunfador de la semana.
Aunque muchos creen que el enésimo anuncio de reconciliación se quedará una vez más en papel mojado, Hamas logra la suspensión de la negociación con Israel mientras espera que la unidad con Abu Mazen ayude a mejorar sus pésimas relaciones con Egipto.
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