El muro de separación es una herramienta necesaria para proteger a los civiles israelíes (árabes y judíos) contra el terrorismo, especialmente de los atentadossuicidas. A Israel le ampara el derecho a la autodefensa reconocido en el derecho internacional y el único propósito al construir la barrera es impedir la entrada a núcleos de población de los terroristas desde el incremento de los atentados tras la Intifada de Al-Aqsa (más de 1000 personas asesinadas desde septiembre de 2000). Esta barrera no fue construida con fines discriminatorios ni anexionistas.
He aquí la estadística del número de ataques terroristas ejecutados (rojo) y frustrados (verde) antes y después de la construcción del muro de separación .