jueves, 11 de diciembre de 2014

El sofisticado gusto de Hitler por comer paloma rellena

El diario The Telegraph difundió detalles.El libro "La cena de los dictadores: una guía del mal gusto para entretener tiranos" revela los gustos a la hora de ordenar sus comidas de los más crueles dictadores, líderes comunistas y tristes figuras políticas del siglo pasado, algunas aún muy contemporáneas.
Los más crueles dictadores, líderes comunistas y tristes figuras políticas del siglo pasado fueron sometidas a un estricto análisis culinario en el que se revelan sus más sencillos o sofisticados gustos a la hora de ordenar sus comidas.
El libro "La cena de los dictadores: una guía del mal gusto para entretener tiranos" ("Dictators' Dinners: The Bad Taste Guide to Entertaining Tyrants"), escrito por los investigadores Victoria Clark y Melissa Scott, y que resume el diario britanico The Telegraph, cuenta los detalles.
Adolf Hitler
Si bien el dictador era conocido por ser vegetariano, el libro afirma que varias veces comía su plato favorito: paloma rellena con nueces, lengua, hígado y pistachos. Esto comprobaría la teoría de que el líder nazi no ingería carne debido a un problema gástrico que le provocaba una flatulencia y constipación crónica, motivo por el cual llegó a tomar 28 medicamentos diferentes para contrarrestarla. Cuenta el libro que en los meses finales de la guerra, Hitler tenía tantos problemas digestivos que su dieta estaba reducida al puré de papas y al caldo.
Muammar Kaddafi
Su comida favorita era el couscous con carne de camello. Al igual que Hitler, afirma la publicación que el ex líder libio era conocido por sufrir una fuertes e incontrolables flatulencias. La leche de camello que le gustaba tomar podría haber sido el causal de ese problema digestivo. En una oportunidad, durante una visita a su tienda en 2004, el ex premier británico Tony Blair fue advertido de no aceptar un vaso con leche de camello para no sufrir los mismos efectos que el entonces líder libio. Por su cercanía con el ex premier italiano Silvio Berlusconi, Kaddafi era amante de la comida italiana, en especial las pastas.
Benito Mussolini
El dictador italiano tenía especial gusto por una simple ensalada de ajo crudo picado condimentada con aceite y limón, un alimento que él consideraba que mantenía saludable su corazón. Su esposa le confesó una vez a la cocinera de la familia que el dictador solía comer gran cantidad de esa ensalada y que a ella se le hacía muy difícil acercarse a él después de eso. "No podía ir al lado suyo. Por las noches, lo dejaba durmiendo solo en nuestro cuarto y yo me refugiaba en la habitación de los niños", reveló.Sólo le gustaba la pasta que estaba hecha con trigo. No le gustaba la carne, pero alguna vez se vio tentado de probarla marinada con diferentes hierbas.
Kim Jong-Il
El ex líder norcoreano adoraba la sopa de aleta de tiburón y la elaborada a base de carne de perro. Kenji Fujimoto fue contratado para prepararle el más lujoso de sushi del mundo, hecho con el pez globo japonés. En un libro en el que revela todos los excesos gastronómicos de su jefe, Fujimoto contó que Kim Jong-Il "disfrutaba tanto del pescado crudo fresco que podía empezar a comerlo cuando aún su cola se movía".
Fidel Castro
La comida y la bebida han sido durante mucho tiempo una pasión para el líder cubano. Según el libro, Castro ha gastado mucho dinero en promover empresas para producir queso francés y whisky. Allegados al jefe de la revolución cubana contaron que su especial debilidad durante sus años más jóvenes era la sopa de tortuga.

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