jueves, 4 de diciembre de 2014

El Papa: “El fundamentalismo y el terrorismo humillan la dignidad de todos los hombres”

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, recibe al Papa en el nuevo palacio presidencial, en Ankara.El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, recibe al Papa en el nuevo palacio presidencial, en Ankara.
"El fundamentalismo y el terrorismo humillan gravemente la dignidad de todos los hombres e instrumentalizan la religión". Eso ha asegurado rotundo Francisco durante el encuentro que hoy, a su llegada a Turquía, ha mantenido en Ankara con Recep Tayyip Erdogan, presidente del país desde agosto pasado y primer ministro entre 2003 y 2014, además de ser el fundador y líder del Partido Justicia y Desarrollo (AKP), de inspiración islámica.
Las palabras del Papa contra el fundamentalismo religioso y a favor del diálogo y de una negociación multilateral adquieren especial relevancia al haber sido pronunciadas en Turquía, país de 76 millones de habitantes con un 98% de musulmanes y fronterizo con el califato impuesto en el norte de Siria e Irak por el grupo yihadista Estado Islámico (IS).
La violencia descarnada de esos terroristas islámicos ha provocado un éxodo masivo que se estima un millón y medio de refugiados. "Es preciso contraponer al fanatismo y al fundamentalismo, a las fobias irracionales que alientan la incomprensión y la discriminación, la solidaridad de todos los creyentes, que tenga como pilares el respeto de la vida humana, de la libertad religiosa-que es libertad de culto y libertad de vivir según la ética religiosa-, el esfuerzo para asegurar todo lo necesario para una vida digna, y el cuidado del medio ambiente", ha indicado el Papa.
Erdogán, por su parte, se ha quejado en su discurso de que la islamofobia crece en el mundo y muchos musulmanes son vistos como terroristas, mientras que en realidad son víctimas de la violencia de grupos fundamentalistas. El presidente turco ha denunciado la violencia de estado que se practica en Siria, pero también ha denunciado la violencia que Israel emplea en Gaza.
Sin embargo, Francisco no sólo ha desafiado con sus palabras a los fundamentalistas, sino que también lo ha hecho con sus actos: el Papa, que ha llegado a las 13.00 horas locales (las 12.00 en España) a Ankara, ha empleado para desplazarse por la ciudad un Volkswagen Passat, en lugar del coche blindado que las autoridades turcas le habían asignado inicialmente.
Diálogo y negociación
Pero aunque ha arremetido sin paliativos contra los que practican la violencia en nombre de Dios, el Pontífice sobre todo ha desgranado su receta para conseguir la paz en Oriente Medio a través de dos ingredientes fundamentales: el diálogo y la negociación.
"Una aportación importante puede provenir del diálogo interreligioso e intercultural, con el fin de apartar toda forma de fundamentalismo y de terrorismo, que humilla gravemente la dignidad de todos los hombres e instrumentaliza la religión", ha indicado.
Hasta cinco veces a pronunciado la palabra 'diálogo' el austero Francisco en el discurso que ha pronunciado en el nuevo palacio presidencial de Ankara, un edificio faraónico inaugurado hace solo dos meses, que abarca una superficie de 150.000 metros cuadrados, que se compone de 1.000 estancias (incluido un despacho oval y una mezquita con capacidad para 5.000 personas) y cuya construcción se ha visto rodeada por fuertes polémicas ya que ha costado 615 millones de dólares, el doble del presupuesto inicial.
Bergoglio, el primer líder internacional en poner el pie en la nueva residencia de Erdogan, ha destacado en su intervención la necesidad de avanzar "con paciencia" en el compromiso de construir una paz sólida en Oriente Medio, una región "teatro de guerras fratricidas desde hace demasiados años, que parecen nacer una de otra, como si la única respuesta posible a la guerra y la violencia debiera ser siempre otra guerra y otras de violencias".
"¿Por cuánto tiempo deberé sufrir aun el Medio Oriente por la falta de paz?", ha clamado Francisco. El Pontífice ha subrayado que el mundo no se puede resignar a los continuos conflictos, como si no fuera posible cambiar y mejorar la situación. "Con la ayuda de Dios, podemos y debemos renovar siempre la audacia de la paz".
Una paz que para Francisco pasa ineludiblemente por el diálogo y por utilizar "con lealtad, paciencia y determinación todos los medios de negociación". Y que tiene que comenzar por el respeto de los derechos fundamentales y los deberes que comporta la dignidad del hombre. "Por esta vía se pueden superar prejuicios y falsos temores, dejando a su vez espacio para la estima, el encuentro, el desarrollo de las mejores energías en beneficio de todos", ha subrayado.
'Libertad religiosa y de expresión'
Para para conseguir esa paz Francisco ha destacado que es "fundamental" que musulmanes, judíos y cristianos, gocen de los mismos derechos y respeten las mismas obligaciones. "La libertad religiosa y la libertad de expresión, efectivamente garantizadas para todos, impulsara el florecimiento de la amistad, convirtiéndose en un signo elocuente de paz".
Antes de su encuentro con Erdogán, el Papa visitó el mausoleo de Mustafá Kemal Attaturk, padre y fundador de la república de Turquía.

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