By DAVID HOROVITZ
Cuanto menos sabes de el, mas facil es meterse con el cricket. Desde la perspectiva del observador, puede parecer la mas aburrida e inutil de las actividades deportivas. Gente parada alrededor por horas en ridiculas ropas blancas. Los mas breves torbellinos de accion lejos en la distancia, y entonces profundas pausas de completa inactividad. Es increible que lo llamen un deporte despues de todo.
Juegos interrumpidos por horas, o cancelados, por la lluvia. Jugadores abandonando el campo por poca luz. Juegos que continuan por cinco dias completos y aun frecuentemente terminan sin un ganador. El tufo de una epoca antigua en una cultura de jovial bonhomia y pausas para el te.
Tales groseras ideas equivocadas se evaporan el momento en que te paras en el campo y comienzas a apreciar la sutileza de lo que es, para sus adherentes, el mas grande deporte del mundo. Es una batalla en la cual la actuacion de cada jugador es vital para el equipo, cada concentracion de segundos critica, cada movida aparentemente marginal- en una postura del hombre que lleva el bate, una velocidad del jugador, una posicion del campista- cambios de juego potenciales. Un deporte para los jovenes, delgados y atleticos, y para los maduros y musculosos. Es tambien, cuando es jugado como debe ser jugado, un deporte de auto-disciplina, decencia y respeto- por la oposicion y por los jueces que refuerzan los reglamentos. Un juego de gentlemans, como lo llaman siempre. Un deporte cuyo verdadero nombre, "cricket," se convirtio en sinonimo de juego limpio y comportamiento honesto en todos los pasos de la vida, donde hacer lo incorrecto es "no cricket, exactamente".
Cuando muchacho en Londres, yo jugaba cada dia libre de aguaceros en los meses de primavera a otoño en el parque detras de mi casa. Semanas y meses de fantastico cricket, con lo que en retrospectiva parece una mas improbable coleccion de amigos, pero en ese momento eran simplemente mis entusiastas compañeros de los vecindarios cercanos.
Habia otro judio semi-habitual, ahora doctor, que vivia calle abajo, y un par de otros dos jovenes ingleses blancos. pero la mayoria de nuestro equipo era de origen indio y pakistani, los hijos de inmigrantes de los enclaves del antiguo imperio- que amaban el deporte que sus padres habian aprendido de los gobernantes britanicos, ahora jugandolo con gusto como los mismos britanicos. Habia un tal Ronald, un indio con una sonrisa radiante, un pakistani muy cascarrabias y su mas alegre amigo Koshi, facilmente el mejor jugador, y muchos miembros de una familia india cuyos padres, de acuerdo al glorioso estereotipo manejaban el negocio de dulces al otro lado de la estacion de subte local.
Todo acerca de las mas amplias tradiciones del cricket, todo acerca del particular contexto en el cual millones como mi colorida mezcla de amigos de infancia lo jugaban, fue tomado como blanco y ensangrentado por los terroristas que el martes intentaron asesinar al equipo de cricket de Sri Lanka que estaba en gira por Pakistan.
Los hombres en los blancos de los terroristas estaban persiguiendo rivalidad deportiva en la causa de la armonia internacional. Ellos habian llegado a Lahore llenos de conciencia del riesgo del terrorismo: ellos habian consentido admirablemente ir de gira luego que el equipo indio, horrorizado por la matanza terrorista de noviembre en Mombai- que India cree fue auspiciada por un grupo terrorista con sede en Lahore- se retiro.
Ellos habian llegado en el espiritu del cricket- de feroz competencia firmemente limitada al campo de juego, y restringida aun por absoluta fidelidad a un codigo de buena conducta.
Y ellos fueron el objetivo de los adherentes de una cepa religiosa para quien tales cualidades son anatema, por terroristas que buscan destruir la armonia internacional, que explotan las libertades civilizadas y cuya causa es fundamentalmente intolerante.
Algunos comentaristas se apresuraron a etiquetar el terror de Lahore como el "Munich de Pakistan", destacando que era el peor ataque terrorista sobre la gente del deporte desde que los terroristas palestinos asesinaron a 11 atletas israelies y entrenadores en los Juegos Olimpicos de 1972.
Pero con menos de 10 muertos y ninguno de los deportistas mismos asesinados, el impacto en las conciencias del mundo libre es probable que pruebe relativamente apagado y breve, depreciando para el impotente lamento politico por la creciente inestabilidad en la nacion de la bomba islamica y un debate en los circulos deportivos acerca de la logistica de quitar a Pakistan como un lugar para futuros encuentros internacionales.
No hay ciertamente signos que los familiares criticos de las batallas de Israel con el extremismo islamico esten en alguna parte cercanos a unir los puntos- a internalizar que no, por supuesto no todos los musulmanes son terroristas, pero que los terroristas mundiales estan en su mayoria asesinando por la distorsionada causa del extremismo islamico.
El periodico britanico Independent, por ejemplo, que aporreando al carnero de la despiadada deslegitimizacion israeli, aparentemente no ve ironia en lamentar la "capitulacion ante el extremismo" de Pakistan como una causa raiz del ataque del martes cuando el mismo periodico tan a menudo acusa a Israel por atraverse a confrontar a los extremistas. Su primera plana el miercoles tenia cuatro fotos del ataque de Lahore como se desarrollo, mas arriba un titular que decia que Pakistan esta "en guerra". Su editorial advertia severamente de los peligros puestos por la "extendida insurgencia islamista" pakistani, y castigaba al gobierno por fracasar en progresar en la "batalla para derrotar a los militantes". Acusaba para la concreta vituperacion al inoportuno apaciguamiento de las tribus en el Valle Swat por parte de Islamabad, el cual ha estado permitiendo "consolidar la ley de Sha'aria a cambio de una tregua."
El mismo diario, solo un dia antes, habia dedicado su unica historia de primera plana a una protesta de algunos de los grandes criticos de Israel contra el prestigioso Museo de Ciencias, cuyo pecado es esta semana albergar los seminarios para chicos no judios en Londres y Manchester "Dia de Ciencia Israeli", exponiendo el trabajo de las universidades israelies. En las palabras de los criticos- cuya campaña fue evidentemente estimada por los editores del diario como la unica historia mas importante sobre la tierra que podria traer a sus lectores ese dia- estos talleres educativos suman a la intolerable promocion de los cientificos y universidades que son "complices en la ocupacion israeli y en las politicas y armamento recientemente desplegado para tan desastroso efecto en Gaza."
En este mundo patas para arriba, el juez de cricket britanico, Chris Broad, quien se informo se tiro de cabeza protectoramente sobre un colega herido en el ataque de Lahore, es un heroe. Pero Israel, buscando desbaratar los ataques sobre su ciudadania por parte de islamistas de Gaza, es un villano genocida. O, mas simple y absurdo, los pistoleros de Lahore son terroristas malvados, los que disparan cohetes desde Gaza son buenos.
"Pakistan no debe capitular ante el extremismo destructivo," decia el titular en ese editorial. Israel, en este distorsionado pensamiento, presumiblemente debe.
Dos dias antes, el mismo diario en su edicion dominical tambien hizo de Israel su mancha de primera plana. "Escuadrones de la muerte de Israel: La historia de un soldado" detallado y no nombrado, psicologicamente dañado el ex soldado de Tzahal relato de un asesinato selectivo en el cual el habia participado en Gaza. Dos "militantes" habian sido asesinados (uno de los que, el periodico olvido detallar, habia estado preso en Israel y fue acusado de organizar ataques terroristas)- pero tambien dos transeuntes palestinos (ambos Fatah admitio luego que eran parte de sus cuadros).
Nuevamente, este cuento- que se relacionaba con un suceso que fue informado en su momento, incluyendo en el The Jerusalem Post, como una muerte por una operacion que salio mal; un suceso que tuvo lugar ocho años atras- fue considerado por el Independent que constituia la pieza mas esencial de informacion sobre la tierra para resaltar para el publico britanico el domingo 1º de marzo.
Tales ejemplos demasiado comunes de consistentemente distorsionada prioridad periodistica se suman a una campaña concertada por este particular diario para conseguir la deslegitimizacion y asi la desaparicion de Israel. Ignorar o desmerecer los factores centrales que son cruciales para entender las opciones y desafios de Israel con respecto al compromiso territorial, asentamientos y tratar con el terrorismo, mientrs dispersa enormemente y distorsiona otros, representa una desproporcion que sale mucho mas alla de los parametros del legitimo- de hecho necesario- debate acerca de las politicas y metas israelies.
Ciertos otros medios noticiosos, en el Reino Unido y mas alla, son apenas menos culpables. Que otro perenne critico de las politicas de defensa israelies, el Guardian, tambien editorializo con desaprobacion acerca de la falla de Pakistan en salvaguardarse del terrorismo: "Los analistas no estan exagerando cuando dicen que el ataque eleva preguntas existenciales para el estado pakistani", sermonea. "Si el estado no puede proteger a un equipo visitante de cricket del bien dirigido y mejor preparado terrorismo, que puede hacer?"
Esto de un diario cuyo impetu es a menudo poner "cuestiones existenciales" respecto al estado judio precisamente debido a que tratamos de protegernos del "bien dirigido y mejor preparado terrorismo."
Pero la enfermedad tiene repercusiones mas alla de Israel. Para todo el boca a boca que los lectores del Independent y Guardian del miercoles pueden pagar por la necesidad de confrontar efectivamente a los "militantes" de Pakistan, su cobertura mas comunmente muestra una ceguera inherente a la verdad, la naturaleza inflexible de las fuerzas islamistas que amenazan no solo a Israel sino al mundo libre. Wafa Sultan, la autora y psicologa nacida en Siria, residente en California, lo pone franca y extraordinariamente valiente en una gran entrevista en Al-Jazeera arabe que esta en You Tube tres años atras cuando ella declaro: "El choque que estamos presenciando alrededor del mundo no es un choque de religiones o un choque de civilizaciones. Es un choque entre dos opuestos, entre dos eras. Es el choque entre una mentalidad que pertenece al medioevo y otra mentalidad que pertenece al siglo XXI... entre civilizados y primitivos, entre barbarie y racionalidad... entre libertad y opresion, entre democracia y opresion. Es un choque entre los derechos humanos por un lado y la violacion de esos derechos por el otro. Es un choque entre aquellos que tratan a las mujeres como bestias, y aquellos que las tratan como seres humanos... Cuando los musulmanes dividieron a la gente entre musulmanes y no musulmanes, y llamaron a combatir a los otros hasta que crean en lo que ellos mismos creen, ellos comenzaron este choque y comenzo esta guerra."
Es un choque que amenaza la supervivencia de Israel. Es un choque que, como un conocido indio destaco el martes, esta "verdaderamente sobre nuestros cuellos ahora. Lahore esta solo detras de la frontera". Es un choque con un enemigo que no puede ser apaciguado. Enfaticamente, no es cricket- en el mas amplio, as civilizado, mas humano sentido de esa palabra.
Fuente: Jerusalem Post
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