La actual dirigencia de los distintos entes centrales que dirigen la la comunidad judía debe llamarse a una profunda revisión crítica y autocrítica a los efectos de volver a poner a la educación judía en el orden de las prioridades ,tanto a nivel asignaciones y ayuda económica a las escuelas y becas a los padres ,pero es en especial en lo ideológico donde en las escuelas más laicas existe un gran vacío de contenidos en todo aquello que hace al estudio de las fuentes tradicionales y el idioma hebreo mientras que en la mayor parte de las escuelas religiosas, salvo rarísimas excepciones, existe un alarmante desconocimiento de la historia judía desde la antiguedad y hasta nuestros días y un peligroso alejamiento e ignorancia de todo aquello vinculado al sionismo, la realidad del actual estado hebreo y la problemática del Medio Oriente.
Las consecuencias visibles de las fallas educativas graves en la comunidad no se ve solo en la asimilación y el vaciamiento de los valores judíos ( sincretismo religioso, aliento a la consumación de matriomonios mixtos ) sino también en la pobrísima presencia de jóvenes judíos en actos de apoyo a Israel y el desconocimiento absoluto de los vínculos nacionales, religiosos y emocionales del judío con su tierra ancestral.
El partido sionista Avoda, que hasta la actual cadencia religiosa gobernó la AMIA durante 50 años, hizo una valiosa autocrítica educativa en octubre pasado pero no ha asumido la responsabilidad por el traumático cierre de escuelas judías que debieran haber sido salvadas.
Si hay un punto de ruptura que generó abandono y cierto desinterés en implementar políticas activas para privilegiar la educación judía, ese punto fue la voladura de la sede de AMIA. Desde ese entonces parte del esfuerzo dirigencial se dirigió a la política externa de la comunidad( y a las peleas por el poder y la figuración ) relegando lo interno ( educación, juventud, cultura ,etc.).
Hay que volver a repensar las escuelas judías y su ubicación ya que muchas de las actuales surgieron para dar respuesta a una realidad comunitaria hoy superada.
La calidad educativa es dispar; hay zonas donde hay dos o tres escuelas y en otros lugares ninguna ( zonas del gran Bs. As.). Hay que jerarquizar social y económicamente al docente que esta desmotivado y darle las herramientas tecnológicas y de contenido para alumnos que requieren distintos saberes. Hay que buscar que las escuelas sean sustentables en lo económico y que su sosten no recaiga solo en el esfuerzo de padres de clase media empobrecida. AMIA debiera, progresivamente, volver al presupuesto histórico que se le dedicaba a la red escolar ( casi 50% de sus ingresos ). Hay que trabajar educando a jóvenes generaciones de padres que consideran a la escuela judía una carga en lugar de una obligación y hay que integrar a la educación formal con la informal privilegiando la primera.
Es necesario refundar un Vaad Hajinuj activo que no este separado de Bamah y que se constituya en un timón que guie y se adelante a las necesidades de una red escolar en donde se superponen funciones,dinero y esfuerzos.
Rediseñar y revalorizar la red escolar judía es una tarea que no soporta más postergaciones. Debe ser la prioridad de la hora si se quiere quitar víctimas a la asimilación y a la desjudaización galopante que afecta en especial a las nuevas generaciones.Por Natalio Steiner Fuente el reloj.com
El autor es co director del semanario Comunidades de Buenos Aires, Argentina
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