By ERAN TZIDKIYAHU
En los ultimos años, una revolucion mediatica ha estado teniendo lugar en el mundo arabe, asi que los medios ahora reflejan en una gran extension la atmosfera de la calle arabe tanto como el consenso en los regimenes arabes. Las criticas contra los crímenes cometidos por el ocupante sionista en Palestino reciben resonancia sustancial, mientras que otros horrores que tienen lugar en la region tienen poca cobertura, especialmente cuando son el trabajo de jugadores locales y no de europeos, americanos o judios. La condena regional a Israel no refleja normas humanitarias globales sino que es reservada especialmente para el conflicto israeli-palestino.
Las criticas contra Israel, por su volumen y severidad, ensombrecen la cobertura del actual conflicto en Darfur, por ejemplo, el cual en los ultimos pocos años ya se ha llevado un tercio de millon de victimas y creo millones de refugiados. La limpieza etnica teniendo lugar en Darfur es por lejos peor que cualquier otra crisis regional y no puede ser comparada con el conflicto politico palestino-israeli, ni en volumen ni en esencia.
El silencio de los medios arabes respecto al lado humanitario del conflicto en Darfur es reforzado por el hecho que Sudan es un miembro activo de la Liga Arabe. Mas aun, algunas voces en la prensa local afirman que la cobertura occidental de la crisis de Darfur es parte de una conspiración Sionista-Occidental para desviar la atención de Irak y Palestina y traer involucramiento extranjero en Sudan para tomar control de sus recursos naturales.
En 2007 El Grupo Crisis Internacional y la Universidad Americana en Cairo llevaron a cabo un taller sobre cobertura de medios de la crisis de Darfur. Los participantes- importantes periodistas y academicos del mundo arabe- afirmaron que los medios arabes no dan suficiente atención al desastre humanitario en Darfur, comparado tanto como con los medios occidentales como con la atención que los medios arabes dedican a otros conflictos en el Medio Oriente. Su informe argumenta que debido a la falta de recursos, pero tambien debido a la falta de interes y racismo, aspectos politicos de la crisis de Darfur tienen prioridad por sobre los humanitarios, siendo su cobertura frivola e inapropiada.
Las criticas a Israel de los amigos de Sudan, Egipto, Jordania, Turquia y Siria parecen cargadas de hipocresia cuando todos estos paises oprimen a las minorias y violan descaradamente los derechos humanos.
En Sudan, la milicia tribal arabe Janjaweed es respaldada por el presidente Omar al-Bashir, el mismo acusado por la Corte en lo Criminal Internacional por Genocidio. Inmediatamente después de su acusacion por la Corte en julio de 2008, la Liga Arabe, muchos de cuyos miembros acusan a Israel por crímenes de guerra, emitieron una declaracion en apoyo del presidente sudanes. Pero ciertas voces en el mundo arabe respaldaron la decisión de la Corte y condenaron las declaraciones de la Liga Arabe, entre los que se encuentra Abd al-Rahman al-Rashed, director-general de Al-Arabiya TV y ex editor de Al-Sharq al-Awsat.
EL MUNDO ARABE permanecio en silencio en los años 60 cuando Egipto uso gas mostaza en el norte de Yemen, en los años 70 cuando Jordania asesino palestinos, en los años 80 cuando Siria masacro a decenas de miles de sus propios ciudadanos que eran partidarios de la Hermandad Musulmana, y en los años 90 cuando Saddam Hussein masacro a los kurdos en el norte y a los chiitas en el sur de Irak. Severa discriminación esta siendo practicada contra minorias etnicas y religiosas en paises a traves del Medio Oriente.
Desde que el Primer Ministro turco Recep Tayyip Erdogan se retiro en camara del Foro Economico Mundial en Davos, Turquia se ha convertido en el abanderado de las criticas contra Israel en el Medio Oriente. Turquia, aunque acusa a Israel por crímenes de guerra, no puede enfrentar su propio pasado respecto del genocidio armenio y presiona a los organismos academicos y diplomaticos para evitar cualquier debate publico serio sobre el tema. Hoy dia, Turquia usa la opresión cultural y militar para negar el derecho de la minoria kurda a la autodeterminación.
De acuerdo a Periodistas sin Fronteras, el mayor desafio a la libertad de prensa en el Medio Oriente es la auto-censura que los periodistas ejercen en temas sensibles. Debido a estas restricciones, los periodistas arabes canalizan sus criticas hacia Israel, el que continua siendo el puching bag* y el objetivo de la ira arabe y musulmana contra cada mal en el mundo. Los paises arabes ciertamente se beneficiarian mas de observar introspectivamente en los problemas de sus propias sociedades.
TODOS ESTOS EJEMPLOS no absuelven a Israel de las criticas. Sea que Israel es concebido como un pais luchando por su existencia o como un ocupante agresivo, la critica externa es un factor necesario en equilibrar el conflicto. Un dialogo avanzado esta teniendo ya lugar dentro de Israel mismo, y muchas organizaciones disfrutan su libertad para criticar duramente al estado. De igual manera, los crímenes que tienen lugar en otros paises no eximen a Tzahal de su obligación de investigar seriamente las razones por el alto numero de victimas civiles durante la ultima operación en Gaza.
No obstante, los medios regionales deben informar proporcionadamente, ya que una cobertura unidimensional del conflicto es engañosa, demonizadora y crea intenso odio hacia Israel y los judios en la calle arabe. Esta atmosfera hara en cambio difícil para los estados arabes moderados explicar a su gente las iniciativas de paz que promueven. Mientras que los arabes cubren ampliamente cualquier agresión occidental o israeli contra arabes o musulmanes alrededor del mundo, ellos ignoran a arabes o musulmanes lastimando a otros arabes, musulmanes o africanos. Esta brecha en la cobertura sugiere que los arabes requieren normas morales mucho mas altas de Israel y Occidente que de ellos mismos.
La critica regional contra Israel debe hacerse dentro de relaciones internacionales de intereses politicos e internacionales proporcionales. Las mas altas cuestiones de moralidad y justicia deben ser dejadas a los filosofos, o a unos justos y equilibrados medios que esten dispuestos a criticar a todas las partes sin tendencias y de acuerdo a normas humanitarias globales.
El autor es miembro del Legacy Heritage trabajando en Jerusalem y un estudiante de MA en el Departamento de Medio Oriente y Estudios Islamicos de la Universidad Hebrea.
Fuente: Jerusalem Post
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