jueves, 12 de marzo de 2009

PERPETUAR LA CONFISCACION NAZI‏


By MARILYN HENRY

El nombre de Reinhard Heydrich llegara ciertamente mañana al Departamento de Estado cuando la Oficina para Asuntos del Holocausto de EEUU sostenga una sesion para revisar las propuestas de restitucion y quejas concernientes a bienes no resueltos de la era del Holocausto.
La revision es preparacion para una conferencia diplomatica que esta agendada para fines de junio en Praga, la cual tiene una asociacion especial con Heydrich. El jefe de seguridad del Reich y jefe ejecutor de la "solucion final para la cuestion judia", Heydrich fue nombrado el Reichsprotektor de Bohemia y Moravia en 1941. "El verdugo," como el era conocido, fue emboscado por saboteadores checoslovacos en mayo de 1942 cuando abandonaba su casa en las afueras de Praga. Heydrich murio de sus heridas mas de una semana despues. El ataque fatal desato una serie de mortales represalias alemanas contra checoslovacos y judios, incluyendo la liquidacion de la villa de Lidice. Es el rol asesino de Heydrich lo que hace la cuestion de su casa lo mas irritante en cualquier discusion sobre bienes del Holocausto. El salvaje que fue anfitrion de la Conferencia de Wansee que sello la suerte de la juderia europea vivion en un palacio que habia sido confiscado de Ferdinand Bloch-Bauer, un rico judio industrial. Mucho antes del ascenso de los nazis al poder, el palacio, conocido como Panenske Brezany, se habia convertido en la casa de verano de los Bloch-Bauer cerca de Praga luego que el, como otros judios, se mudara de las fronteras del Imperio Austro-Hungaro a su centro, Viena.
Alli, Bloch-Bauer y su esposa, Adele*, estuvieron entre la elite cultural, patronos de prominentes artistas tales como Gustav Klimt. A diferencia de otros del corazon del imperio, sin embargo, los Bloch-Bauer permanecieron leales a Checoslovaquia y mantuvieron la ciudadania checoslovaca. El tambien fue un buen amigo de Tomas Masaryk, el primer presidente de Checoslovaquia, y luego ayudo al gobierno checoslovaco en el exilio durante la II Guerra Mundial.

"El era un buen patriota como podrian decir los checos", dijo Randol Schoenberg, el abogado de Los Angeles que representa a Maria Altmann, sobrina de Ferdinand. Altmann, ahora de 93 años, era una recien casada cuando escapo con su esposo Fritz, luego que el fue liberado de Dachau. Ellos construyeron una vida en el sur de California.
Luego del Anschluss**, Ferdinand huyo a Panenske Brezany. Cuando los nazis tomaron los Sudetes, el huyo nuevamente, esta vez a Zurich, donde murio en 1945.

Sesenta años luego de su huida, Maria Altmann comenzo una batalla legal de 7 años de los herederos Bloch-Bauer por recuperar cinco pinturas de Klimt a manos del gobierno Austriaco, incluyendo dos retratos iconicos de su tia Adele, quien murio en 1925. Los herederos de Bloch.Bauer tambien recuperaron su casa en Viena y una cuenta dormida en un banco suizo. Sin embargo, ellos han sido incapaces aun de recuperar Panenske Brezany.

Luego de la guerra, el palacio brevemente fue una guarnicion sovietica, entonces fue nacionalizado por el regimen comunista checoslovaco como "propiedad enemiga". "Que mejor ejemplo de la necesidad de restitucion que el palacio tomado por los lideres nazis del asi llamado 'protectorado'?" pregunto Schoenberg.
Sin embargo, los herederos Bloch-Bauer no pudieron recuperar la propiedad debido a que las leyes de restitucion post-comunistas tienen requerimientos de ciudadania.
Este es uno de los principales problemas de restitucion en Europa Central y Oriental. Donde existen leyes, ellas a menudo vienen con estrictos requerimientos de elegibilidad para los reclamantes. Los estados argumentarian que sus propios ciudadanos deberian beneficiarse de las propiedades dentro de sus fronteras. Ellos pasan por alto a los dueños de la preguerra, a veces argumentando que seria injusto favorecer a judios sobre no judios.
Pero como la ex Alemania Oriental, ellos deben hacer excepciones en leyes de propiedad de victimas nazis. Ellos deben tomar medidas para reconocer que los judios fueron tomados como blanco, perseguidos, negados sus derechos civiles y empobrecidos. Los judios fueron apartados de su ciudadania, deportados o forzados a huir.

O eran asesinados.

Otros que se las arreglaron para sobrevivir en otros paises no deben ser penalizados por falta de ciudadania, particularmente donde los nuevos estados, con nuevas fronteras, han reemplazado a los viejos imperios, a menudo distorsionando la cuestion de la nacionalidad dentro de una sola generacion.

Esta penalizacion a las victimas y herederos es pura especulacion por los gobiernos europeos centrales y orientales y las instituciones que, en efecto, estan perpetuando las confiscaciones nazis robando nuevamente la propiedad.

Se ha dicho que los judios de Europa central y oriental fueron doblemente victimas: primero los nazis, luego los comunistas. Pero a menudo parece que hay otra clase adicional de victimas- aquellos residentes de los regimenes post-comunistas que hacen virtualmente imposible para las victimas y herederos recuperar sus propiedades familiares.

Esto no esta limitado al gobierno checo, el que vendio el palacio Bloch-Bauer pronto despues del colapso del comunismo. Problemas comparables existen a traves de Europa Central y Oriental y la ex Union Sovietica, donde hay leyes de restitucion imperfectas- o directamente no hay ninguna.

Es politica americana que haya leyes de restitucion y estas no deben ser discriminatorias, no debe haber impedimentos de residencia o ciudadania para recuperar propiedad. Este es uno de los temas que los americanos esperan discutir en la Conferencia de Praga, donde los gobiernos informaran sus actividades en la decada pasada para devolver propiedades, bienes judaicos y arte saqueado a las victimas nazis.

Es dificil imaginar que tipo de incentivo los EEUU pueden traer a la mesa. Quizas, sin embargo, el Departamento de Estado pueda hacer un gesto profundo y simbolico: podria demandar un cambio de lugar para la conferencia de Praga. Mas alla que reunirse en un centro oficial de convenciones, los diplomaticos deben reunirse en un palacio, el de Panenske Brezany, con los fantasmas de Ferdinand Bloch-Bauer y Reinhard Heydrich.
En la foto se ve una postal de 1932 que muestra el palacio Bloch-Bauer donde la familia pasaba sus vacaciones.
Fuente: Jerusalem Post
*El apellido de Ferdinand en realidad era Bloch. El se caso con Adele Bauer quien era hija de un rico banquero vienes y pertenecia a la clase alta vienesa. Luego de casarse, para perpetuar el apellido la pareja tomo el apellido Bauer junto al de Ferdinand.
**Es la anexion de Austria por parte de Alemania.

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