jueves, 30 de enero de 2014
¿Dónde están hoy los autores del atentado contra la AMIA?
¿Dónde están hoy los autores del atentado contra la AMIA?
Fuente: Fundacion para la Defensa de las Democracias- Traducido por El Med.io
28/1/14
Por Toby Dershowitz
Ayer se cumplió un año de que Argentina hiciera público, el 27 de enero de 2013, un memorándum de entendimiento con Irán para constituir una comisión de la verdad que investigara el atentado de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en el que murieron 85 personas: el atentado terrorista más letal cometido en territorio argentino. En la práctica, esto supuso la revocación del apoyo de Argentina al trabajo realizado durante años por el fiscal especial para la AMIA, Alberto Nisman.
Se considera, de forma generalizada, que la comisión es una vía para que ambos países aumenten la cooperación mutua -puede que incluso en materia nuclear-, al tiempo que se exonera a los miembros de la Administración implicados en el atentado.
Los exhaustivos informes de Nisman llegaban a la conclusión de que el atentado fue aprobado en una reunión secreta el 14 de agosto de 1993, a la que asistieron el Líder Supremo Alí Jamenei, el presidente Alí Akbar Rafsanyani, el ministro de Asuntos Exteriores Alí Velayati y el ministro de Inteligencia Alí Falahian. El 15 de marzo de 2007, Interpol emitió órdenes de busca y captura para las destacadas figuras que se citan a continuación, las cuales, desde entonces, han ascendido en el escalafón; varias de ellas lo han hecho incluso durante los seis primeros meses de la presidencia de Ruhaní:
Alí Falahian era al ministro de Inteligencia cuando se produjo el atentado contra la AMIA. Hoy es un miembro electo de la influyente Asamblea de Expertos iraní.
Mohsen Rezai era el comandante de la Guardia Revolucionaria Islámica (GRI) en el momento del atentado. Hoy es secretario del Consejo de Discernimiento, y fue uno de los seis candidatos aprobados para presentarse a presidente en 2013.
Mohsen Rabani contribuyó a que Irán construyera su red terrorista en Latinoamérica durante 11 años, antes del atentado, mientras ocupaba el puesto de agregado cultural iraní en Buenos Aires. Hoy, al parecer, se dedica a conseguir partidarios para Irán mediante programas de radicalización para estudiantes latinoamericanos. Uno de los discípulos de Rabani, Abdul Kadir, participó en un atentado frustrado contra los conductos de combustible del aeropuerto JFK de Nueva York.
Ahmed Vahidi dirigía la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria en la época de los atentados. Se convirtió en ministro de Defensa en 2009. Fue nombrado director del Centro de Investigación de Defensa Estratégica del Consejo del Mando Conjunto de las Fuerzas Armadas durante el mandato de Ruhaní.
Ahmed Reza Asgari, miembro de la Guardia Revolucionaria, fue tercer secretario de la embajada de Irán en Argentina entre 1989 y 1994. Fue contratado por una empresa tapadera, manejada por la GRI, y posteriormente hizo carrera como investigador en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Alí Akbar Velayati, ministro de Asuntos Exteriores en la época del atentado, fue acusado en 2006 por un juez argentino y se emitió una orden internacional de arresto contra él. Fue candidato a la presidencia en 2013 y es asesor de alto rango del Líder Supremo Jamenei. En noviembre de 2013 Ruhaní lo nombró director del Centro de Investigación Estratégica del Consejo de Discernimiento de Irán, organismo al que se considera comúnmente como el think tank interno del presidente Hasán Ruhaní.
Akbar Hachemi Rafsanyani, presidente cuando se planeó el atentado, fue también acusado por un juez argentino. Hoy es presidente del Consejo de Discernimiento de Conveniencia de Irán.
El ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Javad Zarif, visitó este mes la tumba del jefe de operaciones internacionales de Hezbolá, Imad Mugniyeh, quien dirigió el atentado contra la AMIA. En medio de promesas de moderación, la visita de Zarif y la relevancia profesional otorgada a aquéllos implicados en el atentado plantean la cuestión de si estar vinculado con el terrorismo constituye un punto positivo o negativo para los miembros del régimen de Ruhaní, y suscitan dudas respecto a si el terrorismo es, en realidad, un instrumento del pasado para Irán. Mientras prosigue la comisión de la verdad, resultará instructivo ver de qué forma considera Ruhaní a los implicados en la voladura de la AMIA.