viernes, 17 de enero de 2014
LA DISCULPA DE YA'ALON
Fuente: The Jerusalem Post- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
15/1/14
El Ministro de Defensa Moshe Ya’alon fue obligado a disculparse esta semana por haber desairado al secretario de estado americano John Kerry cuando se refirio a sus continuos viajes a Israel y la Autoridad Palestina como "mesianicos" y "obsesivos." La vocera del Departamento de Estado, Jennifer Psaki, describio las palabras de Ya’alon como "ofensivas e inapropiadas."
Eso no fue todo. La critica de Ya'alon fue volada en una gran confrontacion diplomatica cuando un "alto funcionario americano" no nombrado exigio que el Primer Ministro Binyamin Netanyahu "enderece esto expresando publicamente su desacuerdo con las declaraciones contra el Secretario Kerry, las negociaciones con los palestinos y el compromiso de Kerry con la seguridad de Israel."
Este ultimatum virtual volvio el incidente bastante en una ronda de forcejeo en la cual Washington parecio determinado a empujar hacia abajo en forma decisiva el brazo de Jerusalem.
Pero algo de esto realmente tiene que ver con el dolor emocional que Ya'alon presuntamente infligio sobre Kerry? La nocion que las infracciones de la cortesia son insoportables en las relaciones internacionales es deshonesta muy al menos.
De lo contrario, por que el gobierno de Obama adoptaria una actitud tan indulgente hacia Iran, donde America es denigrada diariamente como "el gran Satan"? Los propios peces gordos de la Autoridad Palestina no han rehuido los ataques verbales contra Estados Unidos. No obstante, no hubo reacciones similares a las que saludaron el comentario de Ya'alon.
Ademas, los mas altos manejadores de hilos americanos no han sido excesivamente graciosos con sus homologos israelies.
Memorablemente, en noviembre del 2011, el presidente americano Barack Obama estuvo de chachara con camaraderia con el entonces presidente frances Nicolas Sarkozy durante la cumbre del G20 en Cannes, sin saber ambos que el microfono delante de ellos estaba encendido. "No puedo soportarlo. Es un mentiroso", espeto un Sarkozy disgustado en referencia a Netanyahu. Las plumas de Sarkozy estaban entonces supuestamente alborotadas porque Netanyahu no le dio el credito por la liberacion de Gilad Schalit del cautiverio en la Franja de Gaza.
Obama no solo no defendio a Netanyahu, el expreso acuerdo sin reservas con su interlocutor frances. "Tu estas harto de el, pero yo tengo que lidiar con el aun mas a menudo que tu", se quejo Obama.
El problema fue que esta articulacion de aversion inequivoca hacia el jefe de gobierno
democraticamente electo de Israel – un firme aliado de America – fue transmitida en forma inadvertida a periodistas que cubrian el evento.
Ningun indicio de disculpa llego alguna vez de Washington o Paris. Por supuesto, puede argumentarse que lo que Obama y Sarkozy dijeron fue pronunciado en una conversacion privada que no tenia intencion de ser hecha publica, y por lo tanto sus comentarios privados no cuentan.
Pero asi es tambien como resulta que Ya'alon llego a decir lo que dijo. El estaba en medio de una conversacion completamente privada, no intencionada para el oido publico. La diferencia es que la opinion de Obama fue divulgada por un microfono abierto, mientras que un periodista de un tabloide filtro el comentario fuera de grabacion de Ya'alon.
Sin dudas, siempre es deseable que la diplomacia sea conducida sin puñetazos verbales, en un aire de intercambios educados, sin distracciones innecesarias. Pero en el mundo real, lo que es deseable no siempre es lo que sucede.
Nadie – ni en Washington ni en Jerusalem – esta hecho de plastico y puede ser forzado dentro de un molde. Es la naturaleza de las antipatias que ellas finalmente suben a la superficie.
Mas a menudo que no, ellas son prudentemente pasadas por alto – como eligio hacer Netanyahu en reaccion a la maledicencia en Cannes.
Cuando es armado un gran escandalo por pronunciamientos privados, debemos preguntarnos por que. La diplomacia no tiene que ver con sensibilidades sino con intereses.
El deber de los lideres israelies es asegurar que los intereses existenciales de este pais, como ellos los perciben, no se vean comprometidos. Los israelies tambien tienen derecho a sostener opiniones y a expresarlas.
Sus homologos en el exterior no tienen derecho a imponer el silencio sobre ellos. De hecho, politicos/estadistas/diplomaticos no deben fingir estar ofendidos. Cuando lo hacen, se vuelve inevitablemente parte de los juegos de poder que ellos juegan y de las presiones que ellos ejercen.
Todos los que llegan a los titulares de los diarios dicen cosas en confianza, y todos saben lo que piensa la otra parte. Ellos deben conducir sus asuntos tan educadamente como sea posible. Pero salirse de las casillas y ofenderse publicamente por burlas privadas no solo es auto-indulgente sino arrogante.