jueves, 1 de mayo de 2014

CIENCIA


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Investigadores de la Universidad de Tel Aviv afirman que un edulcorante artificial evita el agregado de proteínas tóxicas al cerebro.
Por Sarah Carnvek
 enfermedad. Echen un vistazo más cercano a un paquete de chicle o caramelo sin azúcar y verán que el manitol ( alcohol de azúcar producido por hongos, bacterias y algas), es un ingrediente común. También  es utilizado en el campo médico (cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA)) como diurético para enjuagar el exceso de fluidos, y durante la cirugía para abrir la barrera de la sangre al cerebro al paso de otras drogas.
Ahora, los profesores Ehud Gazit y Daniel Segal (Departamento de Microbiología Molecular y Biotecnología de la Universidad de Tel Aviv y la Escuela de Neurociencia Sagol), junto con su colega Ronit Shaltiel-Karyo y la candidata a PhD, Moran Frenkel-Pinter, encontraron que el manitol  evita que se forme en el cerebro grumos de la proteína alfa-sinucleína (proceso característico de la enfermedad del Parkinson). A pesar que es un extraordinario avance, Segal advierte contra el auto-tratamiento o la ingesta de manitol en grandes cantidades.
“La gente no debería comerlo en la cantidad que quiera. Eso podría ser dañino. No lo recomendaría a ningún ser humano, ya que no tenemos idea de lo que podrían ser los efectos colaterales”, dice Segal. “Se deben realizar más pruebas”.
Entre 7 y 10 millones de personas en el mundo viven  con  Parkinson, desorden del cerebro que lleva a temblores, dificultad para caminar, y problemas de coordinación. No hay cura conocida para esa condición neurodegenerativa, y los científicos buscan  nuevos tratamientos para controlar los síntomas.
Los resultados de la Universidad de Tel Aviv fueron publicados en el Journal of Biological Chemistry y presentados en la Conferencia Drosophila 2013 en Washington DC; en la Conferencia sobre la enfermedad de Alzheimer/Parkinson 2013 en Florencia, Italia; y en la conferencia EUROCARB 2013 en Tel Aviv. Sobre la publicación que el manitol podría ser una terapia novedosa para el tratamiento del Parkinson y otras enfermedades degenerativas, la investigación  ocupó los titulares a nivel internacional.
Luego de identificar las características estructurales que facilitan el desarrollo de los grumos de alfa-sinucleína,  establecieron encontrar un componente que inhibiese  la capacidad de las proteínas para unirlas. Segal y su equipo observaron  una variedad de pequeñas moléculas y encontraron  que “ciertos pequeños azúcares parecían tener un efecto positivo en prevenir el agregado de la proteína”. Entre éstos,  el manitol (ya aprobado por FDA para su uso en una variedad de intervenciones clínicas).
Para probar las capacidades del manitol en el cerebro viviente, los investigadores recurrieron a las moscas de las frutas transgénicas (Drosophila) tratadas a través de ingeniería genética para expresar el gen humano para la alfa-sinucleína. Usaron  un test que mide la capacidad de las moscas de trepar las paredes de un tubo de ensayo.  En el periodo experimental inicial, el 72 % de las moscas normales fueron capaces de trepar al tubo, comparado con solo el 38 % de las moscas genéticamente alteradas. Los investigadores agregaron manitol al alimento de las moscas genéticamente alteradas durante 27 días y repitieron el experimento. Esta vez, el 70 % de las moscas mutadas treparon al tubo de ensayo. Además, los investigadores observaron un 70 % en la reducción de agregados de alfa-sinucleína en las moscas mutadas, alimentadas con manitol, comparado con las que no lo fueron.
Los científicos realizaron un segundo estudio midiendo el impacto del manitol en ratones  modificados para producir alfa sinucleína humana, desarrollado por Eliezer Masliah de la Universidad de San Diego. Luego de cuatro meses, los ratones inyectados con manitol  mostraron una dramática reducción de alfa sinucleína en el cerebro.
La investigación fue financiada por una beca de la Parkinson´s Disease Foundation y apoyada en parte por el Lord Alliance Family Trust. Ahora, Segal y su equipo desearían realizar un estudio  más, re-examinar la estructura del manitol e introducir modificaciones para optimizar su efectividad. Hasta ahora, sugiere que los médicos podrían usar el manitol en combinación con otros medicamentos para tratar el Parkinson pero que probaron ser ineficaces para penetrar la barrera sangre/cerebro. Esos medicamentos pueden ser capaces de “subirse a cuestas” sobre la capacidad del manitol de abrir esta barrera hacia el cerebro.
“No sé si el manitol proveerá de una cura. Pensarlo sería demasiado optimista. Si podemos ralentizar la enfermedad, diagnosticarla de manera temprana  y reducir la cantidad de sufrimiento, sería más que feliz”, resume Segal. “Estoy esperanzado”. Dulces noticias para la enfermedad del Parkinson Investigadores de la Universidad de Tel Aviv afirman que un edulcorante artificial evita el agregado de proteínas tóxicas al cerebro.Por Sarah CarnvekDulces noticias de Israel para los que padecen Parkinson: investigadores de la Universidad de Tel Aviv mostraron que el edulcorante artificial manitol puede ser una clave para combatir esa debilitante enfermedad. Echen un vistazo más cercano a un paquete de chicle o caramelo sin azúcar y verán que el manitol ( alcohol de azúcar producido por hongos, bacterias y algas), es un ingrediente común. También  es utilizado en el campo médico (cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA)) como diurético para enjuagar el exceso de fluidos, y durante la cirugía para abrir la barrera de la sangre al cerebro al paso de otras drogas.Ahora, los profesores Ehud Gazit y Daniel Segal (Departamento de Microbiología Molecular y Biotecnología de la Universidad de Tel Aviv y la Escuela de Neurociencia Sagol), junto con su colega Ronit Shaltiel-Karyo y la candidata a PhD, Moran Frenkel-Pinter, encontraron que el manitol  evita que se forme en el cerebro grumos de la proteína alfa-sinucleína (proceso característico de la enfermedad del Parkinson). A pesar que es un extraordinario avance, Segal advierte contra el auto-tratamiento o la ingesta de manitol en grandes cantidades.“La gente no debería comerlo en la cantidad que quiera. Eso podría ser dañino. No lo recomendaría a ningún ser humano, ya que no tenemos idea de lo que podrían ser los efectos colaterales”, dice Segal. “Se deben realizar más pruebas”.Entre 7 y 10 millones de personas en el mundo viven  con  Parkinson, desorden del cerebro que lleva a temblores, dificultad para caminar, y problemas de coordinación. No hay cura conocida para esa condición neurodegenerativa, y los científicos buscan  nuevos tratamientos para controlar los síntomas.Los resultados de la Universidad de Tel Aviv fueron publicados en el Journal of Biological Chemistry y presentados en la Conferencia Drosophila 2013 en Washington DC; en la Conferencia sobre la enfermedad de Alzheimer/Parkinson 2013 en Florencia, Italia; y en la conferencia EUROCARB 2013 en Tel Aviv. Sobre la publicación que el manitol podría ser una terapia novedosa para el tratamiento del Parkinson y otras enfermedades degenerativas, la investigación  ocupó los titulares a nivel internacional.Luego de identificar las características estructurales que facilitan el desarrollo de los grumos de alfa-sinucleína,  establecieron encontrar un componente que inhibiese  la capacidad de las proteínas para unirlas. Segal y su equipo observaron  una variedad de pequeñas moléculas y encontraron  que “ciertos pequeños azúcares parecían tener un efecto positivo en prevenir el agregado de la proteína”. Entre éstos,  el manitol (ya aprobado por FDA para su uso en una variedad de intervenciones clínicas).Para probar las capacidades del manitol en el cerebro viviente, los investigadores recurrieron a las moscas de las frutas transgénicas (Drosophila) tratadas a través de ingeniería genética para expresar el gen humano para la alfa-sinucleína. Usaron  un test que mide la capacidad de las moscas de trepar las paredes de un tubo de ensayo.  En el periodo experimental inicial, el 72 % de las moscas normales fueron capaces de trepar al tubo, comparado con solo el 38 % de las moscas genéticamente alteradas. Los investigadores agregaron manitol al alimento de las moscas genéticamente alteradas durante 27 días y repitieron el experimento. Esta vez, el 70 % de las moscas mutadas treparon al tubo de ensayo. Además, los investigadores observaron un 70 % en la reducción de agregados de alfa-sinucleína en las moscas mutadas, alimentadas con manitol, comparado con las que no lo fueron.Los científicos realizaron un segundo estudio midiendo el impacto del manitol en ratones  modificados para producir alfa sinucleína humana, desarrollado por Eliezer Masliah de la Universidad de San Diego. Luego de cuatro meses, los ratones inyectados con manitol  mostraron una dramática reducción de alfa sinucleína en el cerebro.La investigación fue financiada por una beca de la Parkinson´s Disease Foundation y apoyada en parte por el Lord Alliance Family Trust. Ahora, Segal y su equipo desearían realizar un estudio  más, re-examinar la estructura del manitol e introducir modificaciones para optimizar su efectividad. Hasta ahora, sugiere que los médicos podrían usar el manitol en combinación con otros medicamentos para tratar el Parkinson pero que probaron ser ineficaces para penetrar la barrera sangre/cerebro. Esos medicamentos pueden ser capaces de “subirse a cuestas” sobre la capacidad del manitol de abrir esta barrera hacia el cerebro.“No sé si el manitol proveerá de una cura. Pensarlo sería demasiado optimista. Si podemos ralentizar la enfermedad, diagnosticarla de manera temprana  y reducir la cantidad de sufrimiento, sería más que feliz”, resume Segal. “Estoy esperanzado”.

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