¿Por qué Erdogán asegura ahora que América fue descubierta por musulmanes?
«La llegada de Colón», de John Vanderlyn
Para el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, no fue Cristóbal Colón, sino los musulmanes quienes descubrieron América. Con esta afirmación sorprendió al auditorio durante el acto de clausura celebrado en Estambul de la Primera Cumbre de Líderes Musulmanes Latinoamericanos. El comentario del presidente otomano parece basarse en las afirmaciones de un académico musulmán, el doctor Youssef Mroueh, de la Fundación Assunnah de Estados Unidos.
«Colón admitió en sus escritos que el lunes, 21 de octubre de 1492, mientras su barco navegaba cerca de Gibara en la costa noroeste de Cuba, vio una mezquita en lo alto de una bella montaña». Así interpretó Mroueh las palabras del almirante Colón, tal como señaló ABC hace unos días, quien en su diario, en la transcripción de Fray Bartolomé de las Casas, anotó: «Tiene sus montañas hermosas y altas como la Peña de los Enamorados, y una de ellas tiene encima otro montecillo a manera de una hermosa mezquita».
Pese a la rotundidad y seguridad de sus palabras, la comunidad internacional ha recibido incrédula esta afirmación que rompe con todo lo estudiado hasta el momento y con todas las certezas históricas enseñadas en los centros de estudio. Desde la Escuela de Estudios Árabes (CSIC) aseguran que Erdogan está equivocado en sus declaraciones, como también lo creen los otros expertos consultados por ABC.
Para el arabista español Serafín Fanjul, la declaración de Erdogan no es más que una falacia movida por el deseo voluntarista de utilizar esta visión para reafirmarse, todo dentro de su política expansiva. «El islamismo busca apoyos históricos y se agarra a cualquier elemento para consolidarse». «Pero por eso, si se encontraron al ir hacia América con dos palos cruzados, no se puede concluir que se podía tratar de una cruz», explica. Según Fanjul, hay que tener en cuenta que hablaba ante una conferencia para América con la idea de reafirmarse de cara al exterior.
Todo tiene su interés geopolítico, incluso en esta afirmación, para muchos, «rocambolesca» y «fuera de lugar». «Turquía trata de reivindicarse dentro del islam, que además fue el último califato islámico hasta que fue abolido en la reforma constitucional de 1926», explica Florentino Portero, profesor titular de Historia Contemporánea en la UNED y colaborador de ABC. Además, añade que como tercer pueblo musulmán tiene que competir con Arabia Saudí, tierra santa que cobija los dos lugares más sagrados del islam: Masjid al-Haram en La Meca y Masjid al-Nabawi en Medina; y con Irán, el centro de la rama chií.
Así las cosas, Erdogan cree que la «repopularización» de la cultura islámica puede empezar de nuevo con una mezquita en Cuba, como la que supuestamente habría visto Colón en 1492. «Hablaré con mi hermano cubano. Una mezquita quedaría bien en lo alto de aquella montaña, también hoy», ha asegurado el líder turco. También animó a sus correligionarios del subcontinente latinoamericano a que se dejaran asesorar por las autoridades turcas.
Sin embargo, una hipotética construcción de este templo musulmán iría en contra de la idiosincrasia cubana, puesto que oficialmente es un Estado ateo. Todo sea para recordar la supuesta llegada de los musulmanes conquistadores, que partieron del puerto español de Palos hacia «el Océano de la oscuridad y la niebla durante el mandato de Abderramán III», según escribe Mroueh en el texto que parece inspirar a Erdogan en su papel como líder islamista más allá de las fronteras turcas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.