lunes, 1 de junio de 2015

El 12 de agosto de 1944, hace aproximadamente 71 años, un grupo de alemanes cometió una de las masacres de civiles más bárbaras de la Segunda Guerra Mundial al asesinar a sangre fría a unos 560 civiles (la mayoría mujeres y niños) en la Toscana (ubicada al oeste de Italia).


Los métodos usados para acabar con sus vidas estremecieron al país entero y –tras la contienda- dieron la vuelta al mundo, pues algunos fallecieron quemados vivos mediante lanzallamas.

Pasados los años, en 2005 un tribunal italiano condenó «in absentia» (sin que estuvieran presentes) a 10 miembros de las temibles SS por su relación con esta masacre. Entre ellos se hallaba el teniente de la 16º «Panzergrenadier-Division Reichsführer-SS» Gerhard Sommer, quien –en la actualidad y a sus 93 años de edad- podría evitar ser juzgado de nuevo (y tras ser absuelto por falta de pruebas) en Alemania e ir a la cárcel por padecer Alzhéimer. Así lo ha afirmado el diario germano «Bild», donde se ha hecho referencia a que este anciano podría ser declarado «no apto» para el proceso.

Una matanza sin parangón
Aquel asesinato masivo sin precedentes se sucedió el 12 de agosto de 1944. Por entonces, las tropas alemanas andaban en plena retirada del país ante el desembarco y posterior avance de los aliados al sur del país (el cual había comenzado en 1943). En esas andaban cuando, al parecer, varios combatientes del 35 batallón de la 16º división de la «Panzergrenadier-Division Reichsführer-SS» llegaron a la villa de Sant-Anna di Stazzema (ubicada en la Toscana).

Tras asentarse en el lugar, reunieron a 560 de los habitantes de la región en una plaza -la mayoría mujeres y niños (estos últimos, más de un centenar)- y los asesinaron a sangre fría. Las víctimas, según el diario «The Independent», fueron acribilladas con subfusiles, golpeadas y, en determinados casos, quemadas vivas por los alemanes mediante lanzallamas. A su vez, y según determina la versión digital del susodicho periódico, algunos fueron obligados a arrodillarse y rezar frente a una iglesia cercana antes de recibir un disparo.

Juicios y acusados
Tras el final de la guerra, y en el marco de los juicios que se iniciaron en los años posteriores contra los nazis, se inició un proceso contra Sommer y otros tantos combatientes presentes aquel día. Éste culminó en 2005 cuando un tribunal italiano condenó a 10 de ellos (entre ellos, nuestro protagonista) «in absentia» (sin que ellos estuviesen presentes) por asesinato o cómplice del mismo. Sin embargo, y tal y como determina el canal de radio germano «Deutsche Welle», en 2012 se declaró que no había pruebas suficientes para reafirmar esta decisión.

Es por ello que, a día de hoy, sigue el juicio contra varios de ellos, entre los que destaca Sommer, ahora de 93 años. Sin embargo, el antiguo teniente (calificado como uno de los nazis más buscados) podría evitar someterse a este proceso penal debido a que padece Alzhéimer y no es apto para ello.

Así lo han determinado los fiscales de Neubrandenburg, quienes señalaron el jueves que su demencia era demasiado severa para poder siquiera declarar. Así pues, el alemán podría eludir la acusación de haber ordenado la matanza de, al menos, 342 personas (que hayan podido demostrarse). De momento, parece que Sommer –que actualmente vive en una residencia para ancianos- deberá esperar hasta la semana que viene para saber si será juzgado o no.
Fuente: abc.es
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