Los turistas huyen de Túnez después del ataque terrorista islámico de ISIS.
En el momento de la masacre, unos 20.000 británicos se encontraban en viaje organizado en el país. Operadores turísticos señalaron que 1.200 de ellos fueron repatriados, a los que se sumarán otros 2.500 para este domingo
Miles de turistas abandonaron el sábado Túnez, un día después del sangriento atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra un hotel que dejó 38 muertos, de ellos, al menos 15 británicos.
Cerca de 20.000 británicos se encontraban en viaje organizado en Túnez en el momento del atentado, además de la gente que viaja por su cuenta, según la Asociación de Agencias de Viajes británicas ABTA.
El sábado por la noche, los tour operadores Thomson, FIRST Choice y Jet2 habían repatriado a unas 1.200 personas. Para el domingo, otras 2.500 habrán salido del país, aseguraron.
Dado el alto número de británicos afectados, Scotland Yard ha enviado a “un gran número de policías a Túnezpara asistir a las autoridades tunecinas y realizar (nuestra) propia investigación”, según un vocero.
“Es el ataque terrorista más importante contra ciudadanos británicos” desde los atentados de Londres en 2005, según un responsable del Foreign Office.
En total, 17 víctimas han sido identificadas, según el ministerio tunecino de Salud, que no ha desglosado las nacionalidades, limitándose a decir que se tratan de personas de “nacionalidad británica, alemana, irlandesa, belga y portuguesa”.
Todos ellos se hallaban en el hotel Riu Imperial Marhaba en Port El Kantaoui, cerca de Susa (140 km al sur de Túnez), cuando un estudiante desconocido de los servicios policiales tunecinos entró en las instalaciones a través de la playa,empezó a disparar con un fusil ametrallador y continuó su matanza en las terrazas y piscinas, antes de ser abatido.
Esta matanza supone otro golpe al esencial sector del turismo en Túnez, tres meses después de otro ataque contra el museo del Bardo en la capital (22 muertos, de los que 21 turistas), también reivindicado por el EI.
“Si estuviera en el lugar de los turistas, no volvería a poner los pies en Túnez en este periodo. Es normal que se vayan rápidamente después de esta catástrofe. ¿Vienen de vacaciones o a morir?”, dijo con rabia Imed Triki, un comerciante de Susa.
El sábado por la noche, en la capital, Túnez, unas 200 personas se congregaron convocados por el Frente Popular (izquierda) contra el extremismo. “Túnez es libre, el terrorismo fuera”, gritaban los manifestantes. “Las víctimas son nuestros hermanos y hermanas”, dijo a la agencia de noticias AFP Karima Benhajj, una manifestante de 30 años.
Fallos de seguridad
Según el último balance del ministerio de Salud, además de los 38 muertos, 39 personas fueron heridas, de ellas 25 británicas, siete tunecinas y tres belgas.
“Lo que ha ocurrido muestra fallos en la seguridad. Tenemos que cuestionarnos”, dijo Rached Ghannouchi, el presidente del partido islamista Ennahda, segunda fuerza política del país.
La propietaria del hotel, por su parte, defendió a los vigilantes que “no están armados”. “¿Cómo quiere que se enfrenten o se defiendan de alguien con un kalashnikov?”, dijo Zohra Driss en una conferencia de prensa.
Desde la Primavera Árabe que se inició en Túnez en 2011, el país se enfrenta a una creciente amenaza yihadista, que ataca principalmente al turismo, un sector que representa más del 7% del PIB de Túnez y genera casi 400.000 empleos directos e indirectos.
El primer ministro, Habib Essid, afirmó que se cerrarán unas 80 mezquitas acusadas de “incitar al terrorismo“y anunció que iba a recurrir a los reservistas del ejército para reforzar la seguridad en los “lugares sensibles”.
Este ataque coincidió también con una oleada de atentados registrados el mismo día en Kuwait, donde murieron al menos 27 personas en un atentado reivindicado también por el EI, y en Francia, donde una persona fue decapitada. Estas acciones se produjeron tres días antes del primer “aniversario” del “califato” proclamado por el EI en los territorios que ha conquistado en Siria e Irak.
El grupo EI lo justificó alegando que la mayoría de los turistas son “de Estados de la alianza cruzada que combate el estado del califato”, en alusión a la coalición internacional antiyihadista.
El autor se llamaba Seifeddine Rezgui y era originario de Gaafur (noroeste), aunque estudiaba en Kairuan (centro).No estaba fichado por la policía, según el secretario de Estado de Seguridad, Rafik Chelly, quien precisó que “a priori” habría actuado solo.
Según un testigo tunecino, el atacante disparaba contra turistas pero no contra tunecinos. “El terrorista nos dijo: ‘aléjense, no he venido por ustedes’. No nos disparó, disparó contra los turistas”.
Fuente: Infobae
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