Israel: Se reinició la campaña electoral
Mordejai Ben Moshé
No bien se supo que Israel declaraba unilateral cese del fuego en la Franja de Gaza y que las tropas de Tzahal comenzaron a abandonarla, la campaña electoral para las elecciones convocadas para el 10 de febrero venidero en Israel, la campaña electoral volvió a tomar fuerza.
Al lema del Likud ""Netaniahu: fuerte en seguridad, fuerte en economía" su principal contendiente, Kadima, respondió: "Netaniahu es especialmente fuerte en palabras y provocaciones", es decir que las huestes de Zipi Livni en lugar de mostrar sus logros lo que hacen es denostar al contrincante.
Por su parte el nuevo partido ecologista Neimat efectuó realizó su Congreso destinado a ser el lanzamiento de su campaña electoral, en la ciudad de Tel Aviv, con la asistencia de unas 2.000 personas.
La última encuesta difundida el 18 de enero por el Canal 10 de la TV israelí afirma que si se celebrasen elecciones hoy, el Likud recibiría 29 diputados, Kadima 26, Laborismo e Israel Beiteinu recibirían 14 cada uno, Shas 10 diputados, Meretz 6, Iahadut ha-Tora 5, Ijud Ha-Leumi 4, Bait Ha-Iehudi 2, los Verdes 2 y los tres partidos árabes sumarían 8 votos. De acuerdo a esta encuesta el denominado bloque centro-derechista-religioso alcanzaría las 64 bancas y podría llegar a formar gobierno.
Pero a la vez la cadena Jadashot ''10'', hizo lo propio con una encuesta sobre la la Operación Plomo Fundido. La misma indica que el 41% cree que la operación fue un éxito y que un 41% piensa lo contrario, mientra que un 18% que no saben. Del 41% de las personas piensan que la operación fue un fracaso, el 31% lo hace citando el hecho de que Guilad Shalit no ha sido puesto en libertad.
Como era previsible la operación militar en la Franja de Gaza influirá en el resultado de las elecciones israelíes, y si se comparan los resultados de la última encuesta del Canal 10 con las que se difundieron antes del inició de la operación "Plomo Fundido", lo que se observa es que quienes se han beneficiado son Avodá e Israel Beteinu, ya que aumentaron la cantidad de escaños que obtendrían. El primero como resultado de que su líder, Ehud Barak es el actual ministro de Defensa y muchos consideran que tuvo un buen desempeño, mientras que el partido liderado por Liberman seguramente recoge el apoyo de quienes consideran que la intervención militar en la Franja de Gaza debió haber sido más contundente
El Likud, a su vez disminuyó su caudal en uno o dos lugares, pero teniendo en cuenta la situación que se crea en un momento como el actual, donde la ciudadanía tiende a polarizarse apoyando al gobierno o a los partidos que exigen un accionar militar mucho más fuerte, la merma no es sustancial pues lo que ocurra en las próximas semanas será fundamental, y en ese período que no se haya logrado la liberación de Shalit puede modificar la percepción de más de un votante.
Lo llamativo, y preocupante para ella, es que Zipi Livni, pese a ser parte de la troica que condujo la operación "Plomo Fundido", mantiene la misma cantidad de escaños que antes del inicio de la misma, es decir que el haber logrado que los principales mandatarios europeos aceptaran que Israel tenía el derecho de defender a su población de los ataques del Hamas, aunque luego afirmaran, en ciertos casos, que el operativo israelí era "desproporcionado" no le trajo ningún beneficio en las encuestas. El motivo quizás sea justamente que existieran este tipo de objeciones por parte de los gobiernos "amigos".
En las elecciones de 1974, luego de la guerra de Iom Kipur y cuando todavía las tropas israelíes estaban acantonadas en la margen africana del canal de Suez, la ciudadanía votó a favor de la primer ministra Golda Meier, pero cuando semanas después comenzaron a conocerse los entretelones que permitieron que el ataque combinado de los ejércitos de Egipto y Siria pudieran producirse sin estar Israel prevenida, la obligaron a renunciar, pues no aceptaron que habiendo existido informaciones que preveían lo que ocurrió, el gobierno no los hubiera tomado en cuenta.
Actualmente la situación es completamente distinta, por lo que un resultado parecido al de las elecciones de 1974 no es probable, por lo menos en teoría, más si los ataques del Hamas continúan y si los votantes consideran que el cese del fuego unilateral se produjo como consecuencia de presiones internacionales y no porque se hubieran alcanzado todos los objetivos planificados, hechos estos dos por demás probables.
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