martes, 11 de agosto de 2009

Yad Vashem honra al salvador de Rabbi Lau‏


El gentil ruso que salvo al ex Rabino Jefe de Israel, Rabbi Yisrael Meir Lau durante el Holocausto fue honrado postumamente en Yad Vashem con el prestigioso galardon "Justo entre las Naciones" el martes.
Como un adulto joven, Feodor Mikhailichenko arriesgo su vida para alimentar, vestir y proteger al joven Lolek Lau, en el campo de concentracion de Buchenwald en Alemania. El año pasado, Lau, presidente del Consejo de Yad Vashem, finalmente tuvo exito en identificar a Mikhailichenko despues de decadas de busqueda.
Las dos hijas del fallecido Mikhailichenko aceptaron el premio, que honra a los no judios que ayudaron a judios durante el Holocausto, en nombre de su padre. Mas de 22700 gentiles han sido reconocidos como Justos entre las Naciones. Mikhailichenko es el 164º ruso en recibir este honor.
Unas 200 personas, incluyendo la familia de Lau y funcionarios rusos, se reunieron en el museo Salon del Recuerdo de Jerusalem, sinagoga y jardin de los Justos entre las Naciones para un servicio recordatorio y ceremonia y para ver el nombre de Mikhailichenko sobre la pared enumerando a los gentiles honrados.

"Yo no se si ustedes pueden entender el sentimiento de un chico completamente solo, y aqui hay un hombre que no le debe nada", dijo Lau a aquellos en la ceremonia acerca de los actos heroicos de Mikhailichenko.
"Hay angeles de muerte, pero tambien angeles de vida, no importa cuan pocos, y uno de los mas prominentes entre ellos es este Feodor", dijo Lau.

Mikhailichenko, un prisionero ruso de guerra, y Lau, quien habia sido separado de su hermano en Buchenwald, estaban en las mismas barracas en el campo. Mikhailichenko solia robar papas, recoger pequeñas piedras en el patio cerca de sus barracas y cocinar a Lau sopa.

El tambien una vez tomo un sweater beige de un cadaver, desenredo el hilo y lo uso para cocer a Lau orejeras de color carne para que cuando Lau quitara su sombrero por el comando nazi, sus orejas no se congelaran. Cuando Buchenwald fue liberado en abril de 1945, Mikhailichenko cubrio el cuerpo de Lau con el suyo propio, actuando como un escudo para protegerlo de los disparos.

Luego que la guerra termino, Mikhailichenko quiso llevar a Lau con el a Rostov-sobre-Don, su hogar en Rusia.

Pero Lau, quien tenia ocho años cuando fue liberado Buchenwald, habia prometido a su hermano Naftali que el iria a Israel, asi que el y Mikhailichenko se separaron.

"Yo no debo olvidar que hay un lugar en el mundo, Israel. El me hizo repetir la palabra 'Israel'," recordo Lau, describiendo lo que Naftali le habia dicho. "Dile a la gente que te lleve alli."

Con los años, Lau intento localizar a su salvador. Desafortunadamente, el nunca tuvo una foto ni un apellido. Lau pidio a varias personas ayuda, y en un momento una noticia fue impresa en un diario local, pero no tuvo resultado. Un dignatario

ruso le dijo "Hay mas Feodors en Rostov que Danis en Tel Aviv", pero Lau continuo esperanzado que un dia tendria exito.

"El siempre hablaba acerca de el",dijo el hijo de Lau, Rabbi David Lau. "Nosotros siempre escuchamos acerca del hecho que el queria verlo."

Entonces en junio del año pasado, 63 años despues del fin del Holocausto, alguien contacto a Lau con las noticias: Un investigador americano estudiando documentos de la Gestapo acerca de Buchenwald habia identificado a su salvador. Por primera vez Lau supo el apellido de Feodor. El se puso en contacto con el emisario de Jabad en Rostov, quien encontro a un amigo de toda la vida de Mikhailichenko.

El amigo le dijo que Mikhailichenko habia muerto por una enfermedad en 1993 a los 66 años. El amigo sabia del pequeño muchacho judio que Mikhailichenko habia salvado y dijo al emisario de Jabad que Mikhailichenko solia decir a sus hijas, "Si no se hubiese ido a Israel, ustedes tendrian un hermano."

Poco despues, las dos hijas de Mikhailichenko, Yulia Selutina y Yelena Belayaeva, llegaron a Israel para conocer a la persona acerca de quien su padre les habia hablado tan profundamente.

"Lolek, a quien papa estaba tan conectado- el hijo que el amo tanto" dijo Selutina. Ella dijo que su padre tambien habia intentado buscar a Lau pero no habia tenido exito.

Lau hablo de la deuda que el tenia con Mikhailichenko por sus actos altruistas, una deuda de gratitud que el no podia cuantificar. Aun aunque las puertas de Buchenwald tenian inscripto en aleman las palabras "Jedem das Seine," o "a cada uno lo suyo", Mikhailichenko no habia vivido asi, dijo Lau.

Señalando primero a las dos hijas de Mikhailichenko, y luego a su propio hijo David y a su nieta de nueve meses, Lau dijo a un grupo de asistentes fuera del hall, "Si no fuese por su padre, tanto este como esta no estarian aqui."
Fuente: The Jerusalem Post

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