UNA PAUSA PARA UNA SERIA AUTO-REFLEXION‏

By JONATHAN TOBIN

Cuando el presidente americano Barack Obama se reunio con 15 representantes de las organizaciones judias americanas el 13 de julio, Haaretz informo que el les conto que queria ayudar a Israel a lograr la paz pero que si ellos iban a beneficiarse de su bien intencionado consejo, los israelies debian "comprometerse en seria auto-reflexion". La impresionante condescendencia hacia el estado judio que este comentario traiciona, tanto como el implicito descarte de los ultimos 16 años de historia de Medio Oriente, dice mucho acerca de Obama y la direccion en la cual la politica exterior americana se esta dirigiendo.
El hecho que Israel ya ha pasado a traves de muchos periodos de seria auto-reflexion y ha hecho costosos sacrificios en terminos no solo de territorio sino de sangre no tiene significado para el presidente. Aqui hay solo unos pocos temas que el presidente parece pensar que no importan al evaluar la situacion: El fracaso de una generacion de pacifistas incluyendo los Acuerdos de Oslo y los sucesivos acuerdos asociados con ese proceso, la cumbre de Camp David del año 2000, la segunda intifada, la retirada de Gaza, el posterior uso de ese territorio como una base terrorista y el fallido intento exactamente el año pasado de hacer que la Autoridad Palestina ponga un si como respuesta sobre el establecimiento de un estado para su pueblo. Todos aparentemente han sido hundidos en el agujero de la memoria de la Casa Blanca. En la epoca de Obama, como una religion fundamentalista que fecha todos los eventos como siendo antes o despues una revelacion divina, que lo que ocurrio previo a su eleccion es insignificante por definicion.
Mas que bajar su inclinacion por pelear con Israel, Obama esta orgulloso de ella. Efectivamente, el afirma que tal conducta es realmente una virtud, ya que su martillar sobre Israel es simplemente "conversacion honesta" que debe ser interpretada como la forma mas alta de amistad.
La obsesion de Obama por armar una pelea sobre crecimiento en los asentamientos judios en los territorios es una clasica jugada equivocada. Los EEUU habian ya acordado que pedidos de congelamiento de los asentamientos no se aplicarian sobre aquellas comunidades que habian reconocido que Israel mantendria en cualquier acuerdo de paz, ademas de Jerusalem. Pero Obama ha repudiado esa promesa en parte fuera de su determinacion que el debe invalidar todo lo que hizo su predecesor, y en parte porque los asentamientos son un garrote util con el cual golpear a Binyamin Netanyahu y el resto del gobierno que los israelies eligieron solo unos pocos meses despues de la propia victoria de Obama.
Aun mas importante, la premisa entera sobre la cual su demanda para una reflexion israeli esta basada es falsa. En tanto la supuestamente mas moderada Autoridad Palestina y el extremista movimiento Hamas que gobierna Gaza no tienen interes en la paz aun sobre los mas generosos terminos que Jerusalem puede ofrecer- un detalle sobre el cual los lideres de la Autoridad Palestina han sido bien explicitos- la estratagema de presion de Obama no tiene sentido. Aunque Obama habla a grupos judios de igual presion sobre los arabes, todo lo que la administracion ha hecho y dicho en su corto tiempo en el cargo deja en claro que el unico objetivo del presidente es el gobierno en Jerusalem, no los terroristas manejando Gaza o los corruptos funcionarios de Fatah en Ramallah. Tomados junto con su apaciguamiento del mundo arabe y musulman como reflejo en su discurso de Cairo y una insensata politica de compromiso sobre Iral que continua extendiendo legitimidad a un regimen que ya ha renunciado a su credibilidad con su propio pueblo, uno pensaria que Obama estaria en problemas con sus partidarios judios. Aunque han habido gruñidos de algunos lideres judios que expresaron preocupaciones por la actitud de Obama para Israel, la respuesta pasiva a la degradacion de la alianza con Israel no puede ser negada.
Hay quienes creen que el continuo apoyo por Obama puede ser rastreado en una falta de entusiasmo de parte de la mayoria de los judios americanos por el actual gobierno de Israel y los asentamientos, aunque otros van tan lejos como para decir que tambien muestra una falta general de interes, ademas del apoyo a Israel, entre los judios liberales.
Es cierto que a diferencia de la Izquierda israeli que ha sido completamente marginalizada por el rechazo a la paz de los palestinos, la Izquierda judia en los EEUU esta actualmente pisando fuerte.
El espectaculo del pequeño lobby de J Street- un grupo que expuso su extrema naturaleza en diciembre pasado cuando se opuso a las campañas militares israelies para frenar los ataques de misiles sobre sus pueblos sureños desde Gaza- montando en la Casa Blanca junto con representantes de grandes grupos convencionales ilustra la nueva realidad politica de Washington en 2009.
Pero la desbordante mayoria de judios americanos que votaron por Obama el año pasado no lo respaldaron porque ellos anticiparon que armaria inutiles luchas con Israel para avanzar en un proceso de paz que los palestinos desprecian. La mayoria lo hicieron porque son partidarios democratas y comparten sus puntos de vista en temas domesticos. Pero no hay forma que el hubiese ganado en tanto tres cuartos del voto judio no hubiesen creido cuando el afirmaba que era partidario de Israel. Contrariamente a los alardes de la izquierda y los miedos de la derecha, la mayoria de los judios democratas aun se preocupan profundamente por Israel.
En respuesta a escritores como yo mismo que han pedido a los democratas que hablen la verdad al poder y hagan responsable a Obama por sus politicas, algunos de aquellos que votaron por Obama durante la campaña del ultimo año han dicho que las ofensas del presidente no son todavia lo suficientemente egregias para dar un reproche. El Profesor Alan Dershowitz, un hombre cuyo largo y honorable registro de apoyo a Israel esta mas alla de cuestionamientos, intento defender las posiciones de Obama en una reciente opinion editorial en el The Wall Street Journal y entonces despues en respuesta a las criticas. El continua creyendo que tener un presidente democrata liberal popular que afirma ser partidario de Israel es bueno para los judios aun si algunas de sus politicas estan abiertas a cuestionamientos. Pero las apologias poco entusiasmadas de Dershowitz traicionan una preocupacion que quizas el fue engañado por las promesas de campaña del presidente.
Los judios democratas no tienen que disparar a los republicanos. Si, como Dershowitz admite, los democratas pro-Israel tienen influencia sobre la administracion, entonces dejenlos usarla antes que las cosas se pongan peor. Es valioso recordar que en 2002, cuando las declaraciones del secretario de estado Colin Powell hizo parecer como que la administracion republicana estaba tomando un enfoque similarmente "imparcial" hacia los intentos de Israel por defenderse contra una campaña palestina de ataques suicidas, los evangelicos conservadores no fueron lentos para actuar. Este grupo, como parte integral de la coalicion de George W. Bush como los judios lo son a la de Obama, inundaron la Casa Blanca con pedidos para fuerte apoyo a Israel y obtuvieron resultados.
Si un republicano hubiese hecho y dicho la misma cosa que Obama ha hecho y dicho en los ultimos seis meses quien puede dudar que el y otros democratas estarian demandando que los republicanos judios repudiaran al lider de su partido? La pregunta continua siendo cual sera el punto culmine para los judios democratas en el cual sera imposible para ellos continuar fingiendo que ellos no eligieron al presidente mas hostil hacia Israel desde el primer George Bush? Si la actual tendencia continua sin una fuerte reaccion negativa de los judios democratas que recaudaron dinero para Obama y votaron por el, entonces podemos preguntar por que ellos estan silenciosos o buscando una razon a una politica que saben que esta equivocada.

El autor es editor ejecutivo de la revista Commentary.
Fuente: The Jerusalem Post