domingo, 2 de mayo de 2010

El filósofo y el error

por David Mandel

Un amigo me envió un artículo escrito por el venerable filósofo español Salvador Pániker, titulado "Israel, un error ya consumado". Los argumentos que sustentan la tesis del Sr. Pániker, y mis comentarios acerca de ellos, son los siguientes:



· La creación del Estado de Israel fue un error.

La creación del Estado de Israel fue uno de los más grandes logros del siglo XX. Su contribución al avance tecnológico del mundo no tiene igual. Sus universidades y hospitales están entre los mejores del mundo. Un país cuya principal exportación en 1948 eran naranjas, hoy es un país, cuyo ingreso per cápita, rivaliza con el de Gran Bretaña. A pesar de que no es la perfección humana (ningún país lo es) es un ejemplo de democracia, donde judíos y árabes, hombres y mujeres, gozan de derechos que no se hallan en ningún otro estado de la región.

El único error en la creación del Estado de Israel es que no se realizó antes de la Segunda Guerra Mundial. Habría servido de refugio, y salvado a los millones de judíos de Europa que ningún país del mundo, incluido Estados Unidos, quiso recibir.



· La situación del "desdichado" pueblo palestino es injusta

Los árabes que viven entre el río Jordán y el Mar Mediterráneo recién se consideraron a si mismos "pueblo palestino" desde 1967. Antes de 1948 eran "árabes que viven en Palestina". Desde 1948 hasta 1967 fueron jordanos.

Una gran parte de ellos inmigró al país, procedente de los países vecinos, a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, atraídos por las fuentes de trabajo creadas por los inmigrantes judíos.

La "desdicha" se la infligieron a si mismos cuando rechazaron el plan de partición de las Naciones Unidas en 1947, el plan de paz del Camp David del año 2000, el plan de paz del 2008, y cuando prefirieron, en vez de sentar las bases de su estado en Gaza (luego de la retirada unilateral de Israel) usar esa región como base de disparo de cohetes a poblaciones civiles israelíes.

Los árabes palestinos son únicos en la historia del mundo en tener 4 generaciones de refugiados. En todos los otros casos (que son muchos) los refugiados son sólo la primera generación. Sus hijos y nietos son absorbidos por el país donde residen (lo que ocurrió en Israel con los cientos de miles de judíos que tuvieron que salir, o fueron expulsados, entre 1948 y 1950, de los países árabes, donde habían vivido durante milenios). Son sus hermanos árabes los que los tienen confinados en miserables campamentos como ciudadanos de tercera categoría, sin nacionalidad ni derechos.

En mi época yo jugaba ajedrez. Si algún opositor hubiese volteado el tablero y tirado todas las piezas al suelo, y, luego, hubiese protestado por haber sido descalificado, yo no lo llamaría "desdichado".

· Si no se resuelve el conflicto Israel-Palestina no hay mejora posible de las relaciones entre Occidente y el Islam.

Los islámicos fanáticos no odian al Occidente debido a la existencia de Israel, sino que odian a Israel por considerarlo una avanzada del Occidente en una región que, según su teología, fue, y debe ser para siempre, islámica.

El Sr. Pániker es español y seguramente recordará que fanáticos musulmanes colocaron bombas en un tren de Madrid, causando la muerte de decenas. ¿Cuál es la relación entre la trágica muerte de españoles (residentes de un país considerado el más antisemita de Europa), víctimas del ciego fanatismo islámico, con el conflicto Israel-Palestina?

Los atentados terroristas islámicos en Londres, Nueva York, Washington, India, Rusia tienen poca o ninguna relación con el conflicto Israel-Palestina. Los fanáticos musulmanes indonesios que mataron a cientos de turistas en Bali, ¿lo hicieron protestando contra el conflicto Israel-Palestina?

En la década de los 90, después del Acuerdo de Oslo, el mundo (engañado por Arafat) tenía la impresión de que el conflicto Israel-Palestina estaba siendo resuelto. Eso no impidió que el 7 de agosto de 1998 cientos de personas murieran en las explosiones en las embajadas americanas en Dar es Salaam y Nairobi, causadas por el Jihad Islámico Egipcio y Osama Bin Laden.

¿Un filósofo, que presume de ser inteligente y culto, puede sinceramente creer que, si el conflicto Israel-Palestina se resuelve, los clérigos fanáticos, que gobiernan dictatorialmente Irán, cesarán de desarrollar armas nucleares, destruirán sus cohetes cuyo alcance llega a Europa, y abandonarán su teología que les exige islamizar el mundo?

· Israel es un estado artificial que sólo ha generado desgracias desde su nacimiento.

Confieso que no conocía el término "estado artificial", pero, como nunca es tarde para que uno se culturice, lo busqué en el Internet. Encontré un artículo escrito por un Sr. Paúl Bellien, que define así al "estado artificial":

a) Es un estado que existe en un lugar donde nunca en la historia existió un estado similar.

b) Su población no tiene una identidad común.

c) Une a gente diversa con distintas culturas, idiomas, religión y etnia. En Europa, hasta fines de la década de los 80, habían cuatro estados artificiales: Bélgica, Checoslovaquia, Yugoslavia y la Unión Soviética. La mayoría de los estados miembros de las Naciones Unidas son estados artificiales, especialmente los africanos que fueron creados por los países colonialistas dibujando líneas en el mapa, lo cual también se aplica a Siria, Líbano, Jordania e Irak, que fueron creados por Francia y la Gran Bretaña después de su triunfo sobre Turquía en la Primera Guerra Mundial. De los más de cuarenta estados musulmanes que existen hoy en el mundo, sólo dos, Turquía e Irán eran estados independientes en el año 1914.

d) Es un estado inestable porque sus ciudadanos carecen de conciencia nacional, sentimientos patrióticos y lealtad al estado.

Respetuosamente, tomando en cuenta las definiciones que van arriba, debo decir que el filósofo Pániker, al clasificar a Israel como "estado artificial", está apuntando fuera de la bacinica:

a) Israel existe en el mismísimo lugar donde existió durante mil años un reino judío.

b) Su población, aparte de la minoría árabe, tiene una identidad común, la judía.

c) Su población habla el mismo idioma, hebreo (incluyendo la minoría árabe), y, como Pániker implícitamente reconoce, los judíos comparten la misma religión y etnia.

d) La población judía de Israel tiene conciencia nacional, sentimientos patrióticos y es leal al estado.


· Es desilusionante que, ya consumado el error, Israel no se comporta con humildad y moderación.

Aquí el distinguido filósofo se empieza a sacar la careta: ¡Qué tal concha (como decimos los peruanos) la de los judíos israelíes que van con la cabeza en alto! ¿Se ha visto tal cosa? ¡Los judíos deben comportarse con humildad y moderación!


· El sentimiento de identidad judía pertenece a la patología de la historia.

Los españoles tienen derecho a la identidad española, los franceses a la identidad francesa, los alemanes a la identidad alemana, etcétera. ¡Sólo los judíos no tienen derecho a su propia identidad!

· El hecho de que "el judaísmo es una religión de la alianza de Dios con el pueblo escogido" es un mal precedente.

El hecho de que Pániker es filósofo no lo hace experto en teología bíblica. La frase "pueblo escogido" no implica privilegios sino obligaciones. Su frase "mal precedente" es una acusación subliminal de que los judíos de hoy se sienten superiores a otros pueblos.

· Lo "judío" al igual que lo helénico y lo romano debió haberse acabado diluido en la corriente secularizada de la civilización occidental.

A Pániker le molesta la supervivencia de los judíos y su existencia actual. Claramente expresa su deseo de que hubiera sido mejor si hubiesen desaparecido, al igual como desaparecieron los helénicos y los romanos.

· En una "dialéctica irracional" los judíos, con su intransigencia religiosa, se negaron a dejarse asimilar.
Esos judíos, por su intransigencia, son culpables del crimen de no haberse asimilado y no haber desaparecido. ¿Por qué tienen que seguir existiendo?
· Israel probablemente no se hubiera creado si no fuera por la catástrofe hitleriana. Eso causó que "el mundo ya no vio con malos ojos el invento de ese Estado artificial, Israel".
¡Y dale con lo de Estado artificial! El filósofo Pániker, aparte de no ser experto en teología bíblica, tampoco es conocedor de historia. Dos décadas antes del Holocausto se realizó en abril del año 1920 la Conferencia de Paz de San Remo donde los estados participantes votaron por la creación de un estado judío, y confiaron su administración temporal a la Gran Bretaña. El mundo, aparte de Hitler y su recién fundado partido Nacional Socialista, vio con buenos ojos la creación de un estado judío.

· Israel se creó "a costa del desdichado pueblo palestino que tiene la mala suerte de ocupar una tierra prometida por un viejo dios celoso a unas viejas tribus errantes, tres mil años atrás".

¿Mencioné ya que el filósofo Pániker es un ignorante en materia de historia? Durante mil años existió un reino judío en lo que hoy es Israel, y, a pesar de que la enorme mayoría fue expulsada por los romanos después de dos cruentas rebeliones, siempre existió presencia judía en el país. Desde el año 1860 Jerusalén tuvo mayoría judía. El "pueblo palestino" (como así recién se definieron los árabes palestinos después de la creación del Estado de Israel) desciende, como ya lo expresé más arriba, en gran parte de inmigrantes árabes que llegaron al país a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. (Ver el libro "Desde Tiempo Inmemorial" de Joan Peters).
· Israel sólo existe gracias a la ayuda financiera americana.

Israel recibe ayuda financiera americana sólo para el sector militar, y está obligado a usar ese dinero para comprar sólo de firmas americanas. Ni un solo soldado americano ha muerto defendiendo a Israel, (lo mismo no se puede decir de Europa, Yugoslavia, Corea, Kuwait, Irak, Vietnam, y muchos otros países). Egipto recibe ayuda financiera de los Estados Unidos, y los palestinos han recibido miles de millones de los países europeos, hechos que Pániker convenientemente no menciona.
· Todo esto da idea del poder que tiene en América el lobby israelí.

Pániker se olvidó de mencionar que el lobby israelí es más conocido bajo el nombre de "Los sabios de Zion". Estos malévolos sujetos, de narices ganchudas y largas barbas, se reúnen mensualmente en un lugar secreto en Jerusalén para decidir que órdenes secretas dar al presidente de los Estados Unidos, al Congreso, y a todos los medios de comunicación americanos.
En uno de sus párrafos más hipócritas, el Sr. Pániker escribe Algunos amamos tanto a los judíos que preferiríamos tenerlos entre nosotros, diseminados, diluidos, enriquecedores, fértiles, cruzados con los gentiles, en vez de tenerlos aislados en un Estado-nación artificial.
La única diferencia entre el filósofo Pániker, antisemita de salón, y los energúmenos que desfilan por las calles de Europa pidiendo la liquidación de Israel, es que Pániker expresa su antisemitismo con más elegancia. Pero, como dice la frase popular, "la mona aunque se vista de seda, mona se queda". Un antisemita es un antisemita, y no tiene mayor importancia, ni hace gran diferencia, si expresa su odio y su prejuicio en cartelones groseros o en frases literarias.

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